Pascal Rambert acaba de recibir el Gran Premio de literatura dramática por «Clausura del amor» (ediciones Les Solitaires intempestivos), una obra conmovedora que él mismo dirigió en el Festival de Aviñón en 2011. 

                Felicito calurosamente a este autor que sabe tan bien diseccionar el momento de la separación de una pareja, encarnado originalmente por Audrey Bonnet y Stanislas Nordey. Un tema que responde a esta otra obra que escribió en 2005, «El comienzo de la A». Desde entonces, el cierre del amor» recorre el mundo a través de múltiples adaptaciones.

El Gran Premio de Literatura Dramática, presidido este año por David Lescot, tiene por objeto destacar el texto dramático como objeto literario.

                Deseo un buen futuro literario a este prolífico director que ha sabido hacer del T2G, Théâtre de Gennevilliers, que dirige desde 2007, un crisol ardiente de la creación contemporánea, abierto a la ciudad y a sus habitantes.