Franck Riester, ministro de Cultura, ha decidido rechazar la expedición del certificado de exportación para esta obra importante e inédita de Cenni di Pepo, llamado Cimabue (c. 1240-1302).

La Burla de Cristo es un cuadro pintado procedente de un díptico de devoción realizado alrededor de 1280, al que pertenecían otros dos paneles conocidos de Cimabue, la Flagelación de Cristo (Nueva York, Frick Collection) y La Virgen y el Niño (Londres, National Gallery)con los que comparte particularidades, como las arquitecturas, la decoración incisa de oro y el tipo de nimbos, así como el empleo de ricos pigmentos. La pertenencia a este mismo conjunto se establece también por la continuidad de la tabla de álamo que sirve de soporte entre el panel conservado en Londres y este Cristo a los ultrajes.

Estas tres obras adornaban muy probablemente la parte derecha de un gran díptico, quizás encargado para la capilla de notables o de una congregación religiosa en Pisa.

Esta Burla de Cristo, que permaneció en buen estado de conservación, revela, más aún que en las otras dos composiciones, el uso por Cimabue de un lenguaje plástico nuevo. Esta evolución es especialmente visible en el tratamiento humanista de la figura de Jesús, la representación de las expresiones de los personajes o del espacio.

La Burla de Cristo fue atribuida a Cimabue con motivo de un peritaje realizado en la perspectiva de una puesta en venta pública.

A raíz del dictamen de la Comisión Consultiva de Tesoros Nacionales, el Ministro de Cultura firmó el decreto por el que se rechazaba el certificado de exportación en diciembre pasado para este raro panel, por la que se le concede el estatuto de tesoro nacional por un período de treinta meses que se iniciará a partir de la notificación de dicha decisión al propietario del cuadro. Este plazo se aprovechará para reunir los fondos necesarios para la realización de una adquisición en beneficio de las colecciones nacionales públicas con el fin de permitir a este panel llegar a la Maesta del maestro italiano ya conservado en el museo del Louvre.

 Encomio el papel destacado que desempeña el dispositivo de control de la exportación de los bienes culturales para la protección y el enriquecimiento del patrimonio nacional y doy las gracias a los miembros de la Comisión Consultiva de Tesoros Nacionales, bajo el impulso de su Presidente, Edmond Honorat, cuyo atento examen de las propuestas de denegación de certificado aclara mis decisiones. Gracias al tiempo que se ha dado a esta medida, se podrán movilizar todos los esfuerzos para que esta obra excepcional venga a enriquecer las colecciones nacionales», declaró Franck Riester.