Dondequiera que uno esté en Francia, en metrópolis o en ultramar, en el campo o en la ciudad, el Verano cultural está allí. Objetivo de este dispositivo: garantizar que todas y cada una puedan participar en la vida cultural de su territorio durante el período estival, en particular los que no parten de vacaciones. Las cifras hablan por sí solas: en 2024, el Verano Cultural apoya 2.700 proyectos en los que participan no menos de 33.000 artistas y profesionales de la cultura, con la participación activa de las direcciones regionales de asuntos culturales y de 21 operadores y asociaciones nacionales.
Una edición muy deportiva...
En este año olímpico, esta edición 2024 se inscribe en el marco de la operación nacional «Vacaciones olímpicas y paralímpicas». Esta iniciativa del Estado tiene por objeto proponer una oferta educativa y de ocio en torno al deporte para los jóvenes y sus familias, en particular en los barrios prioritarios de la política de la ciudad (QPV) situados cerca de los lugares de competición. Los Juegos representan un momento privilegiado para difundir los valores del olimpismo y del deporte entre la juventud. Son también una oportunidad única para reforzar el atractivo cultural de los territorios. De este modo, el deporte será honrado durante el verano cultural a través de proyectos que favorecen los intercambios creativos entre las disciplinas artísticas y deportivas.
... y fiel a sus compromisos
Como en ediciones anteriores, se presta especial atención al público rural y a los habitantes de los barrios prioritarios de la política de la ciudad (QPV). El verano cultural tiene como objetivo conectar a estos públicos con una oferta local y dinámica. Gracias a la movilización de los profesionales de la cultura, la educación popular y las estructuras sociales, se propondrán manifestaciones en toda Francia, en todos los ámbitos, desde el libro a las artes visuales, pasando por el cine y el espectáculo vivo. La ambición: ir al encuentro de los niños, los jóvenes y sus familias para que se beneficien de talleres, espectáculos, visitas y otras aventuras. ¡Porque este verano la cultura no toma vacaciones!
Algunos proyectos emblemáticos llevados por las asociaciones y operadores nacionales
«Libros para uno mismo»: leer, soñar, crecer...
Desplegada a escala nacional por el Centro de promoción del libro juvenil en un centenar de ciudades de metrópolis y de ultramar, esta operación estival permite a 300 estructuras sociales y de solidaridad ofrecer a más de 5.000 familias un juego de narración por la imagen inédita, Tchou Tchou, creado por la artista Claire Garralon y de los Cheques Leer para ir a las librerías de proximidad.
Este programa favorece así la lectura compartida entre padres e hijos prioritariamente para las familias con grandes dificultades de acceso al libro, en los barrios prioritarios de la ciudad o en ruralidad y crea un vínculo en torno al libro.
¡Los Micro-Folies en Freestyle Extra!
La Villette organiza y asocia la red Micro-Folie con el festival de las culturas urbanas Freestyle Extra para impulsar una programación en el cruce de la cultura urbana y el deporte, accesible al mayor número posible de personas. Una treintena de Micro-Folies están invitadas, durante el período estival 2024, a imaginar un programa multidisciplinar para un verano de creación que combine el arte y el deporte. El objetivo es celebrar formas artísticas tan plurales como variadas - espectáculo, danza, música, performance, street-art, moda - y destacar los deportes olímpicos urbanos. De Bourg-en Bresse en Auvernia-Ródano-Alpes, a los Abymes en Guadalupe, a Bischwiller en Gran Oriente, ¡viva el Verano cultural en numerosos Micro-Foslies de toda Francia!
Transat: artistas en residencia de verano
En el corazón del proyecto de Transat: las residencias de artistas lo más cerca posible de los habitantes, en sus lugares de vida en el territorio metropolitano y ultramar. Se trata de proponer a la vez acciones que mezclan la creación con la difusión artística, pero también y sobre todo favorecer las condiciones del encuentro con los habitantes en múltiples formatos.
Transat ofrece residencias en lugares no culturales con especial atención a las zonas rurales. El diseñador de objetos de formación Guillaume Renaudin trabajará en este objetivo con un centro hospitalario en Montpon-Ménéstérol en Dordoña. Proyectos de residencia como los de Rebekka Deubner y Deborah Feldman realizados en colaboración con grupos de agricultores y de campesinos (CIVAM) y la Confederación Campesina de Deux-Sèvres, abordarán también la cuestión del desarrollo sostenible. También se favorecerán las residencias en los barrios periféricos de las ciudades. La artista multidisciplinar Anna Kawadji colaborará, por ejemplo, con un Establecimiento o Servicio de Ayuda por el Trabajo (ESAT) gestionado por la asociación Vivir de otra manera en Saint-Denis. Por otra parte, algunos proyectos solidarios como el de la cineasta Yuna Alonzo que hará residencia en un centro penitenciario de Marsella se aplicarán durante este verano cultural 2024.
Encuentre más información sobre la comunidad de artistas apoyados por los Talleres Medici y sus proyectos sobre el sitio web de la estructura.
Partager la page