Buenos días a todos,
Queridos amigos:
Damas y caballeros,
Me alegra mucho encontrarme con ustedes en esta tradicional ceremonia de felicitación a la prensa.
Hace 20 meses que soy ministro de Cultura y Comunicación. En los votos del año pasado les expuse el cambio radical en el funcionamiento, en los métodos, en los objetivos de la política cultural. El nuevo pacto para la política cultural que deseaba poner en práctica para volver a poner en el centro del proyecto político la vocación esencial de la cultura: dar cuerpo a la ciudadanía francesa, encarnar los principios republicanos - libertad, igualdad, fraternidad.
Un pacto que tenga también la preocupación de modernizar los instrumentos de la política cultural.
Un pacto que asume todas las dimensiones de la cultura: los valores fundamentales que la constituyen; su fuerza emancipadora que da a cada uno los medios para comprender mejor el mundo y actuar sobre él - porque la cultura no es solo, no siempre, contemplación, es acción - y de expresar su sensibilidad y su creatividad; la potencia creadora que da a Francia la capacidad de producir representaciones del mundo - y es un desafío principal de soberanía -, de irradiar esdecir proyectar fuera de sí estas representaciones diversas y abundantes. Irradiar es también acoger a artistas venidos de todas partes y que encuentran aquí una tierra de acogida pero sobre todo de creatividad, una tierra de emergencia. La cultura y la política cultural que llevo a cabo también asumen plenamente su realidad económica y productiva.
Yo quería, en 2013, contratar a personas reformas en la concertación, discutiendo, negociando con los profesionales, con el conjunto de los actores del mundo cultural, con las organizaciones sindicales y los ciudadanos - era indispensable inscribir nuestras políticas culturales públicas en la realidad del XXIeme siglo. Respondiendo a exigencias de transparencia en los métodos, de igualdad entre los territorios y los ciudadanos, de diálogo con los profesionales y los elegidos.
Hemos demostrado colectivamente un gran sentido de la responsabilidad ante las dificultades presupuestarias que atraviesa nuestro país y que implican un cambio de paradigma. Este cambio debe ser asumido, reivindicado. No, la cultura no debe más - no puede más - ser sinónimo de gastos desconsiderados y a veces injustificados. La cultura es una suerte y un activo, una fuerza para Francia. No hay recuperación productiva sin recuperación creativa.
La cultura da a Francia una ilustración de los tres ejes de la recuperación de la economía francesa: la excelencia, la soberanía y la ciudadanía. Es atractiva para las generaciones más jóvenes. Y en un momento en que muchos se preguntan sobre la confianza de los franceses en el futuro, en un momento en que a veces surgen sentimientos de desconfianza y el espíritu de resentimiento, la cultura da sentido y refuerza nuestro sentimiento de pertenencia, de ciudadanía. A través del arte intercambiamos y compartimos. Una subjetividad, la del artista, la del creador llama a otra, la del público, que no está en una posición pasiva sino en la construcción y la interpretación del sentido y del eco que va a encontrar en él esta creación.
Hoy quiero presentar ante ustedes los avances que se han realizado, las obras comprometidas y por venir. Quiero recordar también, ilustrar, que el Ministerio de Cultura y Comunicación actúa útilmente y es portador de una visión renovada de la cultura.
En primer lugar porque, como les dije, la cultura es una fuerza económica.
Este activo de Francia nunca había sido medido con precisión. Quizás teníamos escrúpulos al hablar el lenguaje de la economía. Sin embargo, lo necesitábamos para responder a los argumentos de algunos detractores de las políticas culturales que ponían en tela de juicio la legitimidad, la eficacia y la pertinencia de los instrumentos creados a lo largo de los años y que se denomina excepción cultural.
El año pasado, junto con el ministro de Economía y Finanzas, Pierre Moscovici, encargué un informe confiado a nuestras dos inspecciones, a las que doy las gracias: trabajaron durante un año para establecer un instrumento muy notable y valioso, un informe sobre el lugar de la cultura en la economía.
Este trabajo establece que la cultura contribuye a 3,2% para la creación de riqueza en nuestro país, es decir, casi 58000 millones de euros de valor añadido. Por valor añadido me refiero a la riqueza creada, ya que si se toma el conjunto de la producción cultural en nuestro país ello representa 130.000 millones de euros. Para darles un orden de magnitud, esto es totalmente comparable al peso acumulado de la agricultura y de las industrias agroalimentarias, dos veces más que las telecomunicaciones y siete veces el peso de la industria automovilística.
Por sí sola, la cultura, y esto en un sentido bastante restrictivo ya que los perímetros se han definido estrechamente, emplea 670.000 personas en Francia en el seno de las empresas culturales, el 2,5% del empleo total en Francia. Si se cuentan ahora los oficios culturales en empresas que no son necesariamente empresas culturales, se cuentan 870.000 trabajadores. Es una cifra muy notable. Permite demostrar que los sectores culturales se benefician de un fuerte compromiso de las colectividades locales y del Estado: 13000 millones de euros para el Estado y para las colectividades locales, algo más de 7000 millones de euros.
Esta inversión pública no es en vano, al contrario, es extremadamente fructífera. Esto nos permite cortar de raíz las palabras de aquellos que quieren hacer de la cultura un lujo, un suplemento de alma, algo que podríamos prescindir en tiempos de crisis. Esto permite también luchar contra el debilitamiento de lo que podría llamarse un superyo cultural en algunos responsables políticos de nuestro país y también de Europa. Con demasiada frecuencia, Europa no tiene en cuenta sus puntos fuertes y sus puntos fuertes. La cultura y las industrias creativas son bienes inestimables.
Recordamos también con este informe el peso de la cultura en las políticas territoriales ya que el estudio permitió analizar con precisión el impacto de las inversiones culturales, a través de un enfoque puesto en cinco manifestaciones y festivales en cinco territorios. Y vemos que el impacto positivo de la inversión cultural no es solo el hecho de los grandes festivales: cuanto más rural y marginado es el territorio, más sensible es el impacto de un evento cultural.
