Lleva abriendo el verano desde hace 41 años. La Fiesta de la Música es, desde su creación en 1982, el acontecimiento que pone de relieve a todos los músicos, tanto profesionales como aficionados. Esta gran manifestación popular gratuita y abierta a todos pone de relieve la diversidad de prácticas y géneros musicales. También contribuye a familiarizar al público en general, en todas las condiciones sociales, con la diversidad de las expresiones musicales.
En 2018, en la Francia metropolitana, cerca de 23,4 millones de personas de 15 años o más han practicado al menos una actividad de ocio creativa, artística o científica como aficionado durante los últimos doce meses. Entre estas actividades, la música es la actividad más practicada a lo largo de la vida, ya que un tercio de las personas mayores de 15 años han practicado el canto o tocado un instrumento musical al menos una vez en su vida.
Pero tocar música o cantar es también una de las actividades cuya erosión de la práctica es más fuerte con la edad. Mientras que antes se trataba de un público bastante joven y diplomado, la práctica musical o del canto ve disminuir las diferencias generacionales entre los practicantes y la práctica se uniformiza en todo el territorio. Retrato robot del músico aficionado, gracias a varias publicaciones del Departamento de Estudios de Prospectiva, Estadística y Documentación (DEPS) del Ministerio de Cultura que realiza estudios sobre diferentes temas que atraviesan el campo cultural.
Una práctica juvenil y ligada a la clase social
El comienzo del aprendizaje musical es bastante juvenil ya que la mitad de los músicos aficionados comenzaron su actividad antes de la edad de 10 años. Comienza a temprana edad con el despertar musical, antes de continuar con clases en escuelas de música, conservatorio o clases particulares. Casi el 68% de los aficionados han tomado cursos y el 43% los han tomado en el pasado. En cambio, la práctica se abandona antes que en las demás disciplinas artísticas, ya que la mitad de los antiguos músicos tenían menos de 15 años cuando dejaron de hacerlo. Tocar un instrumento es más común que cantar (22%, frente al 16% a lo largo de la vida), pero el abandono es también más frecuente (68% frente al 63%).
Las cifras clave de las prácticas culturales 2022 permiten hacer un retrato-robot del músico o cantante aficionado: comenzó a practicar a los 17 años y tiene en promedio 31 años de práctica, lo que eleva su edad media a 48 años. Durante el año, el 24% tomó cursos y de ellos el 38% los siguió en una estructura especializada, el 26% en el hogar y el 36% en Internet. Por último, si bien los hombres más numerosos que tocan un instrumento (64% de los instrumentistas), las mujeres están más orientadas hacia el canto (61%).
Otra enseñanza: la práctica musical se correlaciona con el nivel de diploma. Tocar música es más bien el privilegio de una población diplomada, especialmente entre los instrumentistas que son la mitad graduados de la enseñanza superior. La práctica del canto en grupo o de un instrumento musical solo o en grupo es también más frecuente en los medios sociales más acomodados. Por último, se observan diferencias de práctica según la categoría socioprofesional que aumentan desde 1970, y la proporción de practicantes empleados/directivos pasa de 0,8 a 2,8. Una tendencia que se explica por un lado por el aumento de la práctica entre los cuadros y por otro una disminución entre los obreros y empleados, categorías que cuentan con el menor número de músicos y cantantes en aficionado.
Del lado géneros musicales, dos están particularmente representados: las canciones y la variedad francesa, por 56% de los aficionados, y la música clásica, interpretada por 42% de los practicantes activos en 2018.
Una práctica musical amateur que se queda sin aliento
Mientras que en 2008, la mitad de las personas mayores de 15 años se dedicaban a actividades recreativas de todo tipo, en 2018 esa proporción era del 39%. La práctica musical no difiere de esta constatación. En efecto, esta práctica ha disminuido en 5 puntos durante ese mismo período. La práctica musical no deroga esta constatación, ya que en el año 2018 sólo contaba con el 11 % de los 15 años que practicaban, durante el año, el canto o la música, solo o en grupo, frente al 16 % en 2008. Dos tercios de las personas que han tocado música o cantado durante su vida ya no lo hacen en 2018, relegando la práctica musical a la fotografía.
Las evoluciones son particularmente llamativas cuando se mira la edad de los aficionados. Entre los jóvenes, que por lo general están más representados entre los aficionados, la disminución de la práctica es neta (del 38% en 2008 entre los jóvenes de 15 a 19 años al 24% en 2018), mientras que entre los mayores, ya comprometidos más jóvenes en actividades musicales de aficionados, la parte es estable.
Por último, la práctica musical está uniformemente distribuida en el territorio, siguiendo la tendencia de otras prácticas artísticas. En 2018, y por primera vez, la proporción de músicos o cantantes aficionados se establece en torno al 10% en todas partes, desde los medios rurales a los medios más urbanizados, a excepción de París, que cuenta cada vez con más cantantes y músicos aficionados.
¿Qué impacto tiene lo digital en la práctica musical?
Crear, componer, formarse en la música o difundir sus creaciones... El auge de lo digital ha contribuido a rediseñar el paisaje de las prácticas musicales como aficionados, tanto en el perfil de los públicos como en su forma de tocar o cantar. En 2018, el 61% de los aficionados, de todas las prácticas artísticas y científicas, recurren a estas herramientas para crear, difundir o compartir contenidos o formarse en el marco de sus actividades. Los músicos recurren regularmente al digital, ya que el 59 % de los músicos aficionados lo utilizan para al menos uno de los tres usos, a saber, formarse, crear o difundir. Esta progresión se explica por la difusión masiva de teléfonos inteligentes, tabletas y redes sociales, pero también la de internet en los hogares: en 2018, el 89% de los hogares tenían acceso a internet.
Fuentes: La encuesta Cincuenta años de prácticas culturales en Franciala edición 2022 de los Cifras clave, estadísticas de cultura y comunicación y Francia, retrato socialpublicado por el Insee.
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