La etiqueta exposición de interés nacional (EIN) fue creado en 1999 para permitir a los museos territoriales organizar exposiciones importantes animadas por una política cultural y educativa de calidad dirigida a diferentes públicos.
Seleccionadas en función de su calidad científica y del carácter innovador de las acciones de mediación cultural que las acompañan, las exposiciones de interés nacional se inscriben en el marco de la política de difusión y ampliación de los públicos llevada a cabo por el Ministerio de Cultura. También participan en su política de acción territorial, con la búsqueda de un reparto justo de la ayuda del Estado entre las colectividades territoriales portadoras de proyectos. Por último, son la ocasión de poner en valor las asociaciones establecidas entre museos de Francia (itinerancia de la exposición, coproducción, préstamos)pero también con los museos nacionales para facilitar y valorizar la circulación de obras de las colecciones nacionales dentro de los territorios, lo más cerca posible de los públicos alejados de ellos.
2023-2024 sello otorgado a una exposición presentada en dos sitios en Bretaña: "¡Morir, qué historia!"
La exposición cuestiona la relación entre los vivos y la muerte. Muestra cómo esta relación particular produce formas de ser, de pensar y de actuar a las que toda sociedad está apegada.
La muerte de los demás es en sí misma fuente de trastornos, tanto para el individuo como para la sociedad. Para intentar superar esta prueba, las sociedades inventaron ritos funerarios con vocación de asegurar la paz de los vivos.
La exposición propone cuestionar estos rituales: el ceremonial, los gestos, las palabras y los objetos que, calmando y asignando un nuevo lugar a cada uno, contribuyen a restablecer un orden social trastornado. Si bien las preguntas son comunes, las respuestas son singulares y reflejan una gran diversidad cultural. Desde la perspectiva de la cultura occidental, en particular la de los bretones, la exposición presenta diferentes puntos de vista tanto sobre la percepción de la muerte como sobre las etapas del luto. La presentación de prácticas no occidentales permite comprender mejor las nuestras y su alcance universal.
Los bretones y la muerte
Si bien los bretones comparten con otras culturas ritos y arquitecturas como los osarios de los corrales parroquiales y algunas linternas de los muertos, su tradición popular está llena de relatos poco comunes. En el siglo XIX, Anatole Le Braz recoge canciones y cuentos populares de Bretaña armoricana. Compone, entre otras cosas, su colección La leyenda de la muerte, heredado de las vigilias fúnebres y verdadero testimonio de una tradición en el cruce de los dos mundos. Anécdotas, cuentos, proverbios, refranes e Intersignes se unen para anunciar la próxima muerte...
L'Ankou fleuri, Jean Urvoy (1898-1989), 1960, © Colección Museo de Arte e Historia, Saint-Brieuc
Entre las figuras recurrentes de estos cuentos destaca la del Ankou, particularmente importante y singular en la mitología bretona. Según algunos eruditos, estaría asociado con el dios galo Sucellos, cuya función consiste en asegurar la perpetuación de los ciclos de las estaciones, la alternancia de la noche y el día, la muerte y el renacimiento.
A menudo confundido con la Muerte, no es más que su siervo. Es en efecto un personaje «psicobomba», recoge las almas de los difuntos en su carro chirriante y los lleva al Otro Mundo pasando por los Montes de Arrée. También se encuentra en algunas iglesias bretonas como Ploumilliau o Pleumeur-Bodou.
En la práctica
La exposición abre primero sus puertas al público alabadía de Daoulas (Finisterre) del 9 de junio al 3 de diciembre de 2023
Del 2 de junio al 17 de septiembre de 2023
Todos los días de 10:30 a 19:00
Noche cada último viernes del mes hasta las 21:30
Del 18 de septiembre al 3 de diciembre de 2023
Todos los días de 13h30 a 18h
Noche cada último viernes del mes hasta las 20:30
Se presentará al Museo de Bretaña en los Campos Libres en Rennes del 16 de marzo al 21 de septiembre de 2024
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