El presidente del Centro Pompidou, Alain Seban, Señor Presidente del Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada, Eric Garandeau, Queridos Mélanie Laurent y Michel Gondry, que patrocinen compañía de Jeanne Moreau, Julie Gayet y Jacques Perrin «Día más corto»,

La noche del solsticio de invierno, dedicada a la película corta: la idea habría gustado a los surrealistas. En esta noche más larga, el cortometraje invierte la ciudad, la metamorfosis, la desvía en gran sala de proyección; en las paredes, tantos sueños en imágenes que nos recuerdan que entre la pantalla y la realidad, como la Rosa púrpura de El Cairo, de Woody Allen, el límite es siempre poroso. Dar paso al cortometraje es recordar cómo la película corta constituye un espectáculo de pleno derecho, cómo renueva la creación y cómo, por último, la aportación de las nuevas tecnologías puede favorecer la efervescencia de la creación cinematográfica.

El cortometraje ya está al honor en numerosos festivales: Clermont-Ferrand, Aix, Brest, Pantin, entre otros, que participan en su visibilidad y vitalidad. Hoy, es en toda Francia que el cortometraje nos hará pasar una noche en blanco, en esta temporalidad propia de los tiempos modernos, rediseñando nuestras fantasías y nuestra visión del mundo, donde las redes de lienzos tejen comunidades de existencia.

Ya se imaginarán lo contento que estoy de participar hoy en el lanzamiento, en el Centro Georges Pompidou, de la Fiesta del Cortometraje «el día más corto», por iniciativa de Eric Grandeau, presidente del CNC, que celebra así la formidable vitalidad y el lugar tan particular del cortometraje en el paisaje cinematográfico y audiovisual francés. Un formato que, por desgracia, sigue siendo demasiado desconocido para los públicos no informados y que encuentra demasiado difícil su lugar en las redes tradicionales de difusión que son la sala y la televisión. Por lo tanto, coloque en la cancha durante la noche más larga del año.

Cuánto camino recorrido por el cortometraje desde los Hermanos Lumières o el cantor del maravilloso, Georges Méliès, cuyo 150 aniversario de nacimiento se celebra este año. Formato «rey» de la aventura cinematográfica en sus comienzos, que más tarde se convirtió en la antecámara del largometraje, el corto se alza hoy en cabeza de cartel.

Esta noche, cada uno puede poner sus propias huellas dactilares sobre el patrimonio cinematográfico del cortometraje, convertirse, por una noche, en programador, crear su «home cinema» del lado corto, recorrer las salas, las filmotecas, las mediatecas, los museos, las salas de espectáculos, los lugares alternativos; hasta en las estaciones y en algunos restaurantes se invita a todos a apoderarse del cortometraje.

Desde las salas de cine hasta la web, pasando por el pequeño tragaluz, a través de los objetos cotidianos que son nuestras tabletas, nuestros teléfonos, nuestras cámaras digitales, este lenguaje, a menudo experimental, es hoy más actual que nunca. La forma corta es cada vez más el espacio de expresión de las prácticas amateur. En mi opinión, un soplo de fuego sin precedentes: el cortometraje porque es un arte del fragmento, de la fulgurancia, de la brevedad, ofrece a la vista condensados de creatividad que dan una profundidad inédita a nuestros tiempos en los que el culto a la inmediatez y a la rapidez hacen demasiado a menudo la ley.

Para esta gran ocasión, la Agencia del Cortometraje pone a disposición de los participantes del Día Más Corto un catálogo compuesto por unas 300 películas que cubren todos los géneros del panorama cinematográfico: documentales, películas de animación, películas en 3D, ficciones, películas de arte y ensayo, cuyos derechos son adquiridos por el CNC para la noche del 20 al 21 de diciembre.

En Francia, el cortometraje es un sector creativo particularmente dinámico. Con más de 500 películas producidas cada año, lleva en sí el futuro de la creación cinematográfica y audiovisual. Los grupos France Télévisions, ARTE France, la Agencia del Cortometraje y el CNC son, para el mundo del corto, socios privilegiados, que participan en su mayor visibilidad, creando citas televisivas, pero también contribuyendo a su economía. Son apoyos a la difusión, a la producción y a la creación, a la edición video, que permiten a la película corta definirse como miembro de pleno derecho de la comunidad de las imágenes. Existen ventanas, pienso, por ejemplo, en las casillas Historias cortas difundidas en France 2, y en Libre court, en France 3, o también en las nuevas citas que nos propondrá Arte, dos veces por semana, a partir del 1 de enero. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que el cortometraje disponga de espacios que le permitan seducir a un público más amplio, tanto en las parrillas de difusión como en las ofertas de programas en línea de nuestras cadenas de televisión.

