El Mapa Arqueológico Nacional
El Mapa arqueológico nacional es un inventario informatizado de los sitios arqueológicos reconocidos en todo el territorio de Francia. Es a la vez una herramienta de gestión y una herramienta de búsqueda accesible a todos.
Inventariar el patrimonio arqueológico: una misión del Estado
La Mapa arqueológico nacional permite establecer mapas «predictivos» del patrimonio arqueológico. También permite el desarrollo de programas de investigación a escalas y temáticas múltiples como se puede leer en la Programación nacional de la investigación arqueológica, Revisión periódica. La protección de los vestigios desde el punto de vista medioambiental y urbanístico también está integrada en este sistema.
La Mapa arqueológico nacional se apoya en un conjunto de bases de datos informatizadas en constante enriquecimiento en los servicios regionales de arqueología. Su realización es una misión que el Estado realiza con la colaboración de los establecimientos públicos y de las colectividades territoriales que realizan actividades de investigación.
Una herramienta de gestión del territorio
La Mapa arqueológico es un instrumento de trabajo fundamental para la gestión del territorio y la consideración de los restos arqueológicos, en particular para:
- elaborar documentos de gestión y ordenación del territorio, poner en conocimiento de los planes locales de urbanismo (PLU) y de los esquemas de coherencia territorial (SCOT),
- realizar los estudios de impacto,
- orientar las estrategias de prescripción arqueológica en los proyectos de obras que afectan al subsuelo, al suelo y al patrimonio construido (ejes viarios y ferroviarios, canteras, proyectos eólicos...).
El mapa cuenta con más de 500.000 entidades arqueológicas y está lejos de ser exhaustivo, ya que quedan muchos restos por descubrir. Los trabajos arqueológicos de todo tipo y el tratamiento informatizado de los datos no dejan de enriquecer nuestros conocimientos.
Consultar el mapa arqueológico nacional
La Mapa arqueológico nacional podrá consultarse, previa solicitud, en el servicio regional de arqueología de cada dirección regional de asuntos culturales (Drac), con niveles de precisión de la información que concilien las exigencias del conocimiento con las de la protección del patrimonio.