Algo bastante raro, había recibido tres Molières, en 1991, 1996 y 2002, pero también un César, muy recientemente, este año, por su actuación en "Un conte de Noël " de Arnaud Desplechin. Reconocido por sus compañeros como por los públicos más amplios, figura emblemática de nuestro teatro, Jean-Paul Roussillon era también muy solicitado por el cine y la televisión. Actor o director, tanto en el pequeño como en la gran pantalla, sobresalía en todos los repertorios. Fue para todos una referencia, en Molière como en Beckett, en Marivaux como en Ionesco.
Era de los que pueden imponerse en todos los registros por la sola fuerza de su presencia, por un oficio totalmente poseído, y muy a menudo trascendido por la gracia. Ponía todo su talento al servicio del texto. Y en este servicio no habrá dejado de crecer.
Jean-Paul Roussillon acababa de despedirse en el teatro de la Colline au moi de mai, en la Cerisaie de Tchekov, donde actuaba como el viejo mayordomo Firs. Interpretaba de manera conmovedora el papel de un hombre que ve su vida irse. Jean-Paul Roussillon casi muere en el escenario a imagen de su jefe Molière.
París, viernes 31 de julio de 2009