Sin embargo, por iniciativa de mi Ministerio, el compromiso con el corto ha aumentado considerablemente. Pienso en particular en la política de apoyo del CNC, en progresión de más del 9% con respecto a 2006, que permite financiar un centenar de cortometrajes al año; a las cadenas de televisión, además de las ya citadas, Canal +, TV5 Monde, CinéCinéma. Saludo también a todos los festivales que garantizan la promoción de la película corta, a los artistas, a los videógrafos y a todos los actores de la industria del cine que se dedican a la calidad y a la renovación de la película corta.

Cabe recordar que el cortometraje es para autores, realizadores, productores, actores y técnicos un espacio de creación insustituible, que favorece la aparición de las escrituras más audaces. El Día más corto permite tomar el pulso de la abundancia de esta creación, para que no se limite al papel de cosecha excepcional, y para la cual debemos redoblar nuestra atención.

En su primera edición, Le Jour le plus court se dota de algunos de los patrocinadores más prestigiosos del cine; Michel Gondry, Mélanie Laurent, Jeanne Moreau, Jacques Perrin, Julie Gayet. Saludo también a todos los actores de la industria del cine, del audiovisual, de la prensa y del sector asociativo que también se han movilizado para esta ocasión; me alegro de que esta hermosa fiesta haya llevado su ambición al nivel internacional, gracias a la movilización del Instituto Francés. En Londres, en Sofía, en Annaba, en Atenas, en Tbilisi, en Moroni, en Ankara, en México, en Taipei y en Ndjamena, El día más corto hace su «show».

Estoy convencido de que la Fiesta del Cortometraje, a lo largo de las estaciones, al igual que la Fiesta de la Música, se convertirá en un acontecimiento cultural de referencia. Quiero saludar calurosamente a Alain Seban, presidente del Centro Pompidou, a Eric Garandeau, presidente del CNC, a Isabelle Massot, directora artística del Día más corto, a Benoît Labourdette, así como a todos sus equipos, a los padrinos de esta fiesta, así como a todos los artistas, los profesionales del 7º arte, y los participantes que permitirán ofrecer al cortometraje una «ventana sobre corto» digna del género que constituye por derecho propio.

Sin embargo, no puedo dejar que esta fiesta comience sin abordar ante ustedes un tema de actualidad que no se les habrá escapado, relativo a las industrias técnicas que están en el corazón de la comunidad del cine. Se trata, por supuesto, de la situación preocupante de nuestras industrias técnicas, y en particular de la liquidación judicial del grupo Quinta Industries.

Estoy plenamente movilizado por la situación preocupante de los laboratorios y de las industrias agrupadas en el seno de Quinta industrias. Ayer la situación de emergencia, habida cuenta de las películas bloqueadas en estos laboratorios, conoció una evolución positiva, ya que las discusiones entre la dirección de Quinta y sus empleados deberían permitir la continuación de la actividad por un mes más, y, por tanto, la finalización de los elementos (copias, tráilers...) necesarios para garantizar la buena salida en sala de una veintena de películas prevista de aquí a finales de enero.

Para las otras películas, cuya salida es más tardía, deben encontrarse soluciones alternativas, en particular el recurso a otros laboratorios.

Mi ministerio, a través del CNC, cuya movilización deseo saludar, desempeña un importante papel de mediación sobre este tema. Vamos a reunir a todos los profesionales este jueves 22 de diciembre, para poner todas las cuestiones sobre la mesa: la salida de las películas, la continuación de los trabajos en curso, y la gestión en el futuro de las grandes reservas de películas que posee Quinta.

Las industrias técnicas están experimentando una rápida transición a lo digital, que desde hace mucho tiempo conocemos como el horizonte de estas profesiones. Algunos laboratorios tienen más dificultades que otros para adaptarse. Pero los poderes públicos les acompañan en esta transición, especialmente a través de las inversiones de futuro y el programa de digitalización de las películas de patrimonio cuyos primeros acuerdos espero poder firmar dentro de algunas semanas, para hacer de lo digital no solo un medio de valorizar y difundir las obras culturales, sino también una oportunidad para nuestras industrias.

Le doy las gracias.