Arquitecto y urbanista de renombre internacional, Adrien Fainsilber ha diseñado instalaciones magistrales que han marcado las últimas cinco décadas.
Para este nativo del Aisne, la aventura comienza en 1960 cuando sale de la Escuela Nacional de Bellas Artes de París. Parte entonces a los Estados Unidos, donde aprende, en contacto con el arquitecto Hideo Sasaki que el éxito de un proyecto reside tanto en la respuesta a las necesidades de sus usuarios como en el formalismo de las reglas de las bellas artes. De esta primera experiencia, alimentada por los proyectos de acondicionamiento de Watertown (Massachusetts), Adrien Fainsilber adquiere una visión ampliada de su oficio, de la ciudad a la construcción, que impregnará el conjunto de su trabajo.
De regreso a Francia en 1970, funda su agencia y aplica estos principios en el seno del Instituto de Ordenación y Urbanismo de la Región de París con el plan director de la región Île-de-France. Esta época es también la de las obras pioneras, como la Universidad París XIII-Villetaneuse, esta Sorbona del Norte imaginada al día siguiente de mayo del 68, donde concibe una verdadera ciudad universitaria que asocia lugares de enseñanza, equipamientos y viviendas para estudiantes. Experto en estos programas que ilustran el dinamismo de los Trento gloriosos, Adrien Fainsilber concibe a continuación la primera universidad tecnológica de Francia en Compiègne y se invierte en la enseñanza, en el Instituto de urbanismo de París y la Escuela de Arquitectura de París-Tolbiac (actual ENSA Paris-Val de Seine).
Es sobre todo uno de los directores de obra que está asociado con la política urbanística que ha renovado profundamente París a finales del siglo XX. Tras una consulta con una veintena de arquitectos, en 1980 se encargó de la realización de la Cité des Sciences et de l'Industrie en la Villette. Con su Geode, esta esfera metálica de la rotondidad perfecta que refleja los colores del cielo y acoge un cine inmersivo, ha contribuido a la transformación de este antiguo sector industrial en un barrio cultural de primer plano. Monumental y funcional, esta nave insignia ilustra perfectamente la maestría de Adrien Fainsilber, que consigue combinar poesía y demostración High Tech. El conjunto de su obra es reconocido por sus pares, que le entregan el Gran Premio Nacional de la Arquitectura de 1986.
Arquitecto plural, miembro de la Academia de Arquitectura, Adrien Fainsilber trabajó hasta 2007 en todo el territorio nacional, entregando bibliotecas, viviendas, grandes edificios públicos como el Palacio de Justicia de Aviñón en 2000 y, por supuesto, instalaciones culturales tan emblemáticas como el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Estrasburgo en 1998.
Atento a los que ocupan los edificios a diario, durante toda su carrera se preocupó tanto por el aspecto estético de los lugares como por la fluidez de su uso.
Expreso mi más sentido pésame a su familia y a sus seres queridos.