Las grandes obras
Después de una larga campaña de restauración, el castillo real de Villers-Cotterêts se convierte en la Ciudad Internacional de la Lengua Francesa. Un lugar cultural y de vida totalmente dedicado a la lengua francesa y a las culturas francófonas.
Un proyecto presidencial en el castillo de Villers-Cotterêts
Desde la orden de Villers-Cotterêts en 1539 hasta la futura Cité, el castillo simboliza la dimensión eminentemente política que preside los destinos de la lengua francesa. Iniciado en 2018, el proyecto fue dirigido por el Centro de Monumentos Nacionales, que se encargó de la restauración y preparó la programación, con el Ministerio de Cultura.
Hacer sensible e inteligible al gran público lo que hace la lengua francesa es la finalidad de este proyecto totalmente inédito. Encarna una política renovada del francés y del plurilingüismo, inscrita en el plan presidencial para la lengua francesa y el plurilingüismo presentado en 2018 en respuesta a las expectativas de los francófonos de hoy y de mañana.
Llamada a reflejar las realidades del francés como lengua de intercambio, de creación, de innovación y de cohesión en un marco nacional e internacional, pero también territorial, la ciudad abrirá sus puertas próximamente. Será un lugar pluridisciplinar de descubrimiento y encuentro (recorrido de visita permanente, exposiciones temporales, espectáculos, conferencias), de aprendizaje (formación en francés, laboratorio de innovación pedagógica) y de trabajo (residencias de artistas, investigadores y empresarios).
Para ir más lejos:
Dedicado a la aventura del francés, el recorrido permanente ofrecerá una inmersión en el corazón de la lengua. Entrevista cruzada con Barbara Cassins y Xavier North, miembros de la comisaría científica.
Barbara Cassin es filósofa y filóloga, miembro de la Academia Francesa y Xavier North es inspector general honorario de asuntos culturales, antiguo delegado general a la lengua francesa y a las lenguas de Francia.
¿En qué consistirá el recorrido de visita permanente?
X. N. | El recorrido ha sido diseñado para hacer sensible un conocimiento sobre la lengua francesa, ofreciendo al mismo tiempo momentos de asombro, descubrimiento y aprendizaje. El francés será comprendido en su dimensión histórica, pero también en sus relaciones con otros idiomas. Las problemáticas del pasado siempre se relacionarán con las cuestiones de hoy.
B. C. | Este recorrido plantea más preguntas que respuestas. En materia de política lingüística, siempre se está en el filo de la navaja. Los acontecimientos, las prácticas lingüísticas, se presentarán en la ambivalencia de sus causas y de sus efectos. Comenzando por la ordenanza de Villers-Cotterêts, por la cual Francisco I hace escapar a toda una nación a la influencia del latín de los clérigos: permite al justiciable comprender lo que le sucede. Pero, ¿qué sucede después a todos los que hablan, no latín, sino esos «patois» que la Revolución francesa quiere erradicar en nombre de las luces de la razón? Hoy la ley Toubon, que obliga al uso del francés, favorece al mismo tiempo el enriquecimiento terminológico y la traducción. Y la lengua de hierro que es el francés colonial puede convertirse en botín de guerra y lengua de emancipación.
¿Cómo se articula con el proyecto global de la Ciudad?
X. N. | Cada parte de la exposición llevará un mensaje sencillo: el francés es una «lengua mundo», trabajada por la diversidad. En su materialidad de la lengua, es una invención continua. Es también un tema eminentemente político: el francés siempre ha sido asunto del Estado. Estas tres secuencias esbozan el proyecto cultural que desarrollará la ciudad.
B. C. | Una ciudad internacional de la lengua francesa se une al francés hablado fuera de Francia y como lengua entre las otras lenguas. Con la ambición de hacer reflexionar: ¿qué piensas de lo que ves?