Servicio Regional de Arqueología
En el seno de la Dirección Regional de Asuntos Culturales Auvernia-Ródano-Alpes, el servicio regional de arqueología se encarga de aplicar, a nivel de la región, la política del Estado en materia de arqueología.
Una investigación arqueológica de campo comienza con un inventario exhaustivo de los conocimientos disponibles sobre la zona a estudiar y sobre su contexto. El paso siguiente puede ser la realización de sondeos para establecer un diagnóstico de las trazas de ocupaciones humanas aún conservadas.
En función de los resultados obtenidos, puede iniciarse un registro. Incluye la exploración minuciosa de todas las estructuras, restos muebles e inmuebles, restos humanos, elementos de fauna, flora, etc. identificados, y su registro mediante planos, cortes, fotografías, notas y fichas diversas.
Después del estudio de campo comienza la fase de investigación y de trabajos de laboratorio: depuración de los estudios de campo, estudio del material descubierto, realización de los estudios complementarios y de los análisis necesarios, trabajo de síntesis y redacción de textos. El resultado es el informe final de la operación. Sólo después de la validación técnica y científica del informe por el Servicio Regional de Arqueología puede llevarse a cabo la publicación del sitio, en forma de monografía o de artículos de síntesis, según la importancia de los resultados obtenidos.
El arqueólogo no puede ser un investigador aislado. La excavación es el trabajo de un equipo que reúne a numerosos especialistas cuya competencia afecta tanto al Hombre (antropología) como a su medio (ciencias naturales).
El arqueólogo tiene el deber de dar a conocer y difundir ampliamente los resultados de las excavaciones y de los estudios científicos realizados. Publicaciones, exposiciones, sitios web contribuyen a la sensibilización del público y, por tanto, a la preservación del patrimonio arqueológico, recurso finito y no renovable.
El servicio regional de arqueología dirige la política de estudio, inventario, protección, conservación y valorización del patrimonio arqueológico a nivel regional. Hace cumplir las disposiciones legislativas y reglamentarias relativas a la arqueología.
Para llevar a cabo sus misiones, el Servicio Regional de Arqueología, dependiente del Prefecto de Región, es asesorado por la Comisión Territorial de Investigación Arqueológica, y se apoya en los operadores e investigadores que realizan las operaciones arqueológicas.
El servicio consta de un equipo de arqueólogos, ingenieros, conservadores del patrimonio, técnicos y personal administrativo. La organización del servicio, adaptada al tamaño y la diversidad de la región, permite garantizar una acción en todo el territorio, asociando un enfoque territorial y un enfoque temático en torno a las 4 misiones principales. Gestiona, dentro de los depósitos arqueológicos repartidos por todo el territorio, las colecciones arqueológicas y los archivos de excavaciones.
El Servicio Regional de Arqueología trabaja con otros servicios de la DRAC competentes en materia de protección del patrimonio, en particular la Conservación Regional de los Monumentos Históricos - los monumentos protegidos que constituyen a menudo sitios arqueológicos - y las unidades departamentales de arquitectura y patrimonio (UDAP) que participan en la promoción de la calidad patrimonial, arquitectónica y urbana, en la conservación y valorización del patrimonio construido.
Colabora con las colectividades territoriales: Región, Departamentos, establecimientos públicos de cooperación intercomunal, municipios, tanto para acompañar sus proyectos de ordenación como para acompañar estrechamente sus servicios en materia de patrimonio.
Por último, contribuye con los museos a la conservación de los objetos, guardados en buenas condiciones, y a la presentación de los resultados científicos al público.
Por otra parte, el servicio regional de arqueología trabaja en estrecha relación con el conjunto de los científicos, voluntarios y profesionales que intervienen en el campo de la arqueología en el CNRS y en la Universidad, con laInstituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP) y con los operadores de los entes territoriales y los operadores privados autorizados.
La arqueología preventiva designa una misión de servicio público de la que el Estado es responsable y que se ejerce cuando elementos del patrimonio arqueológico están amenazados de destrucción por proyectos de obras o de ordenación del territorio, públicos o privados. Su objetivo es garantizar la salvaguardia de la información científica de la que son titulares los elementos del patrimonio arqueológico.
En otras palabras, la arqueología preventiva no se opone a la realización de las obras o acondicionamientos sino que organiza el estudio previo de los vestigios cuando ninguna otra solución de implantación del acondicionamiento permite evitar que se les perjudique.
Puede dar lugar a una operación de diagnóstico y, según los resultados, a una operación de registro.