Por tanto, naturalmente, también en los territorios quiero valorizar este activo de la cultura.
Tenemos, en cada una de nuestras regiones, una singularidad que hace su atractivo. Hace un año, yo deseaba la instauración de una nueva relación con los entes territoriales. Porque la cultura no es una competencia exclusiva del Estado - por otra parte nunca lo ha sido. Es por excelencia una competencia compartidaun campo de intervención íntimamente ligado al ejercicio mismo de la democracia, es decir, de la participación ciudadana, a todos los niveles. La eficacia de nuestra acción común se nutre de la convergencia entre los diferentes niveles de territorio, entre socios públicos y privados. Como saben, la acción del mecenazgo local es importante, se ha desarrollado considerablemente desde hace diez años, desde la ley de 2003.
La relación entre el Estado y las autoridades locales ha evolucionado constantemente en los últimos 50 años y seguirá haciéndolo. 2014 será el año de la aplicación de la ley de «modernización de la acción pública territorial y de afirmación de las metrópolis» presentada por Marylise Lebranchu al Parlamento. El lugar de las metrópolis en la política cultural es importante, ya que en el interior mismo de los gastos culturales de los territorios se observa que de los 7.000 millones, más de 5.000 millones son consagrados por los municipios y por las intercomunalidades. Aunque a veces algunos, a escala regional, afirman que lo esencial de los gastos públicos en materia de cultura es suyo, la realidad de las cifras es muy distinta: es el Estado el que invierte, y con más de 13.000 millones de euros, en la cultura. Los entes locales invierten más de 7000 millones de euros, pero dentro de estos entes locales son los municipios y las intercomunalidades los que tienen la mayor parte.
Mi firme convicción es que la presencia del Estado, en todas las regiones y en todos los territorios es absolutamente esencial para poder llevar a cabo una política cultural fuerte, ambiciosa y una política cultural que respete esta preocupación de igualdad entre los ciudadanos y los territorios. La presencia de los servicios desconcentrados del Estado, reconocidos por su competencia en todas nuestras regiones, es pues una condición indispensable a la puesta en práctica de esta política nacional preocupada por preservar el interés general, velando por la equidad, la justicia y el desarrollo equilibrado de los territorios en nuestro país.
Sin renunciar a ninguna de las misiones del ministerio, me inscribiré en el nuevo tiempo de descentralización que el Gobierno ha comenzado a escribir como se comprometió el Presidente de la República. Sé que muchos miran esta ley con preocupación debido a una de las disposiciones que contiene sobre la posibilidad de que el Estado delegue en una colectividad territorial algunas de sus competencias. La cultura no se ve afectada, tampoco queda excluida. Si algunos ven en esta disposición una amenaza para la existencia de las direcciones regionales de asuntos culturales y el signo de una retirada del Estado, quiero asegurarles que no será ni lo uno ni lo otro y continuaré, en 2014, mi acción en favor de una presencia reforzada del Estado en la región, junto a los entes territoriales, en un diálogo que siempre ha sido fecundo y excelente desde el comienzo de mi acción.
Por mi parte, deseo reforzar el movimiento de confianza en los DRAC reforzando la desconcentración del tratamiento de los medios del Estado y en el presupuesto del Ministerio de Cultura y Comunicación. Son los créditos de intervención del Estado en la región a través de los DRAC los que he velado por preservar e incluso aumentar a veces. Este movimiento continuará, es absolutamente indispensable para el éxito, en particular, del proyecto de educación artística y cultural.
El activo cultural de Francia es también la medida de su influencia en Europa y en el mundo.
Una vez más, en un contexto internacional en movimiento, con la emergencia de nuevas potencias que invierten masivamente en la cultura, tenemos una multiplicación de la oferta cultural. Por lo tanto, debemos seguir siendo ofensivos para mantener y desarrollar nuestra influencia internacional, para promover esta cultura que hace la grandeza y la excelencia de nuestro país.
Sin renunciar a nada, expresando con fuerza nuestras convicciones, arrastrando con nosotros a varios de nuestros socios europeos - 15 Ministros de Cultura europeos - y sobre todo a un hermoso movimiento colectivo con el apoyo masivo de profesionales, artistas, creadores, En junio de 2013 ganamos una magnífica batalla, encarnada por el propio Presidente de la República. Es el lucha por la excepción cultural en el marco del proyecto de acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. Francia, y sólo Francia, en el seno de la Unión Europea, ha velado por que la posibilidad para Europa - y no sólo para Francia - de seguir defendiendo y promoviendo la diversidad de su creación y el objetivo de llegar al público más amplio. Estos mecanismos económicos, que se denominan la excepción cultural, sólo Francia los ha defendido y ha conseguido que la cultura, como el audiovisual, quede excluida del ámbito de las discusiones relativas al acuerdo de libre comercio.
2013 fue también para la Comisión Europea la ocasión de modificar un texto en el que trabajaba: la comunicación cinematográfica. También en este caso hemos mantenido normas que permiten apoyar el sector cinematográfico y audiovisual, tanto a nivel de los Estados miembros como de las regiones y los entes. Hemos obtenido la validación por la Comisión de la impuesto TSTDel impuesto sobre los servicios de televisión y distribución, para que, una vez más, la financiación del cine, de la creación, del audiovisual, de la imagen animada entre en pie en la era digital. Es la adaptación de los mecanismos de la excepción cultural que se habían concebido a la era analógica, a la era digital. De eso trata la transición tecnológica digital.
Estas victorias son, pues, totalmente decisivas para permitirnos, no velar por un modelo defensivo con una mentalidad obsidional, sino más bien para mostrar que nuestro modelo puede adaptarse, modernizarse sin cesar y que es pertinente frente a los riesgos de concentración y, por tanto, de homogéneneización que puede poner en marcha el digital a través de estas grandes empresas globalizadas que tienden a instalarse en posición ultra dominante en determinados mercados. Por tanto, Francia ha desempeñado un papel que le corresponde, el de llevar esta palabra de la cultura a Europa.
