La arqueología programada
Cuando una operación arqueológica está motivada por objetivos de investigación científica específicos y realizada en sitios arqueológicos que permiten un estudio a largo plazo, entra en el marco de la arqueología programada. En promedio, cada año se autorizan 1.000 operaciones de arqueología programada, de las cuales 250 son excavaciones.
La aplicación de las operaciones de arqueología programada
La operación de arqueología programada puede tomar la forma de una excavación, un sondeo, una prospección, un proyecto colectivo de investigación... Es indispensable una autorización expedida por el Estado, así como la del propietario del terreno en cuestión.
Para las operaciones terrestres y para las operaciones en ríos, lagos o aguas interiores, la autorización será expedida por la Dirección Regional de Asuntos Culturales (la Drac) previo dictamen de comisión territorial de investigación arqueológica (CTRA) sobre el proyecto de investigación presentado. Para las excavaciones en el mar, será expedida, también previo dictamen de la CTRA, por el Departamento de Investigaciones Subacuáticas y Submarinas (el Drassm) que es un servicio del Ministerio de Cultura.
La autorización se concederá al responsable de la operación, habida cuenta del proyecto de investigación, de sus competencias, de la composición de su equipo y del dictamen de la comisión territorial de la investigación arqueológica. Indica el lugar de la excavación, su superficie y su duración. También establece las prescripciones científicas que deben respetarse.
La obra puede acoger voluntarios, estudiantes, pasantes o simples aficionados. El Ministerio de Cultura mantiene al día la Lista de excavaciones que buscan voluntarios.
Las operaciones de arqueología programada pueden ser subvencionadas por el Ministerio de Cultura, previa evaluación de la calidad científica del proyecto y de las competencias del solicitante y de su equipo por la comisión territorial de investigación arqueológica.
El informe de registro
Ya sea que su investigación sea anual o plurianual, el responsable de la operación entrega un informe cada año a la Drac o al Drassm, que lo hace evaluar por la comisión territorial de la investigación arqueológica. El informe es un documento administrativo, científico y patrimonial que presenta los resultados de una operación arqueológica y marca su finalización anual.