El Loira revela en las islas Poulas, Algodón y a los Monjes pesquerías medievales de piedra y madera, así como restos de naufragios de los siglos XVII-XVIII.
En el marco del programa de reequilibrio del lecho del Loira, realizado por Voies navigables de France (VNF), la DRAC des Pays de la Loire prescribió un diagnóstico arqueológico que dio lugar a tres prescripciones de excavación de arqueología preventiva. El Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) realiza estas excavaciones desde agosto de 2022 en las orillas del río.
La arqueología en el Loira
Desde 2020, la DRAC (servicio regional de arqueología) ha prescrito un diagnóstico previo de los trabajos de reequilibrio proyectados por VnF sobre el Loira. Después de un estudio documental, la metodología del diagnóstico se adaptó a este contexto particular. En efecto, las zonas que deben estudiarse están sumergidas la mayor parte del año. La prospección con un radar de penetración del suelo, junto con un enfoque más tradicional de la excavación mecánica, han permitido descubrir varios yacimientos arqueológicos. Las excavaciones en curso revelan pecios, pesquerías u otros acondicionamientos de ribera y contribuyen al conocimiento del río, de la historia de su ordenación y explotación.
La isla Poulas y sus pesquerías medievales
Los arqueólogos han descubierto instalaciones de piedra y madera. Se trata de tres pesquerías, dispuestas en «W», cuyo papel era capturar los peces que remontan la corriente del Loira, como el salmón, o que lo bajan, como la anguila. Estas instalaciones de estacas y piedras están asociadas a un duit, que obliga al pez a atravesar un estrecho pasaje en el que será capturado por medio de un instrumento móvil de tipo red, o dirigirse hacia una red de la que no podrá escapar. Según las primeras fechas del diagnóstico, estas pesquerías habrían funcionado durante el XIIe siglo.
La isla Algodón y sus naufragios XVIIe-XVIIIe
La excavación en curso ha revelado varios naufragios en la parte superior de la isla Algodón. Conservados en toda su longitud, estos pecios constituyen un testimonio inesperado de la arquitectura naval de los XVIIe-XVIIIe siglos. Hasta la fecha, los arqueólogos cuentan seis naufragios.
Las primeras observaciones permiten identificar barcos de fondo plano (lenguado) característico de la navegación fluvial sobre el Loira en esta época. Estas embarcaciones transportaban materias primas (madera, piedra, tejas...) o productos (sal, vino...).
Por el momento, los arqueólogos estudian el sitio con el fin de comprender mejor la organización y la función de la estructura apilada en la que están encerrados los pecios. El estudio arqueológico de estas permitirá comprender la construcción del barco, las técnicas y materiales de construcción.