En respuesta a las preguntas que se les formularon sobre el tema con motivo de las Jornadas Europeas del Patrimonio, Roselyne Bachelot-Narquin, Ministra de Cultura, y Jean-Baptiste Lemoyne, Secretaria de Estado adjunta al Ministro de Europa y de Asuntos Exteriores, encargado del turismo, de los franceses del extranjero y de la Francofonía, desean reafirmar su apoyo a esta profesión esencial, tan duramente afectada por la crisis que atravesamos.
Los guías-conferenciantes, cuya profesión está reconocida y reglamentada por la ley, desempeñan un papel de primer plano en la presentación del patrimonio histórico y cultural francés. Privados de toda actividad durante el período de confinamiento, se encuentran aún hoy en una situación muy difícil debido al colapso de la frecuentación de los lugares para los que trabajan (museos, monumentos, lugares turísticos, ciudades y países de arte e historia). La ausencia casi total de turistas extranjeros les perjudica especialmente.
Plenamente consciente de estas dificultades, el Gobierno decidió el pasado mes de junio que las guíasconferenciantes formarían parte de las actividades que seguirían beneficiándose de los dispositivos de acompañamiento establecidos para los sectores más afectados por las consecuencias de la crisis de Covid19.
Se benefician, en particular, del fondo de solidaridad hasta finales de 2020 (ayuda hasta 1500 euros).
Al mismo tiempo, se animará a los operadores patrimoniales del Estado, que recibirán un apoyo de 334 millones de euros en el marco del plan de recuperación, a recurrir lo más ampliamente posible a los servicios de los guías-conferenciantes, a medida que reanuden sus actividades.
Para resolver los problemas que siguen planteándose, el Gobierno ha creado un grupo de trabajo interministerial en el que participan los dirigentes de las tres organizaciones profesionales que representan a los guíasconferenciantes: la federación nacional de guías intérpretes y conferenciantes (FNGIC), el sindicato profesional de guías intérpretes conferenciantes (SPGIC), así como el sindicato nacional de guías conferenciantes (SNGC).
En este marco se decidió:
- La financiación, por el Ministerio de Cultura y el de Economía, de un estudio monográfico que permita conocer mejor la profesión y evaluar sus necesidades. Todas las consecuencias prácticas que deberán extraerse de los resultados de este estudio lo serán;
- la creación de una tarjeta profesional segura mediante el mantenimiento de un registro digital para evitar las falsificaciones, hoy numerosas.
Los guías-conferenciantes están llamados a desempeñar un papel importante en la reanudación de las actividades culturales y del turismo en todo el territorio. Pueden contar con el pleno compromiso del Gobierno a su lado.