Los monumentos históricos
Un monumento histórico es un edificio (construido o no construido: parque, jardín, cueva...) o un objeto mueble (mueble o inmueble por destino) que recibe un estatuto jurídico particular destinado a protegerlo por su interés histórico, artístico, arquitectónico, pero también técnico o científico para que sea conservado, restaurado y valorizado.
Lo estatuto de «monumento histórico» es un reconocimiento por la nación de el interés patrimonial de un bien. Esta protección implica una responsabilidad compartida entre los propietarios y la colectividad nacional en cuanto a su conservación y transmisión a las generaciones futuras.
Desde los años 2000, el régimen legislativo y reglamentario de los monumentos históricos ha experimentado profundos cambios.
El propietario de un monumento histórico es, desde 2009, el empleador de las obras que se realizan en él. A este respecto, le corresponde definir los programas de las operaciones de mantenimiento, restauración o modificación, elegir un director de obra (para los edificios o los órganos) y las empresas y los restauradores que serán responsables de las intervenciones, de garantizar la financiación y de solicitar para ello la ayuda del Estado, de las colectividades territoriales o de otros socios (mecenas y fundaciones...).
No obstante, esta plena responsabilidad del propietario va acompañada de normas muy precisas para la autorización y la ejecución de las obras que, por otra parte, son objeto del control científico y técnico del Estado por los servicios encargados de los monumentos históricos del Ministerio de Cultura (direcciones regionales de asuntos culturales).
Por otra parte, el Ministerio de Cultura se encarga directamente, a través de sus servicios descentralizados y de sus establecimientos públicos, del mantenimiento y la conservación de grandes monumentos históricos del Estado tales como los catedrales y los ámbitos nacionales bajo su responsabilidad.
Una estrategia de protección
En cuanto a la inscripción o clasificación de los monumentos históricos, una de las prioridades nacionales es la revisión de las protecciones antiguas, a veces parciales o mixtas, a fin de reforzar la coherencia de la protección y simplificar, para el propietario y los servicios del Estado, la gestión del monumento histórico.
Las direcciones regionales de asuntos culturales (conservación regional de los monumentos históricos) llevan a cabo campañas de protección temáticas como los faros de las costas de Francia, la memoria de la guerra de 1914-1918, el muro del Atlántico o el patrimonio del siglo XX, llamando así la atención sobre algunos componentes del patrimonio.
Consultar los criterios y la evolución de la protección de inmuebles y los objetos muebles
Una estrategia de conservación
Desde hace mucho tiempo, se publica periódicamente un estado de los edificios protegidos en virtud de monumentos históricos a partir de las evaluaciones realizadas periódicamente por los servicios encargados de los monumentos históricos. Desde 2007, se ha presentado al Parlamento y desde 2018 se ha publicado en Internet. Se alienta a los propietarios públicos o privados a que amplíen los programas de mantenimiento, y se invita a las direcciones regionales a que asignen el 15% del presupuesto anual total.
Consultar el balance sanitario de los monumentos históricos - 2013-2018
En promedio, el presupuesto consagrado por el Estado al mantenimiento y la restauración de los monumentos históricos alcanza casi 300 millones de euros de créditos de pago, excluidos los grandes astilleros, como el Grand-Palais o el castillo de Villers-Côterêts. Así, cada año se efectúan entre 6.000 y 7.000 operaciones de obras, fuera de los establecimientos públicos, sobre los monumentos históricos (inmuebles u objetos muebles). El 10 % de las operaciones se refiere a objetos muebles, de los cuales el 2 % corresponde a órganos.
Consultar el balance de los créditos dedicados a la conservación de los monumentos históricos - Balance 2019
Según los estudios sobre las repercusiones económicas y sociales del patrimoniola restauración y la apertura al público de los monumentos históricos representan varios cientos de miles de empleos directos e indirectos, empleos esencialmente locales repartidos por todo el territorio nacional, empleos de muy alta competencia.
Consultar la sección actores y oficios
La política en favor de los monumentos históricos incluye también numerosas acciones de valorización de los elementos materiales o inmateriales del patrimonio. De la tradicional visita guiada a las «jornadas de puertas abiertas Monumentos históricos» fundadas en 1984 y convertidas en «Jornadas europeas del patrimonio», de los primeros «sonidos y luces» de los años 1950 a los talleres de voluntariosdesde la presencia en los lugares de los artistas y de los poseedores de conocimientos técnicos hasta las visitas inmersivas y virtuales, los medios de valorización no han dejado de renovarse.
La apertura y la animación de los monumentos históricos favorecen la apropiación por el gran público del «patrimonio nacional». La valorización del patrimonio y su reutilización contribuye al desarrollo local y social y a la economía turística, a la identidad cultural y al atractivo de los territorios y, por tanto, a la proyección de Francia.