La ministra de Cultura, Roselyne Bachelot-Narquin, se enteró con emoción de la desaparición de Kenzo Takada, diseñador de moda reconocido internacionalmente.
Primer estilista japonés en imponerse en París, cumplió allí toda su carrera y dejó un nombre a la posteridad, el de «Kenzo», y un estilo identificable entre todos, marcado por el matrimonio de las culturas.
Sus estampados florales y coloridos, vivos y acidulados, inspirados en los kimonos japoneses, han conquistado a las mujeres de todo el mundo. En 1970, presentó su primer desfile en la galería Vivienne y abrió en París numerosas tiendas marcadas por su espíritu decididamente moderno. Creó una colección de hombre en 1983, ofreciendo una visión audaz, pero ya atemporal, del traje.
Toque todo de genio, se lanzó en 1988 en la creación de perfumes y luego en la decoración interior y el diseño.
En 1993, vendió su marca y su nombre al grupo LVMH, que seguirá difundiendo su legado estilístico en todo el mundo.
Desarrollando su inagotable pasión artística, había lanzado a principios de este año su marca para la casa, «K3», que retomaba sus temas, impresos y colores favoritos.
La ministra de Cultura saluda la memoria de un creador icónico y audaz y expresa sus condolencias a su familia y a sus allegados.