Del 5 de julio al 19 de septiembre de 2022, el museo de la Abadía de la Trinidad en Mauléon reunió una diversidad de habitantes, pequeños y grandes, alrededor del trabajo del cuero, patrimonio local y buque insignia de la ciudad en su día. Todos pudieron así iniciarse en esta artesanía en contacto con antiguos obreros, mientras que (re)descubrieron las colecciones museísticas de manera privilegiada. Este proyecto, apoyado por la DRAC Nouvelle Aquitaine en el marco del Verano Cultural, consistió inicialmente en una recopilación de la memoria de los antiguos fabricantes de las fábricas de cuero. Una vez en el baño, los participantes pudieron probar la práctica, acompañados por la artesana creativa Anne Rambaud.
Los ancianos duros de cuero
Recoger la memoria de los obreros y aprehender cuáles fueron sus condiciones de trabajo, estos eran los objetivos del primer taller en el que participaron 15 miembros del Café seniior del centro socio-cultural local. Al intercambiar con miembros de la antigua asociación del cuero mauleonés, nuestros aspirantes a marroquineros han descubierto la organización de las fábricas y el ambiente que reinaba en ellas. «He tomado conciencia de la diversidad de las competencias movilizadas», afirma Anne Rambaud, que tiene por costumbre trabajar el cuero fuera de la cadena de producción.
«He tomado conciencia de la diversidad de las competencias movilizadas»
Centrado en el intercambio y la memoria de un saber hacer emblemático, este taller también permitió a los antiguos trabajadores del cuero descubrir el museo de la abadía y sus colecciones, en el marco de una mediación privilegiada.
Grandes y pequeñas manos en acción
Deseo de hacer bien, ayuda mutua y solidaridad caracterizaron el segundo taller. Siete personas con discapacidad del Foyer de la Mignauderie, cinco internos de la EHPAD y veintitrés niños del centro de ocio de Mauléon participaron en la creación de pequeños artículos de marroquinería. Algunos de ellos visitaron el museo por primera vez, la oportunidad de apropiarse de su patrimonio local. A través de la memoria del gesto, las participantes han recuperado incluso sus reflejos de antiguas obreras. Al final del taller, cada uno pudo salir, orgulloso, con su creación, cuya presentación durante las Jornadas Europeas del Patrimonio del 17 y 18 de septiembre fue el punto culminante.
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