En las mitologías alrededor de Hollywood, hay el brillo de las estrellas de
cine, los arreglos entre agentes, estos creadores de la sombra que son
los guionistas, el ritual de los Oscar... Y por supuesto están las majors. Estos
gigantes olímpicos, que dominan el mercado mundial del cine, son
rara vez asociados a la promoción del pluralismo y la diversidad
imagen está marcada al servicio de una hegemonía americana de
el entretenimiento, en frente de la cual algunos resistentes de la aldea global
intentarían en vano resistir defendiendo su excepción cultural.
Sin embargo, usted es la prueba viviente de que estas oposiciones binarias son
ya bien fechadas, puesto que a la cabeza de las cooperaciones internacionales del
primer distribuidor mundial del que usted es Vicepresidente, usted trabaja
ejemplar a la promoción, en el mundo del cine, de la
diversidad cultural.
Casablanca, El puerto de la angustia, hoy las películas de Clint
Eastwood... Las obras maestras marcadas con el sello «WB» son
innumerables. En la historia del cine mundial, el Warner despliega la
magia de su logo desde hace más de 8 décadas. Personalmente soy
obviamente muy apegado al extraordinario catálogo de una casa
películas han hecho soñar al mundo entero, y cuya capacidad de inspiración ha regado
los creadores de todas las lenguas y de todas las escuelas.
Una casa con la que estás vinculado desde tus inicios profesionales
cuando, después de sus estudios de lingüística y matemáticas en la Universidad
de Nueva York, se une al grupo como becario en Australia y en el
Japón. Tras un recorrido de impresionante progresión,
llegado en 1992 a su posición actual de Vicepresidente Ejecutivo para
la acción internacional de Warner.
Desde entonces, usted ha hecho suyo el adagio «pensar global, actuar local», en
teniendo en cuenta el potencial de las especificidades nacionales para la estrategia
de su grupo. Bajo la bandera de la diversidad se esconde a la vez una
valor y de los yacimientos de rentabilidad para la distribución, la producción y
la coproducción. Diversidad de lenguas, en primer lugar: haciéndote el
defensor de la «V.O. », usted desea permanecer lo más cerca posible del público
que usted apunta, mientras que le hace el abogado de un pluralismo de mejor en
mejor admitido en el mercado global. Diversidad, también, de las producciones
nacionales que usted apoya, aun asumiendo riesgos: pienso por
ejemplo a Luca Lucini con su Tres metros bajo el cielo, que vino
unirse a los directores italianos que ha elegido acompañar,
junto a Sergio Rubini, Carlo Verdone o Michele Placido -
Italia, por lo demás, os lo habrá agradecido, haciéndoos
comendador de la Orden del Mérito. En el catálogo de la Warner, usted tiene
ha añadido los mejores talentos del mundo, desde Hong Kong,
ejemplo, con Johnny To y Wai Ka-Fai para Turn Left! Turn Right! en
2003, a Pedro Almodóvar por Habla con ella y La mala educación.
Richard Fox es también un gran amante del cine francés. Les
Los más variados realizadores han podido contar con vuestro apoyo, de Claude
Lelouch a Roman Polanski, Cédric Klapisch, Merzak Allouache, Alain
Berberberrian, Frédéric Forestier o Thomas Langmann. También en este caso,
habéis sabido apostar por la diversidad de los géneros, entre películas también
diferentes como Museo alto, museo bajo de Jean-Michel Ribes, Les Bronzés
3 de Patrice Leconte o incluso Coco Channel y La Fille de Monaco
de Anne Fontaine. Cada vez, con sus equipos, se trata de un trabajo
de Oro para medir el potencial de la
éxito internacional para producciones nacionales. En el caso de Un
largo domingo de noviazgo de Jean-Pierre Jeunet, así habéis probado
la película en Alemania, España e Italia, para ver si el injerto era
puede tomar en una escala más amplia.
Para ello, la Warner se apoya en la extraordinaria red de sus oficinas
de campo, que usted ha establecido, cuyos primeros fueron
precisamente Francia y Alemania, que implican desde España,
Italia, Japón y Brasil. Las producciones nacionales - que
profesionales del mercado global persisten en llamar «locales» -
representan una creciente cuota de mercado, en la que
ha tenido el instinto de ver una oportunidad estratégica para su grupo. La
profesión le ha reconocido plenamente este talento en usted
hace unas semanas, en Las Vegas, el CinemaCon
Premio Picaporte a los que, como vosotros, son capaces de
desarrollar estrategias en el mercado internacional del cine
ejemplares.
El cine francés está especialmente contento de poder contar con
los principales socios para los que un enfoque de mercado, basado en la
búsqueda de la rentabilidad, no es antitético, por el contrario, con la
promoción de la diversidad cultural. Con vosotros, la diversidad es un valor
en todos los sentidos, de ahí su compromiso con la
Cinéfondation, creada por el Festival de Cannes en 1998, cuyos objetivos
de apoyo y renovación de la creación cinematográfica en el
mundo se adhieren plenamente a los suyos. Como Ministro de Cultura
y de la Comunicación, concedo, como saben, una importancia
de esta convergencia entre dos enfoques que a menudo se
oponer por facilidad, y que sin embargo pueden encontrar las pasarelas
necesarias para alcanzar un objetivo común: la preservación y la
promoción del pluralismo de la creación cinematográfica.
Por todas estas razones, me siento especialmente feliz, en nombre de la
República Francesa, entregar las insignias de Oficial en orden
de las Artes y las Letras.