La vida de las colecciones
Un «museo de Francia», en el sentido del Código de Patrimonio, es ante todo una «colección permanente compuesta de bienes cuya conservación y presentación revisten un interés público y organizada con vistas al conocimiento, la educación y el placer del público». El enriquecimiento de las colecciones del museo es fundamental. Una vez que el objeto entra en el museo, comienza una nueva vida, bajo la responsabilidad de los profesionales de conservación de las colecciones. Estos últimos garantizarán su preservación y difusión al público, mediante la presentación en sala o a través de la tecnología digital.
Las colecciones en el corazón de los museos de Francia
Tesoro nacional
La colección - fue virtual - constituye el corazón del museo. Las colecciones de los museos de Francia gozan pues de un régimen jurídico protector: el de tesoro nacional.
Colecciones inalienables, imprescriptibles y elusivas
Si pertenecen a personas públicas (Estado o colectividades territoriales), las colecciones son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Esto significa que:
- la persona jurídica propietaria puede reclamar su propiedad a un tercero sin límite de tiempo (por ejemplo, en caso de robo);
- que los bienes no pueden venderse (so pena de nulidad);
- y, por último, que esos bienes no pueden ser objeto de procedimientos de embargo iniciados por los acreedores.
Si las colecciones pertenecen a personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro (asociaciones o fundaciones), también son imprescriptibles e inembargables.
Responsabilidades
En contrapartida, el Código del Patrimonio impone a los propietarios de estas colecciones ciertas responsabilidades:
- mejorar su conocimiento, en particular mediante el inventario y la recolección regular;
- promover políticas de enriquecimiento razonado, circulación y difusión de las colecciones;
- y, por último, velar por su preservación garantizando su conservación preventiva, su seguridad y su protección, a fin de garantizar su transmisión a través de las generaciones.
Enriquecer las colecciones
Los responsables de colecciones, a través de un paciente trabajo científico, tratan de garantizar la completitud de las colecciones que tienen a su cargo.
El enriquecimiento de las colecciones constituye una de las misiones fundamentales de los museos de Francia. La adquisición de un bien cultural en beneficio de un museo de Francia debe justificarse en función de su interés público desde el punto de vista de la historia, el arte, la arqueología, la etnología, la ciencia o la técnica.
Hacer entrar un bien cultural en la colección de un museo de Francia transforma la naturaleza jurídica integrándolo en el dominio público. Se trata de un proceso en principio irreversible. La adquisición de una obra es, pues, un acto cargado de consecuencias, tanto científicas, jurídicas, económicas como éticas. Por tanto, debe llevarse a cabo sopesando bien las consecuencias, para evitar que un bien problemático entre en la esfera pública.
Esto requiere que los conservadores y los responsables de las colecciones reflexionen y respeten los principios y procedimientos.
Una política de adquisiciones coherente
La política de enriquecimiento de las colecciones de un museo de Francia se basa en un «proyecto científico y cultural» (PSC), elaborado en el seno de la institución para definir, a medio plazo (cinco a diez años), una política científica coherente, y, en particular, los grandes ejes de la estrategia de enriquecimiento de las colecciones.
Procedimientos
Las propuestas de adquisición se someterán a la opinión previa de comisiones consultivas:
- Comisión científica regional para los museos de Francia cuyas colecciones no pertenecen al Estado (colectividades territoriales, asociaciones...);
- Consejo artístico de los museos nacionales, para los museos de Francia cuyas colecciones dependen del Estado.
Ayudas financieras del Estado
Los museos de Francia no nacionales pueden beneficiarse de ayudas del Estado, según modalidades generales, como el Fondo Regional de Adquisición para los Museos (FRAM), o excepcionales, como el Fondo del Patrimonio (los museos nacionales también pueden optar a este último).
La generosidad, fuente esencial de enriquecimiento de las colecciones de los museos de Francia
Si bien los responsables de las colecciones deben estar atentos a las oportunidades que se presentan en el mercado del arte, también deben crear vínculos estrechos con los coleccionistas. La generosidad sigue siendo, en efecto, la fuente esencial de enriquecimiento de las colecciones de los museos de Francia.
Conservar
Además de hacer las colecciones accesibles al mayor número posible de personas, los equipos de los museos deben velar por su buena conservación. Esto impone condiciones de exposición particulares (luz, humedad, polvo, manipulación...). Debido a su fragilidad, algunos materiales (papel, textiles...) no pueden presentarse de manera permanente. Es necesario, pues, mantenerlas en reserva, en condiciones técnicas que permitan garantizar la mejor conservación de los objetos. Estas precauciones tienen un único objetivo: poder transmitir las colecciones a las generaciones futuras.
