Una política interministerial
Organización de la política interministerial
A nivel nacional
La asociación entre el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Justicia se formaliza mediante dos protocolos fundadores, respectivamente, de 1986 y 1990.
Para el Ministerio de Cultura, esta política es llevada por la Delegación General de Transmisión, Territorios y Democracia Cultural (DG2TDC) y por el Ministerio de Justicia por la Dirección de Administración Penitenciaria (DAP) y la Dirección de Protección Judicial de la Juventud (DPJJ). Estas direcciones tienen un enfoque prospectivo y de evaluación.
Se esfuerzan por definir, aplicar y evaluar las acciones desarrolladas en el territorio. Con este fin, garantizan la formalización de textos marco, protocolos, convenios marco y organizan coloquios y seminarios temáticos nacionales: cine y audiovisual en 2002; libro y lectura en 2003; música y danza en 2004, Encuentros Nacionales de Valencia en 2005, apertura en 2007... Velarán por que las acciones culturales propuestas en materia de difusión y de práctica artística sean de calidad igual a la oferta cultural exterior, en locales adecuados, teniendo en cuenta las limitaciones del entorno penitenciario. Favorecen la sinergia entre todos los actores que intervienen en el entorno penitenciario (profesores, formadores, agentes culturales...) para inscribir los proyectos culturales en el proyecto del establecimiento. Participan en la realización de herramientas (Guía práctica de las acciones culturales y artísticas en medio penitenciario y Guía del preso bibliotecario, Quinta temporada, accesibilidad al Catálogo «Imágenes de la cultura», etc.).
Velan por garantizar la comunicación de estas actividades culturales, tanto en los establecimientos del Ministerio de Justicia como en el exterior, con miras a inscribir la prisión en la ciudad.
Suscitan la instauración de formaciones del conjunto de la cadena del personal sobre la problemática cultural en todos sus componentes, así como la sensibilización de los agentes culturales a las especificidades del medio penitenciario.
Para ello, en 2022 se firmará un nuevo convenio entre el Ministerio de Cultura y la Escuela Nacional de Administración Penitenciaria (ENAP) de Agen. Se está llevando a cabo una iniciativa similar con la Escuela Nacional de Protección Judicial de la Juventud (ENPJJ) en Roubaix. Estos enfoques nacionales se complementan en las regiones mediante módulos de formación conjunta entre los servicios de ambas administraciones.
En el ámbito de la formación ofrecida a las personas sometidas a la tutela de la justicia, incitan a tener en cuenta los oficios relacionados con la cultura (libro y lectura, cine y audiovisual, espectáculo vivo, oficios de arte o patrimonio...). Por último, en el ámbito de la oferta de trabajo en prisión, fomentan el desarrollo de actividades técnicas relacionadas con los oficios de la cultura (encuadernación, imprenta, digitalización del sonido y de la imagen, oficios de arte, restauración del patrimonio...).
A nivel regional
Es importante recordar las diferencias de representatividad de las dos administraciones en las regiones.
La Dirección de Administración Penitenciaria (DAP) cuenta con nueve direcciones interregionales de servicios penitenciarios (DISP) en Burdeos, Dijon, Lille, Lyon, Marsella, París, Rennes, Estrasburgo y Toulouse, y una dirección interregional de los servicios penitenciarios de ultramar: Guadalupe, Guyana, Martinica, Nueva Caledonia, Polinesia Francesa, Reunión. Está representada a nivel departamental por los Servicios Penitenciarios de Inserción y Libertad Vigilada (SPIP).
La Dirección de Protección Judicial de la Juventud cuenta también con nueve direcciones interregionales de protección judicial de la juventud (DIRPJJ). También tiene una representatividad departamental, las DT (Direcciones territoriales de protección judicial de la juventud).
Por su parte, el Ministerio de Cultura tiene una representatividad administrativa «clásica» con 21 servicios desconcentrados (direcciones regionales de asuntos culturales, direcciones y misiones de asuntos culturales). No tiene un departamento.
Esta división administrativa no impidió que la política nacional se dividiera en regiones. Se formaliza mediante convenios «marco» entre las direcciones regionales de asuntos culturales, las direcciones interregionales de servicios penitenciarios y de protección judicial de la juventud.
La asociación con las instituciones culturales garantiza la calidad y variedad de los proyectos propuestos, así como su sostenibilidad. Por otra parte, estas instituciones están obligadas a aplicar la carta de misión de servicio público en aras de la diversidad cultural y de apertura a todos los públicos. Conviene, pues, formalizar esta asociación entre los SPIP y las instituciones culturales. A este respecto, se puede citar la iniciativa ejemplar llevada a cabo por el SPIP du Val de Marne (Curso cultural de inserción del Val de Marne) y declinada en las Yvelines.
Las grandes manifestaciones nacionales lanzadas por el Ministerio de Cultura (Semana de la Lengua Francesa, Primavera de los Poetas, Leer en Fiesta, Fiesta de la Música, Armador de Imágenes, El mes del documental, la Noche de los Museos, las Jornadas del Patrimonio, las Noches de la lectura...) movilizan todo el territorio. A menudo en el medio penitenciario, contribuyen a la valorización hacia el exterior de las actividades culturales realizadas en el medio penitenciario.
Del mismo modo, numerosas asociaciones participan con manifestaciones de carácter regional (para memoria: festivales de películas de Amiens, de Clermont-Ferrand, de Créteil, de Aurillac para los espectáculos de calle, salones del libro...).
Los proyectos culturales se financian con los créditos desconcentrados de ambas administraciones. Pueden ser abundantes por otros créditos ministeriales (Política de la ciudad, Agencia Nacional para la Cohesión Social - ACSE) o programas europeos (Fondo Social Europeo, Grundwig, Cultura 2000...) A menudo son apoyados, directa o indirectamente, por las colectividades locales.
Recordemos, en efecto, que las bibliotecas son estructuras municipales o departamentales, y que las instituciones culturales, como los escenarios nacionales, los centros dramáticos nacionales, los centros coreográficos nacionales, las escenas convencionadas y las escenas de música actuales... y muchos festivales, son ampliamente apoyados por las colectividades locales.
Los consejos generales, que se encargan de la acción social, están, para algunos, ya implicados en acciones de asociación con el medio penitenciario, ya sea a través de la política de inserción, o indirectamente por su apoyo a estructuras culturales bajo su tutela (archivos, bibliotecas departamentales de préstamo...).