Roselyne Bachelot-Narquin, ministra de Cultura, comparte su emoción y su tristeza tras la desaparición de Geneviève Asse, artista de renombre mundial.

Conmocionada por la derrota de 1940 y su experiencia íntima del éxodo, Geneviève Asse decide unirse a la Cruz Roja, paralelamente a sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Decorativas.

Durante los combates por la liberación de París en 1944, se alistó en las fuerzas francesas del interior, donde actuó como agente de enlace, antes de incorporarse al ejército francés como conductora de ambulancia. Durante los terribles combates del invierno de 1944-1945, demostró un valor y una dedicación a toda prueba, que le valieron ser condecorada con la Cruz de Guerra.

A partir de 1946, Geneviève Asse se dedicó a la pintura, y bajo la influencia de Jean Siméon Chardin y de Paul Cézanne, sus primeros temas de predilección son el paisaje y la naturaleza muerta. Sus intercambios con Serge Poliakoff, Nicolas de Staël, o Geer Van Velde le llevaron progresivamente a la pintura abstracta.

Su trabajo toma entonces la forma de una intensa búsqueda cromática alrededor del azul, lo que lo lleva, gracias a numerosas modulaciones, a crear un nuevo color, el azul «Asse».

Su obra, que califica de «meditativa» y «espiritual», debe mucho a los paisajes y a la luz del Golfo de Morbihan, su tierra natal. Geneviève Asse donó una parte importante de su obra al museo de Vannes.

Roselyne Bachelot-Narquin expresa su más sentido pésame a su familia y a sus seres queridos.