La arqueología preventiva
Cuando un proyecto de ordenación corre el riesgo de destruir restos arqueológicos, el Estado pide al promotor que haga realizar un diagnóstico arqueológico o una excavación arqueológica preventiva. El Estado también puede pedir al promotor que modifique su proyecto.
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Los diagnósticos arqueológicos y las excavaciones se realizan mediante operadores cualificados. El Ministerio de Cultura se encargará del control científico y técnico. En promedio, en Francia se realizan cada año 2.200 diagnósticos y 450 excavaciones preventivas.
La prescripción de la operación de arqueología preventiva
Los servicios del Ministerio de Cultura examinan los proyectos de ordenación para determinar si pueden poner en peligro restos arqueológicos. El proyecto de desarrollo se analiza:
- por la Dirección Regional de Asuntos Culturales (Drac, servicio regional de arqueología) si los trabajos se sitúan en el ámbito terrestre o las aguas interiores;
- por el Departamento de Investigaciones Subacuáticas y Submarinas (Drassm) si las obras se sitúan en el dominio público marítimo o en la zona contigua.
La evaluación de la «sensibilidad arqueológica» de un terreno se basa en la documentación disponible en los servicios arqueológicos del Estado, y en particular en la mapa arqueológico nacional.
Para anticipar el riesgo de daño al patrimonio arqueológico vinculado a su proyecto, el planificador puede consultar la Dirección Regional de Asuntos Culturales (Drac, Servicio Regional de Arqueología) o Drassm antes de presentar su solicitud de autorización de obras.
Los dos tipos de operaciones
Se podrán prescribir los siguientes medicamentos:
- un diagnóstico arqueológico, para asegurarse de la presencia de vestigios;
- un registro preventivo, para estudiar los restos arqueológicos identificados.
También se pueden identificar soluciones para que el acondicionamiento no destruya los restos arqueológicos y así evitar la totalidad o parte de la excavación para preservar los restos en su lugar. Es un cambio en la consistencia del proyecto.
Las excavaciones están sujetas al dictamen previo de la comisión territorial de investigación arqueológica competente (CTRA).
El diagnóstico arqueológico
¿Para qué lo necesitas?
Un diagnóstico arqueológico es el conjunto de estudios documentales, prospecciones y sondeos que permiten confirmar o invalidar la presencia de vestigios en la zona que se va a urbanizar. Cuando se descubren vestigios, el diagnóstico permite caracterizarlos, datarlos, determinar su influencia en planta y espesor, así como el impacto del proyecto de ordenación sobre su conservación.
¿Cuándo y cómo se establece la prescripción de un diagnóstico?
A partir de la fecha de recepción de la solicitud de autorización de obras o de la solicitud anticipada de diagnóstico, el Estado dispone de un plazo de un mes para prescribir o no la realización de un diagnóstico sobre la influencia del proyecto. Este plazo se ampliará a dos meses cuando el proyecto de ordenación, de obra o de obras se someta a un estudio de impacto medioambiental.
¿Cuál es el marco de la relación entre el planificador y el operador?
Las modalidades de realización de un diagnóstico prescrito por el Estado se definirán en un acuerdo celebrado entre el ordenante y un servicio arqueológico de colectividad territorial habilitado por el Ministerio de Cultura para realizar diagnósticos o Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap). El Convenio define, en particular, la fecha de inicio de la operación y sus plazos de ejecución.
En el mar, cuando un acondicionamiento afecte a una gran superficie (por ejemplo, un parque eólico o la instalación de cables eléctricos o de telecomunicación), los acondicionadores podrán celebrar con el Departamento de Investigaciones Subacuáticas y Submarinas (Drassm) una convenio de evaluación arqueológica en el mar. Esta intervención arqueológica previa constituye un diagnóstico. Se desarrolla en dos fases:
- una prospección geofísica;
- en caso de índice de emplazamiento, un peritaje complementario en inmersión, humana o robótica.
¿Cómo se financia el diagnóstico arqueológico?
El Ministerio de Cultura concede una subvención a operadores que realizan los diagnósticos: los servicios arqueológicos de las colectividades territoriales habilitadas y el Inrap.
¿Qué seguimiento se ha dado al diagnóstico?
