Proteger la diversidad y la exigencia artística
El Ministerio tiene en cuenta desde hace varios años la nueva situación de la economía digital para garantizar la capacidad del modelo francés de proteger la diversidad cultural y lingüística, así como la promoción de la creación y de la exigencia artística. Ello requiere, en particular, actuar para hacer evolucionar el marco jurídico y fiscal de las industrias creativas y garantizar una contribución equitativa de los agentes digitales a la financiación de las políticas culturales, así como una justa remuneración de los creadores.
Diversidad y exigencia artística
El desarrollo de la economía digital va acompañado de una concentración del mercado en torno a un puñado de poderosos actores mundiales. Esto implica en particular una jerarquización de las ofertas en torno a las pocas instituciones más visibles. El riesgo es entonces el de la normalización de las estéticas, frente a lo cual la promoción y la protección de la diversidad cultural y lingüística siguen siendo indispensables.
El Ministerio ha proseguido una acción activa sobre estos temas en las organizaciones internacionales y multilaterales (Unión Europea, UNESCO, OIF). Así, trabaja para adaptar los acuerdos internacionales a los cambios del entorno digital.
Regulación de las plataformas
El Ministerio de Cultura defiende el derecho de los Estados a regular para preservar la diversidad cultural, especialmente en el marco de las negociaciones comerciales y de las discusiones sobre el comercio digital. Apoya el establecimiento, a escala europea, de una mayor regulación de las grandes plataformas digitales. De este modo, Internet permitirá a todos los agentes culturales europeos aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen los nuevos mercados digitales.
A nivel nacional, la adaptación de los instrumentos de apoyo a la diversidad cultural implica en particular una adaptación de la cronología de los medios. También debe ir acompañada de una reflexión sobre los instrumentos de estructuración del sector de las industrias culturales y de promoción de los nuevos talentos y de la francofonía. Los algoritmos de selección en las plataformas de difusión representan un posible freno a la diversidad cultural. Sin embargo, pueden ser una verdadera oportunidad para apoyarla. La atención a la definición y regulación de estos algoritmos es, por tanto, una condición para la protección de la diversidad cultural y para una mejor remuneración de los creadores.
Preservar la remuneración de los creadores y la financiación de la creación
La acción del ministerio prioriza el reparto equilibrado del valor entre las grandes plataformas digitales y los derechohabientes. La justa remuneración de los creadores por la explotación digital de sus obras constituye también un reto importante. Por último, defiende el principio de territorialidad de los derechos, fundamento de la financiación de la creación.
En el cine y el audiovisual, la directiva "Servicios de medios audiovisuales"ha reforzado las obligaciones de financiación y exposición de las obras francesas y europeas. También recordó los principios del derecho de autor y las obligaciones de protección de los jóvenes públicos.
Además, el desarrollo acelerado de ciertas prácticas culturales digitales implica hacer evolucionar el marco jurídico y fiscal del sector cultural. Esto debe facilitar la aparición de nuevos modelos económicos que permitan la justa remuneración de artistas, autores y productores. Este paso es aún más urgente en el ámbito del live streaming del espectáculo vivo, que ha experimentado cambios rápidos y estructurantes. Algunas empresas provocan así la fragilidad del conjunto del ecosistema recurriendo a la optimización fiscal en detrimento de los agentes locales.