Apoyo a las tecnologías lingüísticas y la normalización
La inteligencia artificial se encuentra ahora en el centro de los desafíos tecnológicos, y es objeto de un apoyo masivo de nuestros poderes públicos, iniciado en 2018 con el anuncio presidencial de un plan nacional sobre la inteligencia artificial.
El idioma ocupa un lugar central en la inteligencia artificial. Por un lado, la máquina se alimenta de datos en lenguaje natural, por lo que debe poder analizar y absorber grandes cantidades de información escrita u oral, por ejemplo, a través del reconocimiento de voz; por otro, lo que la máquina calcula y produce, debe poder restituirlo al ser humano, en forma comprensible, ya sea en forma escrita, como por ejemplo anuncios de acontecimientos culturales redactados automáticamente (robot-redacción) o en forma oral mediante síntesis vocal, y ello en el mayor número posible de lenguas, lo que implica el recurso a modelos lingüísticos avanzados para cada lengua.
El desarrollo y la mejora constante de estas tecnologías permite multiplicar las posibles interacciones con sistemas basados en la inteligencia artificial, hasta el punto de que son hoy omnipresentes en nuestra vida cotidiana.
Debemos asegurarnos de que el francés ocupa un lugar destacado en términos de herramientas pero también de recursos lingüísticos disponiblespara permitir el desarrollo de estas herramientas innovadoras, de lo contrario el francés no permitiría garantizar estas interacciones esenciales en nuestra vida cotidiana, ni acceder a la información, ya sea cultural o más generalista.
Es también un reto de soberanía para Francia y Europaya que la capacidad de desarrollar estas herramientas sin recurrir a actores extranjeros (hoy mayoritariamente norteamericanos o asiáticos) se basa en la disponibilidad de recursos lingüísticos y modelos de calidad en nuestra lengua.
Por último, se trata de garantizar que las normas que utilizamos (como las normas internacionales ISO) permitan el uso de estas lenguas y el fácil paso de una lengua a otra.