En julio de 2003, el Gobierno adoptó, en el marco del Comité Interministerial para la Sociedad de la Información, una serie de medidas para luchar contra el spam, cuya aplicación se ha confiado a la DDM. En particular, se ha creado un grupo de contacto que reúne a los principales actores de Internet, públicos y privados. Los trabajos de este grupo de contacto han permitido concebir una solución concreta: una plataforma nacional de denuncia automática de spam.
3.Introducción
El spam (o «spamming») se refiere en general a los correos electrónicos no solicitados.
En un informe de 14 de octubre de 1999 titulado «La publicidad electrónica y la protección de los datos personales», la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) define el spam como «el envío masivo, y a veces repetido, de correos electrónicos no solicitados a personas con las que el remitente nunca ha tenido contacto y cuya dirección de correo electrónico ha recibido de forma irregular».
La proliferación del spam en los últimos años es un hecho conocido y preocupante. La parte del spam se evaluó en un estudio de Pew Internet & American Life de octubre de 2003, en el 50% del tráfico total de correo electrónico. Actualmente, las estimaciones bajas de los diferentes institutos y empresas no descienden por debajo del 80% (MessageLabs, que comercializa soluciones para mensajería, anticipa la cifra del 86,2% a finales de 2006). Algunos señalan la cifra de 16.000 millones para el número de mensajes de spam que se envían diariamente en Europa (Radicati, octubre de 2006). Según el Ministerio de Economía, el coste de los correos electrónicos no solicitados se estimó en 39000 millones de euros a escala mundial. En Europa, se ha estimado en unos 3500 millones de euros en Alemania, 1900 millones de euros en el Reino Unido y 1400 millones de euros en Francia.
Rentable para los «spammers», que lo ven como una manera barata de explorar masivamente nuevos clientes, el spam tiene un coste para los internautas, las empresas y los proveedores de acceso a internet (ISP): costes de conexión, almacenamiento de mensajes, pero también tiempo dedicado a clasificar, filtrar el spam o gestionar los problemas técnicos que generan.
Al suscitar la desconfianza de los usuarios con respecto al correo electrónico y a Internet, el «spam» es un obstáculo para el desarrollo de la sociedad de la información.
En este contexto, el Gobierno ha querido dar respuestas adaptadas. En julio de 2003, con ocasión del Comité Interministerial para la Sociedad de la Información, adoptó una serie de medidas para luchar contra el spam, cuya aplicación se ha confiado a la DDM. En particular, se ha creado un grupo de contacto que reúne a los principales actores de Internet, públicos y privados. Los trabajos de este grupo de contacto han permitido concebir una solución concreta: una plataforma nacional de denuncia automática de spam.
Para llevar adelante esta iniciativa, en noviembre de 2005 se constituyó la asociación Signal Spam. Los actores privados miembros de la asociación son las organizaciones profesionales de los principales sectores implicados en la lucha contra el spam, así como las empresas individuales. Las autoridades públicas competentes participarán también como miembros observadores. Así, junto a la Dirección de Desarrollo de los Medios de Comunicación, la CNIL, la Dirección General de Empresas, la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF), la Dirección Central de la Policía Judicial, el Ministerio de Justicia, la Gendarmería Nacional, la Secretaría General de la Defensa Nacional y el Banco de Francia.
Esta plataforma público-privada constituye una primera en la lucha contra el spam y permite ofrecer una respuesta eficaz, concreta y coordinada al problema del spam.
Desde el 10 de mayo de 2007, el servicio de denuncia de irregularidades está en funcionamiento y se puede obtener gratuitamente en: www.signal-spam.fr