Escasez de recursos, cambio climático, crisis de la biodiversidad: estos problemas muy actuales empujan hoy al conjunto de los sectores público y privado a repensar sus acciones a la luz de la transición ecológica. La cultura, que representa un peso económico real y tiene un efecto en el conjunto de la sociedad, lleva varios años empeñada en esta vía. Por eso, representa cerca del 2% del PIB nacional, es decir, a título de ejemplo, más que el sector alimentario y hasta siete veces el peso de la industria automovilística. Limitar su huella de carbono, en particular mediante la movilidad limpia y un consumo energético razonado, pero también sensibilizar a los actores sobre los desafíos del desarrollo sostenible participan en la política del ministerio con vistas a una cultura más verde, más responsable.
En este contexto, un Guía de orientación e inspiración para la transición ecológica de la cultura fue adoptado en 2023 con excelentes resultados. El punto con Karine Duquesnoy, alta funcionaria de transición ecológica y desarrollo sostenible en el ministerio de cultura.
¿Cuál es la situación en lo que respecta a la transición ecológica del sector cultural?
Con la «Guía de orientación e inspiración para la transición ecológica de la cultura», el Ministerio de Cultura, comprometido históricamente en esta cuestión, se ha dotado de una verdadera hoja de ruta. La guía se centra en un enfoque transversal y establece prioridades para 2027. También establece tres requisitos previos. El primer requisito es la recogida de datos y la realización de balances de carbono. Segundo requisito, el de la financiación de la transición ecológica, en particular con el dispositivo Alternativas verdes, el único programa 100% transición ecológica e innovación en la cultura - dotado de 9,3 millones de euros en su primera fase y 25 millones de euros en la fase 2023-24 -, y los fondos verdes Estados que acompañan la transformación energética de las instituciones del Estado y de las colectividades territoriales. Por último, el tercer requisito es la formación y la información.
Entonces, ¿dónde estamos? En cuanto a las referencias de carbono, los sectores creativos están siendo cubiertos en su totalidad. En el campo del cine, por ejemplo, es obligatorio realizar balances de carbono de los rodajes en tomas naturales - no se puede conceder ninguna ayuda del Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada en caso de incumplimiento de esta obligación. El sector de los museos también está muy movilizado en este tema, se han realizado o se están concluyendo proyectos en el campo de la música grabada, de lo envolvente, del videojuego, sin olvidar los sectores de la edición, de la radio... o el ámbito de los archivos donde se están celebrando debates. Es un objetivo que avanza muy bien, con una gran movilización de los profesionales, apoyados por los servicios e instituciones del ministerio.
En cuanto a la financiación de Alternativas verdes, las soluciones innovadoras están surgiendo de todas partes. Pienso en las innovaciones y herramientas al servicio de la ecoproducción de exposiciones o espectáculos, con, por ejemplo, el proyecto ganador del «colectivo 17H25» para la estandarización de elementos de decoración de ópera. Pienso también en un proyecto que ha surgido recientemente, el de los grupos electrógenos eléctricos para rodajes en la ciudad, o incluso en un proyecto que privilegia, en materia de transporte de obras del patrimonio, materiales reciclables y ligeros.
Por último, estamos llevando a cabo una acción de información y formación sobre la transición ecológica particularmente significativa. Nuestra ambición es que todos puedan disponer de una información fiable, útil e interesante. Por ejemplo, además de los programas de formación reforzados en la materia, se ha creado un portal de la transición ecológica en el sitio del ministerio, accesible a todos y que permite acceder a guías prácticas, del ministerio o de nuestros socios. En el ámbito más específico de la enseñanza superior cultura, hemos abierto el taller para que dentro de dos años podamos incluir las cuestiones de transición ecológica en el conjunto de los referenciales pedagógicos de las escuelas.
Creación, patrimonio, arquitectura, circulación de obras y públicos, ¿cuáles son las iniciativas en los numerosos ámbitos de la cultura?
