Esta nueva cita de verano se inaugura el 12 de julio de 2011
el honor de los "oficios de arte tunecinos".
Imagen de un Túnez plural, la exposición pone en escena los conocimientos de ayer
y de hoy en toda su diversidad, y devuelve la atmósfera de un Túnez
profunda y verdadera. Bordados, cerámica modelada, herrería, cerámica,
madera pintada, cestería, etc. testimonian aquí la supervivencia de tradiciones artesanales,
a veces milenarios, como la extraordinaria creatividad de los talleres
de arte.
Esta exposición reúne piezas antiguas y contemporáneas de
diferentes regiones de Túnez, del norte al sur de este país polifacético.
Se rinde un homenaje especial a la «mano» femenina y a su importancia
en el mantenimiento y la promoción de la artesanía. Muchos
piezas expuestas son obras de mujeres, procedentes de regiones y de
medios sociales muy diferentes.
Un proyector también se pone en objetos de los centros
de producción muy antiguos, a menudo de una sorprendente modernidad, que sufren
la falta de visibilidad que amenaza su propia existencia.
La comisaría de esta exposición fue confiada a Mohamed Messaoudi, coleccionista,
apasionado del arte, de la historia y de la antigüedad. En los años 90, él
abre sucesivamente la Galería Driba, primer espacio de arte de la ciudad de La
Marsa, que está detrás de la revelación de muchos jóvenes artistas
de talento, luego en 1993, el Atelier Driba, AD 93, y apuesta por la rehabilitación del
patrimonio artesanal tradicional tunecino. Inspirándose en las colecciones antiguas,
crea un nuevo concepto de objetos. El Taller también forma
jóvenes artesanos y estudiantes a las técnicas que ha desarrollado y perfeccionado.
Esta exposición está organizada en colaboración con L'Institut Français y con
el apoyo del Ministerio de Cultura tunecino.