Hélène Rochas nos ha dejado. La que fue inmortalizada en 1975 por Andy
Warhol como el icono de la elegancia y del lujo, se fue silenciosamente. Con
ella, desaparece la última musa de los grandes modistos y medios artísticos de
la posguerra. Desaparece todo un universo pasado de fasto y de fiestas parisinas
suntuosas donde frecuentaban Françoise Sagan, Yves Saint Laurent, Jacques
Becker... Desaparece la imagen y la esposa de Marcel Rochas, el famoso modisto
de los años 30 a 50, fundador de la ilustre casa Rochas. Desaparece la que
tomó las riendas de manos maestras en 1955.
Car Hélène, entonces la más joven empresaria de Francia, supo desarrollar
los Perfumes Rochas y dedicarles toda su vida. Después de haber sido «Mujer»,
la amorosa creación de su marido magnificada por un frasco firmado Lalique, ella había
a su vez crea sus propias fragancias de flores blancas, los emblemáticos
«Madame Rochas» y «Eau de Rochas».
Hoy, la marca continúa sin ella, pero siempre con su sonrisa
encantador. Seguirá iluminando la casa e inspirar las noticias
generaciones de estilistas. Todos aquellos, como Marco Zanini, que sabrán poner la
belleza y una cierta idea del lujo en las colecciones listas para usar.
Expreso mi sincero apoyo a sus hijos Sophie y François, que pierden una
madre de riquezas de corazón inagotables.