El diagnóstico concluye con un informe de diagnóstico. Es redactado por el operador (un servicio de colectividad territorial habilitado o el Inrap) que lo transmite a la Drac o al Drassm, y al promotor. A partir de la recepción del informe de diagnóstico, la Drac o el Drassm disponen de tres meses para pronunciarse sobre el curso que debe darse a la operación.
- Si no hay vestigios, o si los vestigios descubiertos no justifican un estudio, o si el proyecto de ordenación no es susceptible de destruir los restos arqueológicos, las obras pueden comenzar.
- Si el proyecto de acondicionamiento tiene por efecto destruir los restos arqueológicos identificados, el Estado podrá prescribir cualquier medida que permita su salvaguardia, bien mediante la realización de una excavación preventiva, bien mediante la modificación del proyecto.
Si bien la destrucción de los vestigios pudo evitarse mediante la aplicación de soluciones técnicas, el Estado establece un «decreto de modificación de la consistencia del proyecto» en el que se recogen sus recomendaciones. Lo transmite al promotor y a los servicios encargados del urbanismo.
El registro preventivo
¿De qué sirve eso?
Una operación de registro preventivo se divide en:
- una fase de excavación, denominada «fase de campo»;
- una fase denominada «de post-excavación», la de los trabajos de análisis y de estudio.
La excavación preventiva tiene por objeto estudiar un sitio recogiendo lo más finamente posible las informaciones arqueológicas y hacer el análisis para garantizar su comprensión. A veces es la única manera de conservar la memoria del sitio que habrá desaparecido por completo una vez que se haya realizado la excavación y el acondicionamiento.
¿Cuándo y cómo se establece la prescripción de un registro preventivo?
Se prescribe una excavación preventiva cuando el diagnóstico arqueológico revela la presencia de restos, que el proyecto es susceptible de destruirlos y que su interés científico lo justifica. La prescripción de registro se transmitirá al encargado del alojamiento en los tres meses siguientes a la recepción del informe de diagnóstico. Si los restos se descubren como consecuencia de la realización anticipada del diagnóstico, el Estado transmitirá la prescripción de registro al encargado del acondicionamiento una vez recibida la carta que confirme la continuación del proyecto.
¿Cuál es el marco de la relación entre el planificador y el operador?
El promotor que proyecta realizar los trabajos es el promotor de la operación. Elige al operador que va a realizar la obra entre los operadores autorizados o habilitados por el Ministerio de Cultura y contrata a uno de ellos. El contrato debe ajustarse a las prescripciones del Estado. Debe presentar el proyecto científico de la intervención del operador para llevar a cabo la excavación del sitio y las condiciones de su aplicación (precio, plazos...).
¿Cómo se financia la excavación arqueológica preventiva?
La financiación de las excavaciones se basa en el pago del precio de la prestación arqueológica por el promotor. Este precio se fijará mediante contrato con el operador.
El promotor puede beneficiarse de una ayuda financiera del Fondo Nacional para la Arqueología Preventiva (FNAP). Según la naturaleza del proyecto de acondicionamiento, el Estado puede financiar total o parcialmente una operación de registro preventivo mediante una ayuda o una subvención.
Toda la información sobre la atención o la subvención de una operación de registro preventivo por el Fondo Nacional para la Arqueología Preventiva (Fnap).
¿Qué pasa después del registro?
Una vez finalizada la «fase de campo», pueden iniciarse los trabajos. Se transmitirá al encargado del acondicionamiento un certificado de liberación de terreno a la recepción del acta de finalización del registro. Comienza entonces la fase de análisis y estudio : la «fase de post-excavación». Los restos registrados y recogidos son estudiados por diferentes especialistas.
La «fase de post-excavación» se concluye con la redacción de un informe de operación que da cuenta de los descubrimientos efectuados y de su interpretación histórica. El operador transmite este informe a la Drac (servicio regional de arqueología) o al Drassm. Se entregará un ejemplar al promotor, que será la autoridad contratante de la operación.
Los datos científicos de la arqueología (restos y documentación arqueológica constituida durante la operación) también se entregan a la Drac (servicio regional de arqueología) o al Drassm.
Después del final de la operación de arqueología preventiva
Tras el diagnóstico o la excavación, los restos y la documentación arqueológica se conservan en centros de conservación y estudio (CCE). Allí serán inventariados, gestionados y puestos a disposición de los investigadores para nuevos estudios y publicaciones. También serán valorados por el público.
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