Las reservas de los museos no son simples espacios de almacenamiento. Son verdaderos centros de estudio, restauración y conservación. Sobre este modelo se están realizando actualmente numerosos proyectos de reservas modernas, a veces mutualizadas, de Lille a Clermont-Ferrand, de Rouen a Estrasburgo...
¿Cómo permitir al público acceder a las colecciones en reservas, sin comprometer la buena conservación de los objetos? Esta es una preocupación compartida por muchos responsables de colecciones. Se proponen diversas soluciones, como, por ejemplo, las colecciones accesibles en Internet, o las reservas visitables del Louvre Lens.
Gestionar las colecciones
Una vez que el objeto entra en el museo, comienza una nueva vida, bajo la responsabilidad de los profesionales de conservación de las colecciones. Estos últimos se esforzarán por garantizar a este objeto las mejores condiciones de conservación y de presentación al público.
Un conocimiento profundo de las colecciones
La conservación y la transmisión del patrimonio implican un conocimiento profundo de las obras. Sin este conocimiento sería imposible dar a las obras una identidad precisa, estimarlas en su justa importancia, presentarlas en buenas condiciones. Ahora bien, como todo conocimiento, la historia, la historia del arte , la arqueología, la historia de las técnicas o de las ciencias evolucionan: contribución de nuevas disciplinas, aportación de nuevos enfoques, descubrimiento de nuevos datos...
El museo: un lugar de estudio e investigación
Comprender el uso y la finalidad de un objeto, conocer su historia, pero también las etapas de su creación, son los principales objetivos del estudio de las colecciones. Este estudio, a veces largo y complejo, requiere mucho método y familiaridad con muchas herramientas de búsqueda. Estudiar no es un fin en sí mismo. Conocer mejor el proceso de fabricación o de creación de un objeto permite ser más capaz de garantizar su conservación. Además, difundir al mayor número posible la historia y el sentido de un objeto es mejorar el conocimiento de una comunidad, incluso de la humanidad.
Así, los museos no son sólo lugares de conservación, sino también lugares de estudio e investigación. Exposiciones, publicaciones, coloquios y seminarios permiten a los diversos especialistas dar a conocer los resultados de sus investigaciones.
Los museos se esfuerzan por constituir la documentación más completa posible sobre los ámbitos de sus colecciones. Sus equipos registran, recogen y clasifican sistemáticamente las colecciones. Este trabajo meticuloso y sistemático constituye la base necesaria para el conocimiento de las colecciones.
Difundir las colecciones
La atención prestada a los públicos y a la democratización cultural en las últimas décadas ha generado importantes evoluciones en la vida misma del museo y la gestión de las colecciones.
Una circulación controlada de las colecciones
La circulación de las colecciones forma parte de la historia de los museos desde su creación. Pero esta circulación coloca a los objetos afectados en situaciones de inseguridad física y jurídica. Por consiguiente, se han aplicado normas legislativas y reglamentarias, así como normas logísticas, para que los bienes no puedan ser degradados ni robados.
Una difusión también digital
La aparición de la Internet ha permitido una mayor difusión de las colecciones a nivel internacional. Francia fue pionera en este campo al crear, a partir de 1994, con el apoyo técnico de INRIA, la primera exposición virtual jamás concebida en el mundo, proponiendo, a partir del año siguiente, la base de datos Gioconda, catálogo colectivo de las colecciones de los museos de Franciaen Internet. Hoy en día, algunos museos de Francia proponen sus colecciones en línea. Pero no todos tienen un sitio dedicado . Por eso el servicio de museos de Francia, en colaboración directa con los profesionales del oficio, pone en marcha estas normas de difusión digital que permiten alimentar a la Mona Lisa.
La base Gioconda es el fruto de una colaboración constante entre la oficina de la difusión digital de las colecciones del servicio de los museos de Francia y los museos participantes. Con más de 600.000 registros de objetos de toda naturaleza (arqueología, bellas artes, etnología, historia, ciencias y técnicas...), este catálogo es accesible a todos en POP, plataforma abierta del patrimonio.
Herramientas de ayuda a la visita
Un número creciente de museos de Francia también ha desarrollado mecanismos de mediación in situ. Estos diversos dispositivos se basan ahora en tecnologías digitales.
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