Para proseguir este trabajo y este impulso elogiados por el conjunto de nuestros socios europeos - tanto los ministros de Cultura como los profesionales y los artistas - he decidido organizar los días 4 y 5 de abril próximos, en el teatro de Chaillot, un Foro Europeo de la Cultura«Forum de Chaillot - futuro de la cultura, futuro de Europa», que permitirá a artistas y responsables políticos situar la cultura en el centro de los debates sobre el futuro de Europa.
Estaremos en un período en el que Europa volverá a estar en primera línea con las elecciones europeas. Será, pues, un momento excelente para reafirmar la necesidad de tener una fuerte ambición cultural para Europa. Para reconstruir la dinámica y la ambición europea mediante la construcción de una política cultural a escala europea.
Para valorizar este mapa cultural, el Ministerio de Cultura y Comunicación tiene también un papel que desempeñar fomentando la exportación de las producciones culturales francesas para llegar a un público más amplio en el extranjero. Se piensa a menudo en el cine, las obras cinematográficas, el audiovisual. Tenemos una política dinámica y ambiciosa a favor de la exportación a través de una fuerte inversión en las fases de escritura, para mejorar la escritura de nuestras producciones audiovisuales y hacerlas más atractivas. También debemos seguir exportando nuestros conocimientos a otros ámbitos distintos del cine y el audiovisual: pienso por ejemplo a museos, conservadores, formadores, restauradores del patrimonio. A menudo son designados como un modelo para muchos países del mundo que vienen a ver en el Louvre, en Orsay, cómo funcionan nuestros museos o que vienen a formarse en el Instituto Nacional del Patrimonio. Por esta razón, y será una prioridad en 2014, pretendo desarrollar nuestra capacidad de irradiar esta excelencia mediante la creación de una agencia de cooperación y exportación en el ámbito del patrimonioa partir de la experiencia de la Agencia France Museums que se ocupó del proyecto del Louvre Abu Dhabi. El Louvre Abu Dhabi sigue siendo un proyecto único en su género, y no se trata de duplicar esta operación. Al contrario, debe conservar su especificidad y su singularidad. Pero hemos aprendido las lecciones de este proyecto, que yo personalmente me he asegurado de poder volver a poner en marcha. Deseo que nuestros museos puedan aprovechar esta experiencia, con la Agencia France Museums, para exportar y valorizar mejor nuestro saber hacer patrimonial en el mundo. Stéphane Martin, director del museo del Quai Branly, sabe hasta qué punto se reconocen esta pericia y este saber hacer.
En Camboya, tenemos con Japón la copresidencia de todos los trabajos de seguimiento de restauración del sitio de Angkor para la Unesco. Contamos con una experiencia que nos permite intervenir tanto en obras arqueológicas gracias a la gran competencia del Inrap como en obras de restauración del patrimonio. En América Latina, América Central, Asia, Oceanía, África, donde los expertos del patrimonio y de la BnF trabajan en Malí para la restauración de los mausoleos destruidos por los integristas y de los manuscritos sobre los que trabaja la Biblioteca Nacional de Francia.
El Ministerio de Cultura y Comunicación debe comprender y acompañar el movimiento del mundo. Significa adaptar, transformar nuestras políticas públicas al XXIeme siglo.
Quiero que el Ministerio de Cultura y Comunicación entre en la era digital con confianza.
Hacer de Francia un país pionero. Etre la Ministra que habrá hecho entrar al Ministerio de Cultura y Comunicación en la era digital transformando la calle de Valois en Sillicon Valois.
Quise que 2013 fuera el primer año de un proceso de renovación y modernización de la acción de mi ministerio. Un trabajo de refundación se ha comprometido, que da sus frutos, que se hace en particular a través de diferentes disposiciones legislativas que han confiado al CSA por ejemplo - y felicito a su presidente y a su equipo, los comisarios del CSA - nuevas competencias digitales.
Pienso también en otros sectores, llamados más tradicionales pero esenciales para nuestro país, para la vitalidad de nuestros territorios, para su vitalidad económica y para la diversidad cultural, ¡simplemente para lo que es Francia!
Creo, lo adivinaste, en el libros y librerías. El libro también está cambiando con el digital. Era urgente detener el movimiento de debilitamiento de nuestras librerías y saludo a Matthieu de Montchalin, presidente del Sindicato de la librería francesa.
Trabajamos durante varios meses en un contrato de edición digital que permitirá conciliar los derechos de autor con las exigencias de los editores en la era digital. Este contrato de edición digital acaba de ser validado por una ley de habilitación en el Senado.
El plan de ayuda a la librería permite acompañar con medidas financieras importantes la transmisión de las librerías recogidas y, por supuesto, la reanudación de una serie de librerías de la red Capítulo. Ya tenemos 16 librerías en las que se han hecho ofertas de compra muy pertinentes y otras 20 en las que se presentarán ofertas de compra.
También me aseguré de que mediador del libro para resolver los conflictos entre los diferentes actores de la cadena del libro.
Tenemos reformado la ley sobre el precio único del libro haciendo imposible la gratuidad de los gastos de envío para la venta en línea que introducía mecanismos de competencia desleal frente a nuestras librerías independientes de proximidad.
El libro necesita toda la vitalidad de la creación y un apoyo constante. Sin embargo, el libro no es una actividad subvencionada y, paradójicamente, recibe menos apoyo público que muchas otras actividades. Es aquí donde la excepción cultural muestra su pertinencia a través del dispositivo de la ley sobre el precio único que ha permitido a todas las empresas del sector del libro abundar y desarrollarse.
