« El hecho de que estemos en territorio rural no significa que la oferta artística no deba ser de calidad ». Es la hoja de ruta que Michaël Dian, director artístico del Festival de Chaillol y del Espacio Cultural del mismo nombre, ha decidido seguir. Desde hace más de 20 años, este músico apasionado diseña una programación rica y exigente que lleva la música a lugares insólitos y a las ciudades y pueblos de los valles del Champsaur Valgaudemar, del Buëch Dévoluy, del Avance, a los confines de la región ProvenzaAlpes-Costa Azul.
Juego de resonancias
Michaël Dian nació en Marsella. Sin embargo, los Altos Alpes terminaron por impregnar su identidad durante los veranos de su infancia. « Este territorio tiene sus propios recursos culturales, ricos e inspiradores. Los músicos que vienen aquí son puestos en diálogo con esta riqueza y encuentran una verdadera reciprocidad en el intercambio », declara. En la clave de las relaciones, una disposición de espíritu que permite « hacer gestos interrogantes, porque estos lugares facilitan el encuentro. Los músicos invaden plenamente los pueblos, las plazas de mercados, las salas de fiestas, el bosque... El Festival de Chaillol lleva un concierto al día en cada municipio ». Más allá del festival, el pianista fundó el Espacio Cultural de Chaillol para inscribir plenamente la música en el entorno directo de los habitantes.
Habitar juntos el tiempo y el espacio
« El concierto es una de las posibilidades de interacción entre artistas y habitantes, existen otros espacios de relación », precisa el director que fue condecorado con el título de Caballero de las Artes y las Letras en 2018. Así, durante todo el año se organizan encuentros y talleres con públicos específicos y con los niños.
« Invertimos en los lugares que ya se viven a diario y esto devuelve el gesto artístico a su sentido más profundo de gesto artesanal. Los artistas pasan una semana con nosotros, lo que representa un largo tiempo para aquellos que están acostumbrados a saltar de un taxi a un avión en 24 horas... Viven al ritmo de los lugares y de los habitantes. Salen, ellos también, rejuvenecidos ».
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