Iniciada en 2020 por el Conservatorio del Litoral, titular del faro de Grave desde 2017, la restauración del edificio y la remodelación del museo se han realizado con el apoyo financiero de la DRAC por valor de 223.200 €, aproximadamente el 40% del importe de las obras subvencionables en concepto de monumentos históricos y bajo el control científico del Estado (Conservación regional de los monumentos históricos).
En el exterior, la obra se centró en la reanudación de las fachadas y la revisión de las cubiertas de las alas Norte y Sur. En el centro de la reflexión, la cuestión medioambiental ha justificado el recurso a sistemas de bajo consumo energético y a materiales bioceñidos. Estas mejoras, unidas a los acondicionamientos exteriores, garantizan el posicionamiento armonioso del faro construido en 1860 en el extremo de la punta de Grave, al norte del Médoc. Situado frente al océano Atlántico y al faro de Córdoba, el edificio inscrito como monumento histórico desde 2009 señala la entrada del estuario de la Gironda.
Valorizar el patrimonio y garantizar la señalización marítima
Se realizaron importantes obras en las alas norte y sur para acoger la nueva museografía dedicada al faro de Córdoba y a los Faros y Balizas. Dentro de este nuevo escenario, La asociación de valorización del faro de Córdoba propone una escenografía que mezcla piezas antiguas navales, reconstrucciones en miniatura y sistemas interactivos (animaciones 3D del faro de Córdoba).
La modernización de los locales y de los equipos técnicos ofrece una experiencia de visita enriquecida y mejores condiciones de conservación del patrimonio marítimo.
La redistribución de los flujos de circulación permite garantizar la doble vocación del museo-faro: la acogida de los públicos se ha adaptado a las personas con movilidad reducida y un acceso diferenciado permite a los servicios de los Faros y Balizas intervenir regularmente.
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