En el sector del cine, el audiovisual y los videojuegosconsolidamos la cuenta de apoyo y reformamos la TST-d, pero también establecimos la reforma de los créditos fiscales : créditos fiscales internacionales, para atraer rodajes extranjeros a Francia, créditos fiscales nacionales CICA, que permitieron disminuir en un 25% las deslocalizaciones anunciadas de rodajes hacia otros países europeos. Convenio colectivo del cine, convenio colectivo de la producción: después de siete años de fracaso y de retrasos, la convenio colectivo fue firmado con una cláusula adicional por casi todas las partes interesadas. Pero también reducción del IVA en la taquilla de cine y para la difusión no comercial de las obras, es decir, para los cineclubs, los festivales. Una vez más, esto demuestra que las medidas fiscales bien orientadas y bien escogidas son tan importantes y eficaces, si no más, que las subvenciones.
El fortalecimiento de la capacidad del IFCICel Instituto de Financiación del Cine y de las Industrias Culturales nos permite mejorar la solidez financiera de nuestras empresas del sector de las industrias culturales y la transformación digital de su actividad. El IFCIC también interviene en el ámbito de las galerías de arte - vamos a crear un fondo para apoyar a las galerías de arte que contribuyen al tejido creativo de nuestro país - y en el ámbito de la librería y el libro. Por lo tanto, es una herramienta muy importante y relevante.
En el sector de la prensaPara muchos de ustedes, ustedes conocen las dificultades estructurales que atraviesa la prensa con la destrucción de un gran número de puestos de trabajo. De los 6.000 empleos destruidos en los últimos diez años en el sector de la prensa, cerca de 1.500 lo han sido en los dos últimos años. Por lo tanto, el trabajo era urgente para permitiradaptar nuestros modos de acompañamiento del sector de la prensa : la reforma de la distribución, la adopción de un tipo de IVA reducido para los formatos digitales, como anunció el primer ministro Jean-Marc Ayrault el viernes. Ya os lo había anunciado el pasado mes de julio, era una lucha que yo llevaba personal y fuertemente, y por eso estoy muy contenta de ver que la IVA sobre la prensa en línea a partir de ahora a tipo reducidoComo en la prensa. Es la misma lógica que prevalece en el ámbito del libro, donde tenemos el mismo IVA para el libro digital que para la prensa impresa. Estamos en discusión y a veces en confrontación con Bruselas sobre este tema. Pero ahora vemos que Alemania se ha sumado a los argumentos franceses. Alemania, que hasta ahora se había opuesto a esta propuesta, defenderá ahora la misma posición que Francia sobre la neutralidad tecnológica en materia fiscal.
En el sector de la músicaSigo con mi política de apoyo a la creación y a los jóvenes talentos, de apoyo a las pequeñas etiquetas que son el fermento de la diversidad. La música es la experiencia de los conciertos, esos momentos de encuentro privilegiado con el público: por eso pedí que el "plan SMAC" se mantuviera y prosiguiera al mismo nivel de compromiso financiero. Esto permitirá liberar medios para lugares de música actuales que están implantados en todo el territorio. En 2014, el trabajo de reforma del apoyo al sector continuará, evidentemente, con una atención muy particular puesta en la exportación de músicacon la Oficina exporta por ejemplo y, en la continuación del informe confiado a Christian Phéline, a una mejor remuneración de los artistas y una mejor distribución de los ingresos derivados de la música en la era digital.
Algunas de estas reformas pasan por la ley.
En materia legislativa, 2013 fue un gran año para el sector audiovisual, para elaudiovisual público especialmente con un acto legislativo muy importante votado por los diputados, que acojo con satisfacción y cuya presencia agradezco hoy. Hemos renovado profundamente el marco legal para dar aún más independencia al audiovisual público, a través de un método de designación de los presidentes encomendado al CEA y mediante la designación de los miembros del CFSincluso totalmente revolucionario y muy democrático, ya que el conjunto de los comisarios de asuntos culturales de la Asamblea Nacional y del Senado deberá por lo tanto obtener una mayoría de las tres quintas partes para poder elegir a los futuros miembros del CSA. Evidentemente, se trata de un gran avance democrático. También me he asegurado de que se realicen reformas importantes en relación con relaciones entre las emisoras y los productores. Fue en la continuación del trabajo de Laurent Vallet. También he confiado al CEA la posibilidad de evaluar el contexto económico en las asignaciones de frecuencias. El mantenimiento de la publicidad de día en France Télévisions que permite tener una legibilidad sobre las financiaciones del servicio público audiovisual. Todo ello ha permitido sentar las bases de una modernización fuerte de la regulación del sector audiovisual con el fortalecimiento de las capacidades del CSA para abordar todas las problemáticas esenciales que se plantean en la era digital.
Se han iniciado otras consultas con el conjunto de los cargos electos y de las asociaciones y profesionales. Estas son concertaciones que desembocarán en leyes en 2014: el derecho del patrimonio y la cuestión esencial de la creación, en todos sus aspectos, incluso digitales.
La ley del patrimonio. En 2013 celebramos el quincuagésimo aniversario de la Ley Malraux. 50 años de acumulación a veces desordenada de textos relativos al derecho del patrimonio. Por lo tanto, era hora de tener una gran ley sobre el patrimonio que permita abrazar también la creación arquitectónica que con demasiada frecuencia se olvida: se considera siempre que el patrimonio es necesariamente el pasado y se olvida la dimensión de creación que es totalmente coherente con la protección del patrimonio.