El ámbito de la creación, que dirige en el Ministerio de Cultura la Dirección General de Creación Artística, es un laboratorio de innovaciones concretas, para acompañar el paso a la acción, pienso sobre todo en la experimentación CACTE. En el ámbito de los museos, pienso en la obra que hemos lanzado con los profesionales del sector para trabajar sobre un estándar de diseño ecológico en el perímetro de las exposiciones. En el de los espectáculos vivos y exposiciones, a el Augures Lab Escenografíaprograma colaborativo que tiene como objetivo apoyar la ecoescenografía. Por otra parte, en el mes de noviembre se hará público un estudio encargado por el Ministerio de Cultura para aportar respuestas jurídicas y activar palancas sobre las cuestiones de mutualización y reutilización.
En cuanto a la sobriedad digital, el Ministerio de Cultura acaba de recibir la etiqueta digital responsable, es el primero en beneficiarse.
En los ámbitos patrimoniales, si se tuviera que considerar un tema transversal, sería el de la necesaria conciliación entre protección del patrimonio y rendimiento energético. El enfoque en este punto está perfectamente enmarcado. Un ejemplo de ello son las indicaciones sobre buenas prácticas para la integración de paneles fotovoltaicos en entornos históricos. La propia DRAC Provence-Alpes-Côte d'Azur está experimentando este tema con el proyecto de instalación de paneles solares en el techo de su edificio de Aix-en-Provence, y da ejemplo. La arquitectura, dirigida por la Dirección General de Patrimonio y Arquitectura, es un ámbito cultural abierto a la innovación, un laboratorio permanente de soluciones, para renovaciones, construcciones o incluso cambios de destino de edificios, que son pasos de transformación ambiental en todos los territorios.
Sobre las cuestiones de la sobriedad energética, difundiremos en otoño un vademécum que completará las recomendaciones de la Guía de fichas profesionales muy operativas, por ejemplo para los museos, los archivos... En algunos campos, por ejemplo, mantener las colecciones en buenas condiciones pasa ante todo por la constancia y no solo por el nivel de temperatura. Pero uno o dos grados menos, es un 5-10% de ahorro en la factura de energía.
Por último, en cuanto a la cuestión de la movilidad del público, esperamos tener contratos sobre temas de movilidad sostenible ya este otoño en cada región. Hay experimentos en todas partes. La idea es compartir las buenas prácticas. En particular, se han adoptado numerosas iniciativas para desarrollar el público de proximidad. En los Hauts-de-France, por ejemplo, es más interesante venir a la Ciudad internacional de la lengua francesa de Villers-Cotterêts gracias al paquete Movilidad incluyendo billetes de ida y vuelta TER y el billete de entrada que vienen por cualquier otro medio de transporte.
¿Cuáles son las razones de este éxito?
La primera es el movimiento, el impulso. Un ecosistema entero, formado por profesionales de los sectores público y privado, siguiendo el ejemplo de artistas que han desempeñado un papel esencial en la alerta sobre la emergencia climática, trabaja hoy día mano a mano para hacer que la transición ecológica del sector cultural sea un éxito. La segunda es la que tenemos - y debemos seguir - sin fallar ante las constataciones científicas que exigen que tomemos medidas para adaptarnos - ¿cómo viviremos por +4 grados como lo haremos dentro de algunas décadas? Este rumbo consiste en ser actor, construir, tomar el control. Por ejemplo, en cuestiones de movilidad, nuestra acción tendrá sin duda poco efecto sobre las circulaciones de turistas internacionales, pero sí lo tiene cuando trabajamos con los públicos de proximidad. Indirectamente, cumplimos también nuestra misión de servicio público de la cultura. Tenemos un impacto en las cuestiones de movilidad al prestar un mejor servicio. En resumen, es hacer de una restricción una oportunidad y un elemento de estrategia, de motor para la acción.
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