Señoras y señores presidentes y directores generales:
Damas y caballeros,
Queridos amigos:
Jean-François Mary, Presidente de la Comisión de Clasificación de Obras Cinematográficas,
me entregó su informe sobre las condiciones de prohibición de las obras de cine a los menores de 18 años.
En primer lugar, quiero darle las gracias por la calidad del trabajo realizado. Doy las gracias también a todos los profesionales que han participado en esta reflexión.
Insisto en el hecho de que una amplia concertación entre los miembros de la Comisión de Clasificación, los representantes del mundo del cine, los especialistas de la protección de la juventud y los psiquiatras infantiles, ha alimentado su informe.
Se trata de un informe necesario, ya que los sobresaltos que ha conocido el procedimiento de expedición de los visados concedidos a las obras cinematográficas exigen medidas.
En la actualidad, las opiniones de la Comisión de Clasificación recogidas por la Ministra están sujetas, por una parte marginal en número, a riesgos cuando se recurre ante el juez administrativo.
Los recursos ante el juez administrativo nunca llegan a la decena en un año. Pero el reto de proteger al público joven, y el reto económico de cada película, son demasiado importantes para ignorarlos.
Se trata de cuestiones importantes porque afectan a la protección de la juventud, que es uno de los dos motivos de clasificación con respeto a la dignidad humana. Son también retos económicos para la vida de la película.
El informe señala una serie de cuestiones y hace algunas propuestas sensatas.
En efecto, el informe ha reflexionado sobre la naturaleza automática de la prohibición de los menores de 18 años, que resulta del derecho actual, tal como lo aprecia la jurisprudencia. Esta disposición, y su aplicación actual, llevan efectivamente a limitar la apreciación de la Comisión por lo que se refiere a los criterios que implican una prohibición a los menores de 18 años.
Por ello, estoy convencida de que la Comisión de Clasificación, en la que se expresan todos los puntos de vista, es la más indicada para realizar esta apreciación con una preocupación de protección del joven público, sin automaticidad.
En efecto, el objetivo de la clasificación es garantizar la protección del público joven, lo que supone apreciar el alcance de las imágenes, en particular de sexo y violencia, en todas sus dimensiones.
Por tanto, deseo reforzar el dispositivo de clasificación que se basa en la opinión colegiada de la comisión, a fin de garantizar una protección plena del joven público.
Para ello, quiero que este informe sea útil.
Por ello, voy a iniciar hoy la reforma reglamentaria que usted propone, para que la clasificación pueda tener mejor en cuenta la singularidad de las obras y su impacto en el público.
Adaptará los criterios que rigen actualmente la prohibición de los menores de 18 años para reforzar el papel y ampliar el poder de apreciación de la Comisión de Clasificación, que representa al conjunto de los componentes de la sociedad.
El objetivo es, modificando la parte reglamentaria del Código del Cine y de la Imagen Animada, permitir a la Comisión de Clasificación apreciar el efecto perturbador que puede tener una película sobre los jóvenes espectadores y evitar así toda automaticidad de la clasificación de las obras.
En segundo lugar, trabajar para simplificar las vías de recurso para reducir los plazos del procedimiento ante la justicia administrativa para garantizar la determinación de la clasificación de una película. Se trata de modificar la parte reglamentaria del Código de Justicia Administrativa para determinar un juez de primera y última instancia.
Limitar los recursos de apelación se justifica aquí para garantizar la coherencia en la duración de explotación de una obra de su clasificación: lo que está en juego es la legibilidad de este dispositivo que, Lo recuerdo, tiene por objeto proteger la sensibilidad del público joven informando a los menores y a sus padres, durante toda la vida de la película. Por lo tanto, la información que aporta la clasificación debe ser coherente en el tiempo para ser eficaz.
Gracias por su atención.