Debido a que existe una verdadera pasión francesa por el patrimonio, con demasiada frecuencia se olvida que nuestro derecho en materia de patrimonio no es tan eficaz y racional como se piensa. Algunos de nuestros monumentos, algunos de nuestros lugares más emblemáticos - el Mont Saint-Michel, los castillos del Loira - no están protegidos por textos sólidos. Los 38 - próximamente 40 - sitios inscritos en el Patrimonio Mundial de la Unesco no se benefician en derecho francés de mecanismos de protección particulares. Ese era el propósito de la ley: proteger monumentos y lugares que no lo eran y simplificar un sistema de protección demasiado complejo - Pienso, por ejemplo, en la multiplicación de todas estas etiquetas que acaban confundiendo. Muchos funcionarios electos participan hoy en los procesos de clasificación del Patrimonio Mundial de la Unesco, pero una vez que se obtiene la clasificación, ¿qué sucede? Aquí comienzan las dificultades porque hay un gran vacío.
También era necesario poder identificar hoy el patrimonio presente para poder protegerlo y valorizarlo mejor mañana. Era necesario introducir la calidad arquitectónica en el derecho del patrimonio. Permitir también que las obras de los museos salgan sin perjudicar su seguridad. Hacer los archivos más accesibles a los franceses. La ley de 2009 creó categorías de archivos incomunicables, amplió los plazos de comunicación de los archivos, lo que no favorece a una sociedad de confianza. Por tanto, es un gran reto democrático hacerlos accesibles.
Con esta ley de patrimonio, estas son las cerraduras que vamos a volar por una política patrimonial moderna, simplificada, eficaz y más cercana a los franceses.
La ley sobre la creación permitirá abrir un debate nacional sobre la contribución de la creación a nuestra democracia. Es totalmente inédito. La libertad de creación, que es también una de las misiones esenciales de las que el Estado debe ser garante, quedará así firmemente afianzada en la ley. El proyecto de ley tiene por objeto reforzar el servicio público de la cultura en favor de la creación artística. Refleja un fuerte compromiso del Gobierno con el empleo artístico, la protección social y la formación de los profesionales en los sectores de la creación y de la enseñanza artística. En el ámbito del espectáculo vivo, 150.000 personas trabajan en todo el territorio.
Con este proyecto de ley, se trata también de inscribir a Francia en esta cambio a favor de la excepción cultural en la era digital. Y abordar los cambios relacionados con la revolución digital. Habrá, pues, y es en la continuidad del trabajo que se comprometió con la entrega por Pierre Lescure de su informe el año pasado - Pierre Lescure que felicito por su elección como presidente del futuro festival de Cannes - con disposiciones sobre la mejora de la oferta legal, sobre la remuneración de los creadores y de los artistas (en particular en el sector de la música), sobre los derechos de autor, tanto para garantizar su protección en el universo digital como para adaptarla a la realidad de los usos. Este proyecto de ley se centrará, pues, en la lucha contra la piratería (respuesta graduada, pero también lucha contra la piratería comercial), pero también en la noción de dominio público, que hay que valorizar y proteger mejor para facilitar el acceso a sus obras.
Introducir la acción del ministerio y nuestras políticas culturales públicas en el 21eme siglo es modernizar y adaptar nuestras herramientas, pero también es abrirlos a las modalidades de la creación de hoy y de mañana, nuevos modos de difusión de la oferta cultural pero sobre todo a los prácticas y usos innovadores.
¿Cuáles son estos usos innovadores? Pienso, por ejemplo, en las prácticas de obras llamadas transformativas: el mash-up, el remix, etc. El otoño pasado lancé elOtoño digital que permitía precisamente trazar pistas para una política de usos digitales fuerte, que permita a través de la organización de un mash-up y de un hackaton mostrar la energía y la creatividad, en particular de los jóvenes, de estos usos innovadores que se apoderan de obras del dominio público. Esta nueva política digital iniciada en 2013 se materializará a lo largo de este año, especialmente en la ley con un trabajo en el dominio público.
Lo digital ha transformado la difusión y el acceso al arte y a la oferta cultural. Ha revolucionado los usos. Mi ambición es acompañar a nuestros conciudadanos para que constituyan, cada uno a su manera, un «capital digital»un capital cultural digital, que permita al mayor número posible de personas identificarse con la multiplicidad de la oferta cultural, dominar las herramientas innovadoras y explotar con discernimiento todas las posibilidades. No debe haber un fetiche digital. La tecnología en sí misma no es nada si no la usamos y si no la usamos para algo. Este es mi objetivo: mostrar que lo digital es relevante cuando permite tener una ampliación de su propio capital cultural. La revolución digital debe ser una revolución creativa y ciudadana.
Desde esta perspectiva, dado que siempre han desempeñado un papel importante en el acceso de todos los públicos a los saberes y a las artes y son nuestra arma más eficaz contra la fractura social, es importante que 2014 acelere la transformación de las bibliotecas a estos nuevos usos.
He hablado mucho de las librerías en 2013, 2014 será el año de las bibliotecas.
Responder a las nuevas necesidades es, para las bibliotecas, permitir una apertura cuando todos los públicos están disponibles, aunque soy plenamente consciente de la ambición que puede representar el tema de los horarios de apertura para nuestras colectividades locales. Responder a los nuevos usos, y es mi deseo para 2014, es ver evolucionar las bibliotecas hacia un servicio público digital de proximidad. Para permitir a todos "circular" mejor en lo digital, es decir, ser orientados, formados, educados en la abundancia de informaciones y saberes. Nuestras bibliotecas deben estar abiertas a estos nuevos usos, a todos estos públicos, abiertos al máximo número de personas un máximo de tiempo. También en este sentido, y para que la BPI, la Biblioteca Pública de Información, pueda ser una herramienta piloto en estos nuevos usos de las bibliotecas, he pedido a Christine Carrier que tome la iniciativa. Por lo tanto, su misión será trabajar con las bibliotecas del conjunto en este sentido.
Introducir nuestra política cultural pública en el XXIeme siglo es también dar paso a nuevos talentos, nuevas escrituras y mutaciones estéticas para una renovación de los públicos y de la creación.
