Dennis Hopper, que acaba de dejarnos, se había convertido en uno de los
«Gigantes» del cine americano, para retomar el título de una película donde
apareció en su debut junto a James Dean.
Era también una figura de la libertad, hecha de audacia y modernidad
y un artista completo, extremadamente dotado: actor, director,
fotógrafo, pintor y gran coleccionista de arte contemporáneo,
también aficionado a la arquitectura. Se codeó y supo reconocer con
certeza los talentos de Warhol, Rauschenberg, Lichtenstein, o
Basquiat, como ha demostrado tan bien la exposición que la Cinemateca
Fue consagrada hace dos años.
Para nosotros, ha entrado definitivamente en la leyenda del cine
americano mediante la realización e interpretación de «Easy rider», excepcional
road movie que dio nueva vida a Hollywood. Y tendrá
marcado por su presencia inquietante y tan singular de las películas también
mayores que «La furia de vivir», «El amigo americano», «
Apocalipsis now» o «Blue Velvet». Dennis Hopper era un ser
un hombre de los extremos y un artista extremo que
seguía sus deseos, fascinante y terriblemente entrañable.
Communiqué de presse
Homenaje a Dennis Hopper
Homenaje de Frédéric Mitterrand, ministro de Cultura y Comunicación, a Dennis Hopper.
Publié le 29.05.2010
Partager la page