Francia tiene la suerte de poseer un patrimonio histórico muy rico y diversificado, repartido por todo el territorio. Desde hace más de dos siglos, las políticas patrimoniales que caracterizan a nuestro país y el compromiso de quienes llevan estas políticas han permitido la preservación de este patrimonio, su mantenimiento, su restauración y su transmisión a las generaciones futuras. Los arquitectos de los edificios de Francia, a través de las misiones que se les confían en los espacios protegidos y en los alrededores de monumentos históricos, participan plenamente de este orgullo colectivo. Húsares de los territorios, son garantes de nuestro medio ambiente preservado y de nuestra calidad de vida.
La acción del Estado - en relación con sus socios - es fundamental en las políticas patrimoniales y está reconocida por las colectividades territoriales. Es esencial que sus servicios evolucionen en sus prácticas y métodos para tener en cuenta la evolución de nuestro entorno institucional y social. Refundar la relación de confianza entre los agentes tiene por objeto permitir a los entes territoriales y a los promotores de proyectos beneficiarse al máximo, en el marco de un diálogo de calidad renovado, de la experiencia y los conocimientos de los arquitectos de los edificios de Francia, que constituyen bazas importantes en favor de los retos de valorización y desarrollo de los territorios.
En el marco de una mejor apropiación del patrimonio por parte de todos y de un mejor reparto de los objetivos, en relación con la experiencia y las expectativas expresadas por los entes territoriales y los promotores de proyectos, y como se anunció en el marco de la estrategia plurianual en favor del patrimonio, la Ministra de Cultura ha querido crear, a principios de 2018, un grupo de trabajo que reúna a representantes elegidos y arquitectos de los edificios de Francia (ABF) para identificar vías de mejora del diálogo indispensable para una mejor preservación del patrimonio. Estos trabajos han permitido facilitar el diálogo, con el fin de volver a centrar la acción en retos compartidos y favorecer su apropiación en las fases iniciales de los proyectos.
Estos trabajos han alimentado una instrucción que la Ministra ha dirigido al conjunto de los prefectos de región. Basada en las recomendaciones formuladas con motivo de este trabajo, esta instrucción tiene por objeto precisar las acciones, modalidades de concertación o de intercambio, evoluciones de prácticas profesionales, que deben aplicarse en el marco legislativo y reglamentario existente.
La Ministra de Cultura establece tres ejes:
- El establecimiento de las condiciones de una visión compartida en materia de arquitectura y patrimonio, y una mayor previsibilidad de las normas y prescripciones;
- La organización de la co-construcción y colegialidad de los dictámenes para los proyectos más sensibles y el respeto del principio de continuidad de los dictámenes;
- Una mayor mediación en los recursos, en caso de desacuerdo.
El objetivo también es triple.
En primer lugar, se trata de prestar apoyo a las ABF para que puedan priorizar sus misiones: este apoyo es vital para ayudarles a llevar a cabo su labor, que consiste en acompañar plenamente las políticas de revitalización de los núcleos de ciudades, restauración de barrios antiguos degradados y valorización de sitios patrimoniales;
En segundo lugar, se trata de mejorar la información previa, compartir y co-construir una serie de normas patrimoniales, con el fin de asegurar y hacer más legibles los dictámenes de los arquitectos de los edificios de Francia y las prescripciones que los acompañan.
Por último, la puesta en práctica de esta instrucción permitirá informar mejor sobre las vías de recurso y, sobre todo, establecer los medios de mediación más capaces de desbloquear las situaciones.