Esto es lo que ha presidido el vasto movimiento de nombramiento que pude liderar en 2013. ¡Y era absolutamente vital! En el ámbito del espectáculo animado se han producido más de 50 nombramientos que han permitido, con determinación y convicción, tomar la decisión resuelta de la renovación y la apertura. ¡El teatro, en particular, lo necesitaba mucho! Soy particularmente orgullosa del balance de este año de nominaciones, e invito a aquellos que han podido dar una mirada crítica a tal o cual momento a mirar el balance de estas nominaciones, a mirar los rostros y a ver detrás de ellos las estéticas, las obras, las ambiciones, los proyectos de quienes encarnan este movimiento de nominación. Esta nueva generación que seguirá trabajando con los ancianos para llevar la renovación de la que se han enorgullecido siempre, décadas tras décadas, la creación, la difusión y la formación en el espectáculo vivo. Así que quise abrir las puertas.
Este movimiento de nombramiento continuará con la misma voluntad de apertura, la misma transparencia en los procedimientos y la misma exigencia, ya se trate de los grandes establecimientos nacionales o de los establecimientos certificados tanto en el sector del patrimonio como en el de la creación y del espectáculo vivo. Cada vez, el proceso es simple: los candidatos presentan su proyecto a los directores generales del ministerio interesados y a sus equipos, ya se trate de Michel Orier para el espectáculo vivo, de Vincent Berjot para el patrimonio, de Laurence Franceschini para el conjunto de las industrias creativas y el audiovisual y Jean-François Collin, secretario general. Las candidaturas se presentan con proyectos que se comparan. Se establecen pre-selecciones, paritarias. No existe un sistema para el nombramiento de mujeres. Pero observo que, al establecer procedimientos transparentes, hemos pasado del 15% - 20% de mujeres candidatas a la cabeza de establecimientos culturales a más de 50% de mujeres candidatas. Es mi mayor orgullo.
Anclado en el XXIeme siglo, abierto a las evoluciones del mundo de la cultura y armado con herramientas adaptadas y renovadas, el Ministerio de Cultura y Comunicación está de vuelta.
Es plenamente consciente de los retos del mundo de hoy y de las exigencias presupuestarias en nuestro contexto de equilibrio de las cuentas públicas, que he querido, por mis opciones políticas y los trabajos que he emprendido desde mi llegada, devolver todo su sentido a las misiones de este hermoso ministerio.
Lejos de las quimeras que habían acabado por sofocarlo, grandes monumentos elaborados para llenar un vacío del pensamiento, lejos de las renuncias a combatir las rentas, lejos de las hipocresías que en los últimos años habían levantado una cortina de humo que más o menos cubría la ausencia de atención no sólo al mundo de hoy sino también a lo que, en mi opinión, permanece y debe seguir siendo el objetivo de toda política pública de la cultura: el servicio público de la cultura.
La misión de servicio público está en el corazón de mi ministerio. Para permitir el acceso de todos nuestros ciudadanos a la cultura. Para dar a todos la posibilidad de ser verdaderos protagonistas de la vida cultural de nuestro país.
La cultura no es una ocupación para perder el tiempo cuando no hay nada mejor que hacer. La cultura es esencial, la cultura es un cambio interior, social. La cultura es siempre subversiva. Hay que favorecer la emergencia de esos espacios de libertad que son los espacios culturales.
Estos espacios deben ser accesibles para todos. Debemos implementar políticas innovadoras dirigidas a las personas con discapacidad, a las personas del ámbito social. Porque la cultura es un factor de inclusión, de ciudadanía, pero también un arma de lucha contra las discriminaciones, contra la exclusión. Esto no quiere decir que se dé únicamente a la cultura ese objetivo ciudadano o pedagógico. Lo que está en juego es que todo el mundo tiene derecho a reunirse con el arte que permite construir nuestro espacio de libertad interior.
El servicio público de la cultura es también la política en favor de la juventud. Lo hice mi prioridad cuando llegué aquí.
La juventud son las escuelas superiores del Ministerio de Cultura y Comunicación que están bajo mi responsabilidad, ya se trate de las escuelas de arte, las artes decorativas, la arquitectura, la fotografía, el espectáculo vivo, la música, la danza, del patrimonio o del cine. Debemos fortalecer la red de nuestras escuelas. Esto es lo que garantiza el éxito de nuestros estudiantes, la valorización de nuestra formación de excelencia y su visibilidad internacional. Cuando hablo de formaciones de excelencia, es porque nuestros estudiantes procedentes de estas escuelas tienen una tasa de inserción en la vida profesional y trayectorias bastante notables.
Debemos hacer de laeducación artística y cultural nuestra prioridad. lo repetiré mientras esté aquí. El camino hacia la igualdad de oportunidades para todos pasa por políticas ambiciosas en materia de educación artística y cultural. Velamos por ello, con los ministerios de Educación Nacional, Juventud y Deportes, de la Universidad. Construimos juntos las bases comunes de una nueva escuela.
Por primera vez, en la ley de refundación de la escuela, el itinerario de educación artística está inscrito y entra en particular en la base común de conocimientos. Es necesario que sea accesible para todos. Para los alumnos en situación de abandono escolar, el acceso a prácticas artísticas, el encuentro con artistas, con obras puede ser un elemento esencial, desencadenante, para recuperar la confianza en sí mismos y en la escuela.
Esta política se hace por supuesto con las colectividades territoriales. He tomado la decisión, resuelta, de acompañar a estas colectividades, en particular a las que han sabido aprovechar la reforma de los ritmos escolares para desarrollar acciones de calidad sobre el tiempo extraescolar en materia artística y cultural. Los créditos del Ministerio de Cultura y Comunicación se han incrementado en un 25 en esta materia para poder financiar 1000 proyectos suplementarios cada año en materia de educación artística.
