Con gran tristeza la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot-Narquin, se enteró de la desaparición de Charles-Henri Flammarion. Francia pierde uno de sus más grandes editores, hombre de cultura, empresario visionario, apasionado por la democratización de los saberes.

Nacido en una familia de editores desde 1876, Charles-Henri Flammarion había sido criado entre los libros, como destinado desde la infancia a asumir las riendas de la editorial familiar de la que encarnaba la cuarta generación. De esta herencia había sabido hacer un grupo poderoso, comprando las ediciones Casterman, reinventando la colección de libros de bolsillo J'ai Lu, suscitando, con la colección Librio, una revolución en el mundo editorial proponiendo los primeros libros de literatura y de saberes a diez francos.

Editor de Michel Houellebecq desde su segunda novela, le gustaba descubrir autores y acompañarlos a lo largo de su carrera, comprometiéndose a su lado en una fidelidad sin fisuras. Charles-Henri Flammarion había hecho de la casa familiar uno de los grupos más respetados de la edición francesa.

Para la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot-Narquin, Francia pierde hoy uno de esos editores de leyenda que han hecho la reputación de su literatura en el mundo, acompañando a sus autores hacia el éxito y el reconocimiento. Fue un gran hombre de letras y un gran empresario que contribuyó a democratizar la lectura. El mundo de la edición francesa extrañará su presencia discreta, su cortesía, su preocupación por los demás. »