El diagnóstico arqueológico permite verificar la presencia de vestigios sobre la influencia del proyecto y los caracteriza. Para ello, los arqueólogos realizan sondeos en el suelo que representan entre el 5 y el 10% de la influencia del proyecto, distribuidos uniformemente sobre el terreno, con el fin de optimizar el descubrimiento de indicios.
El resultado del diagnóstico se presenta en informe detallado que permite dar cuenta de los descubrimientos, de la densidad, de la naturaleza de la conservación de los vestigios, y determina la datación de los sitios, a menudo gracias a los objetos recogidos.
En el caso de que se hayan encontrado restos, existen dos soluciones:
- El promotor podrá proponer modificar su proyecto para garantizar la conservación del lugar, bien desplazando el proyecto, bien aportando, por ejemplo, terraplenes entre los restos y la base de su ordenación.
- Cuando no pueda evitarse la destrucción del lugar, será necesario excavar todos los restos. Sobre la base de las prescripciones del Estado, el promotor, propietario de la excavación, elige al operador y firma con él un contrato que integra el proyecto científico de intervención, y las condiciones de su aplicación (costes, plazos...).
La excavación arqueológica tiene por objeto, mediante estudios, trabajos de campo y de laboratorio, recoger los datos arqueológicos para garantizar, mediante su estudio en profundidad, la transmisión del valor científico del sitio en forma de documentación (planos, dibujos, fotografías) y de series de objetos (cerámicas, huesos, restos vegetales carbonizados, elementos de construcción, etc.). Esta etapa es realizada por operadores, equipos profesionales, autorizados por el Ministerio de Cultura.
La excavación corre a cargo del promotor, que puede beneficiarse en determinadas condiciones de la ayuda financiera del Estado.
Al final del registro:
Se inicia una fase de estudio de laboratorio, tras la cual se elabora un informe. Los resultados dan lugar a publicaciones científicas, mientras que los objetos recogidos llegan a los museos de arqueología del territorio donde son objeto de una valorización dirigida al público.
La arqueología se llama programada cuando responde, independientemente de cualquier disposición y amenaza en un sitio, a las preguntas de investigadores: universitarios, miembros del CNRS, investigadores voluntarios, arqueólogos de colectividades o del Estado.
Se realiza bajo la responsabilidad del investigador, que debe presentar un proyecto coherente y detallado. En efecto, la mayoría de las intervenciones arqueológicas contribuyen a reducir nuestro patrimonio debido al «desmontaje» necesario de los restos por la excavación. Un alto grado de exigencia científica preside, pues, el examen de los proyectos de investigación, todos los cuales están sujetos a la autorización del Prefecto de Región, tras el dictamen detallado de los expertos de la Comisión Interregional de Investigación Arqueológica (CIRA). Estas investigaciones dan lugar a un informe de excavación, cuya seriedad y calidad se evalúan a continuación.
Esta búsqueda puede adoptar múltiples formas. La mayoría de las veces se trata de la excavación de un sitio o de una parte del mismo. El registro puede durar varios años y cada año se presenta un informe y una nueva solicitud de autorización. Estas excavaciones pueden permitir abordar la totalidad de un sitio en su expansión horizontal, y en su desarrollo estratigráfico.
Los programas de prospección arqueológica, aérea o a pie, también participan en la dinámica de la investigación, ya sea mediante un enfoque temático, centrado en un tipo de patrimonio específico (minas, cuevas, sitios antiguos, etc.) o dedicado a un territorio particular en un proceso de inventario exhaustivo de los sitios. Lo mismo ocurre con los registros de sitios, ya se trate de arte rupestre, dólmenes o castillos... Por último, se han establecido programas colectivos de investigación (PCR) para permitir a varios investigadores trabajar en equipo en torno a un mismo eje de reflexión.
Los resultados de la investigación son objeto de una actividad de difusión, en los círculos científicos, pero también en dirección al público, mediante la valorización de los sitios, conferencias, exposiciones y publicaciones.
La financiación de la arqueología programada
Estas operaciones reciben apoyo financiero del Estado mediante subvenciones. Algunas de ellas también están apoyadas por créditos, movilizados por ejemplo en el marco de los contratos de proyectos Estado-Región o de los programas europeos.
Las solicitudes de financiación son tramitadas por las Direcciones Regionales de Asuntos Culturales (DRAC) y los créditos se conceden previa evaluación de la calidad científica del proyecto.
El inventario arqueológico ha tomado progresivamente su lugar en la estructuración de la arqueología para responder a la creciente necesidad de preservación de vestigios, amenazados por los importantes acondicionamientos del territorio de la posguerra.
