En la extensión de los bienes culturales patrimoniales, el patrimonio mueble de las iglesias es sin duda el más frágil. Más allá de su interés estético y artístico, este patrimonio es también testigo de la vida y de la historia de las comunidades. Al haber perdido a veces su uso primario, a menudo está amenazado.

Desde hace más de diez años, según los modelos internacionales, el Ministerio de Cultura y Comunicación trata de promover la noción de conservación preventiva en todas las instituciones culturales y patrimoniales: actuar sobre el medio ambiente antes de actuar sobre el objeto. En la preocupación actual por el desarrollo sostenible, el mantenimiento del patrimonio se está convirtiendo poco a poco en una cuestión crucial.

La dificultad de la conservación preventiva en las iglesias se ve agravada por la falta de personal permanente y formado para las tareas de mantenimiento del patrimonio mueble. La responsabilización de los actores locales de la conservación del patrimonio, propietarios y usuarios, exige el establecimiento de herramientas sencillas y de fácil acceso tanto en su vocabulario como en su manejo.

Este es el objetivo de esta publicación, resultado de un trabajo académico. Después de cada evaluación, se dan consejos de acción inmediata, pero también de prudencia:
la especificidad de la conservación y de la restauración de los bienes muebles, protegidos o no en virtud de los Monumentos Históricos, justifica a menudo recurrir a las competencias de los profesionales cualificados cercanos .