El 16 de septiembre pasado, en el Louvre, tuve movilizado a todos los actores en torno a la educación artísticay les agradezco por haber respondido presentes. El Louvre va a desarrollar un gran proyecto para inscribir la educación artística, la acogida de alumnos, clases y profesores en el ala Richelieu, es decir, en el corazón del museo más grande del mundo. Pienso también en nuestros grandes teatros nacionales que están decididamente comprometidos con la educación artística y cultural. Pienso en la Filarmónica de París, que será un lugar esencial porque la educación artística está en el centro de la concepción y el éxito del proyecto. Y pienso en Radio France, que ha desarrollado para la reapertura de la Maison de la radio este otoño un proyecto innovador y ambicioso de acogida de los jóvenes.
Citaba estos ejemplos, pero también sé que cada uno de vosotros está comprometido en itinerarios de educación artística y cultural, que por supuesto habrá que seguir desarrollando. La ambición debe ser inmensa. La ambición debe ser la generalización de lo que hoy sólo afecta a uno de cada cinco niños. Generalizar y fijarse un Ambicioso objetivo de llegar al 100% de los niños para 2017.
El servicio público de la cultura para los jóvenes es también permitirles, como en el cine, tener acceso especial para descubrir el cine en sala. En las salas se aprende a amar el cine y la sala debe seguir siendo el lugar de encuentro con las películas. La reducción del IVA sobre la entrada en la sala de cine permitió lanzar, el 1 de enero, con la FNCF, el precio único de 4 euros para menores de 14 años aplicado desde el 1 de enero por todos los miembros de la FNCF. Esto permite derribar muros entre estos jóvenes, sus familias, ya que vendrán en familia, y la cultura.
2014 será el año de dos nuevas iniciativas importantes para los jóvenes: una Buena temporada en el espectáculo vivo que tendrá por objeto hacer visible la creación dirigida a la infancia y la juventud. He pedido también a las instituciones nacionales y a los DRAC, en relación con las escenas subvencionadas, que me hagan propuestas para que haya teatro y en los teatros una oferta de tarifas adaptada a los jóvenes y programas dirigidos a la juventud, la primera infancia. ¡El objetivo ideal es animar a los niños a llevar a sus padres al teatro!
La televisión desempeña por fin un papel esencial en este servicio público de la cultura.
France Télévisions es una herramienta preciosa, inestimable al servicio de nuestros conciudadanos. Quiero saludar también a ARTE, TV5 y France Média Monde. Por tanto, he pedido a France Télévisions que me proponga, y esto es lo que se hará en esta primavera 2014, una oferta para France 4, para que Francia 4 se convierte en la cadena de la juventud en todas sus dimensiones, es decir, la cadena de los niños, de los jóvenes públicos, de las nuevas escrituras, de las escrituras jóvenes. La nueva cuadrícula se presentará en marzo y será un gran espacio de confianza para los niños, los jóvenes y sus familias. Un espacio de audacia e innovación para atraer a audiencias preocupadas por la calidad de lo que se les ofrece. También he pedido que se reflexione sobre propuestas para renovar elambición regional y de proximidad de la televisión pública a través de la red France 3.
Se habla mucho del vínculo que asocia la televisión con su público. Este vínculo se mide - y es normal - de manera cuantitativa. Y es esta medida cuantitativa la que se hace pública, por supuesto, se comenta, y luego sirve un poco de palanca. Los profesionales utilizan los enfoques cualitativos, los estudios de satisfacción, pero merecen completarse y compartirse más con el público y la prensa. Así que le pedí al INA, el Instituto Nacional de Audiovisual, que trabajara con las cadenas - y deseo que el mayor número posible de canales puedan asociarse a este proceso, incluidos los canales privados - y los profesionales para poner de relieve medidas más cualitativas de la audiencia de televisión. Todo el mundo gana. Es importante saber cómo los espectadores han disfrutado de un determinado programa, más allá de su mera presencia delante del televisor. Y pienso que también debemos trabajar con grupos de telespectadores sobre la satisfacción o no, la curiosidad, la sorpresa que han podido sentir ante tal o cual programa.
El servicio público de la cultura consiste en favorecer el encuentro de la gente con la creación y las obras de arte cotidianas. El servicio público de la cultura es devolver las obras a quienes realmente pertenecen.
Y este es el sentido de una política sobre la que quiero insistir hoy en materia de restitución de obras robadas durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis. La acción del Estado desde hace unos veinte años ha permitido la restitución de 70 obras y yo mismo, a principios de 2013, procedí a la restitución de 7 obras a los descendientes de sus legítimos propietarios. Pero el tiempo pasa y todavía tenemos en nuestros museos un cierto número de obras que sabemos con certeza que han sido expoliadas.
Así que pedí una nueva política de restitución se inicie con una nueva ambición : buscar nosotros mismos los propietarios de estas obras y sus descendientes incluso en ausencia de demanda de restitución. Hasta ahora se esperaba que los propietarios o los derechohabientes se manifestaran. Ahora son los servicios del Ministerio de Cultura y Comunicación, los servicios de los Museos de Francia con la comisión de indemnización de las víctimas de la Shoah los que van ellos mismos a buscar la genealogía de estas obras. De las 145 obras cuyo despojo es casi seguro, la procedencia de 28 obras está siendo identificada por el grupo de trabajo que he creado. Es un resultado muy prometedor, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad del trabajo de investigación que quisiera que todos estimaran. Ya se ven los primeros avances ya que tres obras son restituibles sin demora a sus propietarios legítimos. Se trata de un paisaje del pintor flamenco Joos de Momper, Paisaje montañoso, un retrato de mujer del siglo XVIII y un óleo sobre madera que representa a una Virgen con el Niño. Los devolveré muy pronto a los derechohabientes de su propietario en el momento de su expoliación.
Estas obras llevan en sí la huella de la historia. Una historia constitutiva de la historia de Francia. Estas obras tienen una exposición permanente en los museos a los que están confiadas. Pero no pertenecen a Francia. Están depositadas en los museos nacionales y deben ser devueltas a los derechohabientes de sus legítimos propietarios. Son conmovedoras. Por su belleza, pero también por su historia. Llevan en sí mismos los estigmas de la barbarie y de la suerte trágica de aquellos a quienes pertenecían.