El patrimonio arqueológico, a menudo enterrado, es frágil y a veces aparece a la vista demasiado tarde, bajo la acción de los dispositivos mecánicos.
Los servicios del Estado llevan censando los sitios arqueológicos desde 1945. Hoy, el artículo L522-5 del Código del Patrimonio define claramente el marco de este inventario:
« El Estado, en colaboración con las instituciones públicas que realizan actividades de investigación arqueológica y las colectividades territoriales, elabora y actualiza el mapa arqueológico nacional. Este mapa recoge y ordena para todo el territorio nacional los datos arqueológicos disponibles ».
El inventario arqueológico es responsabilidad del Servicio Regional de Arqueología (SRA). A medida que los descubrimientos y el avance de los conocimientos, el mapa arqueológico nacional se enriquece con un equipo dedicado. En el marco de la elaboración del mapa arqueológico, el Estado puede definir zonas en las que se presume que los proyectos de ordenación que afectan al subsuelo son objeto de prescripciones arqueológicas previas a su realización.
El mapa arqueológico nacional es un instrumento de trabajo fundamental para la gestión del territorio y la consideración de los restos arqueológicos.
Se utiliza para:
- Estimar el estado de los conocimientos en un lugar dado, en el caso de que un proyecto de ordenación pudiera poner en peligro vestigios sin estudio previo. Es, pues, una guía para los servicios regionales de arqueología que se ven obligados a prescribir operaciones de arqueología preventiva en proyectos de obras que afectan el subsuelo, el suelo y el patrimonio construido .
- Elaborar documentos de gestión y ordenación del territorio, poner en conocimiento de los planes locales de urbanismo (PLU) y de los esquemas de coherencia territorial (Scot)
- Guiar a los estudiantes o investigadores confirmados al inicio de un estudio, con el fin de constituir corpus temáticos, bases de sus investigaciones.
Los datos se pueden consultar en el servicio regional de arqueología, prioritariamente para los arqueólogos, los propietarios de los terrenos que contienen vestigios, las oficinas de estudios que preparan proyectos de ordenación, y las administraciones encargadas de la ordenación del territorio, en el marco de la elaboración de planes locales de urbanismo, por ejemplo.
Cada solicitud es tramitada y se da una respuesta específica, en función del estado de los conocimientos y para responder lo mejor posible a la pregunta formulada.
El inventario del territorio nacional dista mucho de ser exhaustivo y quedan por descubrir numerosos vestigios. Los trabajos arqueológicos de todo tipo y el tratamiento informatizado de los datos no dejan de enriquecer los conocimientos.
Al término de la excavación, el Servicio Regional de Arqueología es responsable de la conservación de los objetos y archivos y vela por la transmisión y difusión de los resultados.
Uno de los deberes de los arqueólogos es poner a disposición en las mejores condiciones los objetos recogidos durante las excavaciones.
Varios laboratorios de restauración están, en Auvernia-Ródano-Alpes, en capacidad de estabilizar los materiales frágiles, como los bosques colmados de agua de lagos y ríos (ARC-Nucléart en Grenoble), los metales, el vidrio, pero también los mosaicos (taller de restauración interdepartamental del Ródano y del Isère).
Los objetos son luego entregados a los museos de la región que presentan colecciones arqueológicas. A estos últimos les corresponde el trabajo de transmitir al gran público los resultados científicos de las excavaciones, a través de exposiciones, conferencias o publicaciones. Estas publicaciones, en revistas y libros regionales, nacionales e internacionales, hacen accesibles los resultados arqueológicos al conjunto de la comunidad científica.
En este marco, la DRAC puede prestar apoyo financiero a los investigadores, así como a los editores.
El servicio regional de arqueología participa también en la difusión de los resultados arqueológicos, reuniendo a la red de investigadores en torno a jornadas arqueológicas, territoriales o temáticas, y publicando cada año un balance científico regional (BSR).
Alienta, siempre que sea posible, la realización de jornadas de puertas abiertas, visitas escolares a los talleres, conferencias. Participa en eventos nacionales como las Jornadas Europeas de la Arqueología o las Jornadas Europeas del Patrimonio.
La arqueología también está presente en otras manifestaciones nacionales, como la Noche Europea de los Museos o la semana de las Ciencias.
Por último, el fondo documental relativo al patrimonio y a la arqueología se puede consultar en los centros de documentación de la DRAC site de Lyon y de Clermont-Ferrand con cita previa .