Gestión de un fondo fotográfico
Todos los contenidos de esta sección provienen del Vademécum "Toma en mano de un fondo de fotografías" (Noviembre 2016). Por fondo de fotografías nos referimos a un fondo compuesto de elementos variados, excluidos los archivos digitales.
Bajo la dirección de Isabelle-Cécile Le Mée y Anne de Mondenard.
Redacción:
Sylvain Besson, Samuel Bonnaud-Le Roux y Bertrand Lavédrine, Isabelle-Cécile Le Mée, Anne de Mondenard.
¿Por qué una herramienta de apoyo a la toma de decisiones dedicada específicamente a la conservación y gestión de fondos fotográficos?
Muchas instituciones conservan conjuntos de fotografías o son solicitadas para albergarlas. No todos ellos han sido aún objeto de un trato patrimonial.
El manejo de un fondo fotográfico puede ser extremadamente complejo. Esta complejidad resulta esencialmente de la singularidad del medio fotográfico.
Medio de naturaleza proteiforme, la fotografía se refiere a prácticas tanto amateur como profesionales que pueden calificarse de artísticas, documentales o incluso de ilustraciones.
El término genérico de «fotografía» abarca también objetos con características técnicas y estéticas muy diferentes (negativos, contactos, álbumes, impresiones de lectura o de exposición, diapositivas, etc.) cuya producción responde a destinos y usos diferentes (edición, proyección, exposición, documentación, etc.) que explican su aspecto.
Otra singularidad del medio es su capacidad de materializarse en diferentes soportes, de revestir diferentes formatos y de reeditarse en el tiempo a través de varios individuos. Así, el autor de una toma no es necesariamente el autor de los tirajes realizados según ésta. Las impresiones pueden haber sido realizadas por varias personas, en diferentes momentos, por el autor de las tomas o por tiradores, bajo el control del autor o no, durante su vida o después de su muerte.
En un mismo fondo, no es raro encontrar varias pruebas realizadas a partir de un mismo negativo. Sólo por lo que representan, estos elementos pueden asimilarse a múltiples idénticos y hacer redundancia, pero detrás de una aparente similitud, estas impresiones siguen siendo sin embargo singulares y deben tratarse individualmente.
Ante la pluralidad y la cantidad de los objetos a tratar, sin saber siempre cómo nombrarlos, evaluar, clasificar, clasificar, conservar, jerarquizar, valorizar, el responsable de colecciones puede sentirse desprovisto.
Sin embargo, en la identificación de cada uno de estos elementos, en el tratamiento de su complementariedad, reside el perfecto conocimiento de una producción o de una obra. Sobre la base de este conocimiento se puede concebir un plan de conservación y valorización optimizado.
Por todas estas razones, se ha considerado necesario proponer una herramienta sencilla que permita hacerse cargo de conjuntos, fondos y colecciones fotográficas.
Los centros de archivos o las bibliotecas han adquirido la costumbre de administrar esos fondos constituidos por sociedades científicas o resultantes de la actividad de fotógrafos locales, conservando un acceso documental. Los museos a menudo se sienten más incómodos para recibir y tratar estos fondos, ya que no siempre saben si deben inscribir en el inventario de las colecciones toda o parte del fondo. ¿Y en este último caso qué hacer? La nota circular sobre los materiales de estudio del servicio de museos de Francia (19 de julio de 2012) excluye los fondos fotográficos de su ámbito de aplicación.
¿Cómo se desarrolló esta herramienta ?
En varias manos, confrontando y compartiendo experiencias y competencias de varias instituciones o servicios: Centro de Investigación sobre la Conservación, departamento de conservación preventiva en el Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia, misión de la fotografía en la Dirección General de Patrimonio, oficina de la propiedad intelectual, Servicio de Asuntos Jurídicos e Internacionales en la Secretaría General (Ministerio de Cultura y Comunicación), Museo Nicéforo Niépce (Chalon-sur-Saône).
¿A quién se dirige ?
A todos los responsables de colecciones (archivos, asociaciones, bibliotecas, museos, etc.) que se enfrenten a un proyecto de adquisición o que deseen tratar un fondo de fotografías para conservarlo y valorizarlo haciéndolo accesible al público, del neófito al investigador.
¿Cómo funciona ?
Este vademécum de 59 preguntas está organizado en tres partes: valoración patrimonial; gestión y conservación; valorización. Cada parte está estructurada por una serie de preguntas sencillas que tienen por objeto poner de manifiesto el conjunto de problemas que plantea la gestión de tales conjuntos. Puede ser utilizado antes de comprar un fondo, aceptar una donación o procesar un fondo ya guardado.
Después de cada consulta se proponen elementos de información que permiten a cada responsable encontrar las respuestas adaptadas a cada situación. Cada fondo de fotografías plantea problemas diferentes y no hay una respuesta única. Pero tener en cuenta todos los elementos y problemáticas sigue siendo la mejor manera para cada uno de encontrar una respuesta adecuada.
No se trata de sustituir este Vademécum a las herramientas existentes. Por ello, los enlaces y los documentos adjuntos le permitirán, si es necesario, ir más lejos en cada ámbito.
El Vademécum no es un documento estático, podrá ser modificado, enriquecido para tener en cuenta las evoluciones técnicas, científicas y jurídicas que afectan a la conservación, la gestión y la valorización de los fondos.
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