Control científico y técnico de los monumentos históricos
Heredado de la noción de «vigilancia» de los trabajos que existía en la ley de 1913, el papel permanente de los agentes del Estado en materia de asesoramiento y peritaje entre los propietarios, públicos o privados, se redefinió entre 2005 y 2009.
El control científico y técnico del Estado sobre monumentos históricos garantiza que las intervenciones, cualquiera que sea su naturaleza, garanticen su conservación y transmisión a las generaciones futuras, preservando al mismo tiempo el interés que ha justificado su protección:
Antes de autorizar las obras, los servicios del Estado ofrecen asesoramiento para la elaboración del programa y el contenido de los estudios científicos y técnicos:
- posibles llamadas a los laboratorios de investigación públicos presentes en el territorio nacional;
- recomendaciones al propietario sobre el proyecto de programa, en particular en materia de seguridad y protección ;
- recomendaciones sobre las cualificaciones profesionales requeridas para determinados lotes, en particular en el ámbito de la decoración monumental (restauración de murales, vidrieras o esculturas) y de objetos muebles;
- posible remisión de la Comisión Regional de Patrimonio y Arquitectura o de la Comisión Nacional de Patrimonio y Arquitectura para programas complejos o innovadores o programas de inserción de arte contemporáneo o de acondicionamiento que tengan un impacto en el monumento histórico.
Esta concertación previa es indispensable para evitar una posible denegación de autorización de obras sobre inmuebles u objetos muebles protegidos en virtud de monumentos históricos.
En el momento de la expedición de la autorización, algunas recomendaciones se convierten en prescripciones, reservas o condiciones y se precisan las modalidades de control de la ejecución de las intervenciones por los servicios encargados de los monumentos históricos.
Respetando las cartas internacionales, la metodología establecida desde los años ochenta insiste en la fase previa de estudios arqueológicos, históricos y arquitectónicos, indispensable para cualquier proyecto de restauración o modificación.
Esta fase de diagnóstico es obligatoria para los edificios clasificados y recomendada para los edificios inscritos. Todo proyecto de restauración de objetos muebles (especialmente de órganos) va precedido de un estudio previo. Su estado requiere en efecto una investigación para precisar las recomendaciones adaptadas (pruebas de limpieza, estudio de policromía, etc.) para la elección de un estado de referencia en función de la historia material y del conocimiento de los materiales constitutivos.
La prevención de riesgos es un aspecto importante de cualquier programa.
La conservación y la restauración de los monumentos históricos constituyen un sector de actividad económica indispensable, así como un campo de investigación científica e interdisciplinaria de excelencia.
Las principales obras son regularmente objeto de publicaciones, en internet (sitios de los DRAC) o en la revista Monumental, revista científica y técnica de los monumentos históricos publicada por las Ediciones del Patrimonio.
Se ha precisado la terminología relativa a los monumentos históricos y a las obras de que son objeto, a fin de que todos los socios y usuarios, profesionales o no, de la conservación de los monumentos históricos puedan compartirla mejor.
La memoria de los talleres es una etapa importante y plenamente inscrita en el proceso de las intervenciones. El control científico y técnico tiene también por objeto el diseño de las normas de archivo de todas las intervenciones. Antes y después de una operación, la puesta a disposición y la difusión de los conocimientos son misiones compartidas entre conservación regional de monumentos históricos en los DRAC y la Mediateca de arquitectura y patrimonio.