Frédéric Mitterrand, ministro de Cultura y Comunicación,
Acoge con satisfacción la carrera, la exigencia y el talento excepcional de Ben Gazzara;
actor de culto fallecido esa noche en Nueva York.
Ben Gazzara acaba de dejarnos, 23 años, día a día, después de la
desaparición de su alma gemela John Cassavetes. Ben Gazzara fue un
actor multifacético, intenso, con presencia visceral. Sus opciones de
carrera eran valientes, algunos sin duda han desviado de un
destino que podría haber hecho igual a los monstruos sagrados americanos de
su generación. Tenía la estatura y el estilo.
Tuve la oportunidad de recibirlo en la Villa Medicis y había sido marcado
por la profunda humanidad de este actor culto muy apegado a Francia.
Admiraba su talento, su poder natural de actor que le hizo
subir las escaleras más altas de Broadway y Hollywood.
Formado en el Estudio de Actores, lanzado en 1955 en las tablas de Broadway
al lado de Barbara Bel Geddes en «un coño sobre un tejado ardiente»,
socio de los más grandes directores incluyendo Otto Preminger, su papel
en «Husbands» rodada por John Cassavetes en 1970 inaugurará un
tándem original y notable que más contribuirá a la huella
dejada por Ben Gazzara en el cine americano. Ben Gazzara
continuará en 1976 su colaboración con Cassavetes en «The Killing
de un Chinese bookie», y en 1977 en «Opening Night» junto a
Gena Rowlands.
Sus opciones profesionales a veces fuera de lo común, siempre sinceras,
lo honran y obligan al respeto. Lo llevarán a trabajar con
David Mamet, los hermanos Coen, Spike Lee a finales de los 90, o
de nuevo Lars Von Trier en 2005.