Roselyne Bachelot-Narquin, ministra de Cultura, se enteró con gran tristeza de la desaparición de Pierre Carron, pintor figurativo y escultor francés, miembro de la Academia de Bellas Artes.

Apasionado por la pintura desde su más tierna edad, Pierre Carron deja el instituto para estudiar dibujo en la escuela regional de bellas artes de Le Havre. Preocupado por perfeccionar su técnica, entró en concurso en las Bellas Artes de París, para integrar el taller de pintura de Raymond Legueult.

Pierre Carron ganó en 1960 el Primer Gran Premio de Roma. Esta distinción le valió quedarse en la Villa Medicis, donde conoció al pintor Balthus, que era su director. La obra de Pierre Carron lleva la marca de su influencia. En sus lienzos, llevados por una intensa paleta cromática, lo real confina a lo fantástico, con sus personajes desarticulados, congelados en su extrañeza.

Ligado a la tradición del taller, se convierte , después de 1968, en el último profesor de la escuela de Bellas Artes en enseñar pintura figurativa.

Más allá de sus lienzos y esculturas, Pierre Carron lleva también durante diez años dos proyectos para las catedrales de Orleans, por una parte, donde realiza nuevas vidrieras, y de Meaux, por otra, para la cual elabora un doble tríptico monumental.

Artista exigente, quiere para la ocasión formarse en las técnicas de fabricación de vidrieras y retablos.

Pierre Carron deja el recuerdo de un pintor de excepción, de profundo humanismo, siempre deseoso de superarse, y de profundizar su proceso artístico.

Roselyne Bachelot-Narquin expresa su más sentido pésame a su familia y a sus seres queridos.