Franck Riester, ministro de Cultura, se congratula de la sentencia dictada por el Tribunal Judicial de Carpentras el 23 de enero de 2020 a raíz de la denuncia de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Provenza-Alpes-Costa Azul del 30 de junio de 2017 contra un numismato coleccionista.
Este último fue declarado culpable de posesión de bienes culturales sin justificación, encubrimiento y no llevar el libro de la policía y condenado a 5.000 € de multa penal, a la confiscación de los 1.275 objetos incautados y a 201.355 € de multa aduanera.
El feliz desenlace de este caso ilustra una perfecta colaboración de los servicios del Ministerio de Cultura con la fiscalía de Carpentras, la Dirección Nacional de Inteligencia e Investigaciones Aduaneras (DNRED) y el Servicio de Investigaciones Judiciales de Finanzas (SEJF).
Tras una investigación de oficio de la Dirección de Investigaciones Aduaneras 4 (DED4), el Sr. X. fue identificado como coleccionista de monedas y objetos antiguos y sospechoso de realizar excavaciones sin autorización y de comerciar con esos objetos, frecuentar las becas en las colecciones y conservar sin justificantes estos objetos clasificados como bienes culturales.
El 15 de enero de 2017, a requerimiento de la aduana, el conservador regional de la arqueología juramentado, ha comprobado durante el control del vehículo del numismato coleccionista la presencia en el maletero de un detector de metales y de un lote de bienes culturales arqueológicos procedentes de excavaciones clandestinas.
Tras el flagrante delito aduanero, se realizó una visita al domicilio del Sr. X. que permitió encontrar y confiscar numerosos objetos arqueológicos y un lote muy importante de monedas galas de plata de Marsella.
El servicio de aduanas incautó la totalidad de los productos de fraude, en este caso 1279 objetos muebles arqueológicos procedentes de lugares terrestres y marinos que datan de épocas protohistóricas, antiguas, medievales y modernas, que presentan la calidad de bienes culturales, en particular, monedas de oro, plata y bronce y joyas preciosas, ánforas... con un valor de mercado global de 284.520 euros, así como las herramientas utilizadas para cometer las infracciones, en particular un detector de metales y un piolet.
El Ministerio de Cultura se propone proseguir activamente la lucha contra los atentados contra el patrimonio cultural con el conjunto de los actores institucionales interesados a nivel nacional e internacional (asuntos exteriores, interior, economía y finanzas, educación nacional).
La sanción impuesta en este caso será un hito. Los jueces han indicado claramente que en materia de tráfico y de ocultación de bienes culturales arqueológicos procedentes de excavaciones arqueológicas no autorizadas y de descubrimientos fortuitos no declarados no es posible ninguna forma de indulgencia. Los saqueadores y traficantes de bienes arqueológicos representan una grave amenaza para el patrimonio. Sus acciones constituyen atentados contra el bien común y una pérdida irremediable para la investigación y su valorización. » Franck Riester, ministro de Cultura