Devolver las obras a aquellos a quienes pertenecen es también devolver al conjunto de los franceses un patrimonio que es suyo y que debe ser suyo. Así pues, voy a devolver a todos los franceses, cuando hace algunos años se plantearon amenazas de privatización, el Hotel de la Marina el año que viene después de que Defensa se vaya. Sus espacios más destacados estarán abiertos a la visita del Centro de Monumentos Nacionales, que se convertirá en su propietario. El rechazo suscitado por la perspectiva de una privatización del Hotel de la Marina, prevista para 2011, ilustra el vínculo particular que une a nuestros conciudadanos y al patrimonio.
El Hôtel de la Marine encarna la historia de Francia. Por tanto, era esencial y legítimo que pudiera formar parte de este patrimonio tan específico y tan remarcablemente valorizado por el Centro de los monumentos nacionales que constituyen nuestros edificios más bellos.
El servicio público de la cultura es permitir que este vínculo particular entre los franceses y el patrimonio prospere en el respeto de lo que se hace.
En este sentido, deseo encomiar la labor realizada con nuestros asociados de la Federación de Rusia sobre la reanudación del proyecto de centro cultural y cultural ruso en París cerca del Quai Branly. El proyecto que había descubierto al llegar podía suscitar, con razón, preocupaciones por nuestro patrimonio y en particular nuestro patrimonio parisino y las orillas del Sena clasificadas en la UNESCO. Hemos reanudado este proyecto con la Federación de Rusia, que es propietaria del sitio desde 2011. El arquitecto Jean-Michel Wilmotte ha presentado un proyecto que creo que es mucho más respetuoso del patrimonio parisino y que será, arquitectónicamente, un gesto muy bonito.
Alimentar y fomentar este vínculo entre los franceses y su patrimonio es también relanzar una política ambiciosa de encargos públicos, invitando a los artistas a intervenir en los lugares de la vida cotidiana. Esto pasa por la circulación de las colecciones públicas en todo el territorio nacional, no solo en los lugares institucionales sino también en los lugares no dedicados al arte.
Quiero hacer hincapié en el mundo del trabajo y las empresas. Es una política que se inscribe de manera positiva en el mundo de la empresa. Cada uno de nosotros pasa un tiempo importante de su vida en su lugar de trabajo. La presencia del arte en el espacio del trabajo puede contribuir a aportar un bienestar y unos valores nuevos, innovación y un enfoque más colectivo, un verdadero diálogo y un intercambio para la renovación del vínculo social. Creo en la capacidad del arte para interrogar al mundo tal como es, para interrogar a la sociedad contemporánea.
2014 será el año de «la empresa en funcionamiento», un programa de circulación de colecciones en las empresas y en los sitios industriales. Este programa se lanzará en junio próximo.
He pedido a varias instituciones del Ministerio que elaboren una oferta para empresas que puedan presentarse como candidatas. Cuando hablo de las empresas, pienso, por supuesto, en primer lugar en los que trabajan allí, los asalariados, para que puedan tener acceso a obras de arte cuando su ritmo de vida no siempre les permite disponer de tiempo para ir a los museos. El Museo de Cluny, el Museo de Ecouen alrededor del Renacimiento, el Museo Guimet, el Museo Fernand Léger, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, el Mobiliario Nacional y Sèvres-Cité de la Cerámica ya han respondido a la llamada. Por parte de las empresas, los comités de empresas de las industrias eléctricas y del gas, de la RATP y de la SNCF están dispuestos a comprometerse.
Invito ahora a las instituciones culturales de la región y a las colecciones privadas, incluidos los coleccionistas particulares, a unirse a la operación "la empresa en marcha", que se renovará cada año.
Esta política se aplica también con las colectividades locales y los asociados privados y gracias al patrocinio. Un mecenazgo cultural que representa en Francia 500 millones de euros cada año. Un mecenazgo importante para la cultura en nuestro país, que ha progresado mucho, pero que no puede sustituir a la inversión pública. Por otra parte, este no es el objetivo del mecenazgo que desarrolla en las empresas una verdadera ciudadanía cultural. Un mecenazgo que acompaña proyectos en todo nuestro territorio y esto debe hacerse con buena inteligencia y con un espíritu de confianza con las instituciones culturales. Pero un mecenazgo que nunca sustituirá a una política nacional, una política pública ambiciosa para la cultura.
Estos son, damas y caballeros, los objetivos que he fijado para el Ministerio de Cultura y Comunicación en 2014.
Son muy ambiciosos. Porque, como les dije, estamos orgullosos de nuestro patrimonio cultural y de nuestra red de creadores. Tenemos una visión positiva, dinámica de la cultura. Este orgullo no se basa en un nacionalismo atrofiado, retrógrado, ni en un folklorismo cualquiera, sino en una visión de apertura, de diálogo con el otro, de intercambio y acogida, de cruce de las estéticas que crean fecundidad.
Quiero una prueba de ello iniciativa magnífica que suscita en nuestros conciudadanos un formidable impulso: las conmemoraciones de la Primera Guerra Mundial. Estamos en 2014, han pasado 100 años. El Ministerio de Cultura y Comunicación, con los servicios de los archivos departamentales, ha trabajado para que durante el año 2014 y durante los próximos cuatro años, se ponen a disposición de todos nuestros conciudadanos los registros de los 9 millones de soldados franceses implicados en este conflicto. A través de un portal dedicado, el público podrá acceder a una parte de la vida de los soldados en las trincheras. Para que algunos puedan recuperar parte de su historia familiar y para que toda la comunidad nacional pueda reflexionar sobre su pasado y su historia. Una historia de la que somos legatarios, una historia que nos inspira a construir un futuro seguro, que aborda los cambios tecnológicos con serenidad y creatividad.
Le doy las gracias.