Senadora, querida Maryvonne BLONDIN,
Señoras y señores elegidos,
Queridos todos:
Estoy muy feliz de reuniros y de presidir este primer Consejo nacional de las profesiones del espectáculo del quinquenio.
Afortunada porque valoro enormemente los lugares de diálogo como este Consejo.
Feliz porque tenemos muchos temas que compartir: las cuestiones del empleo, de la actividad, de la formación son centrales.
Las profesiones que usted representa están en el centro de nuestra política cultural.
Antes de referirme a los expedientes más técnicos, quisiera decir algo sobre esta política.
Está guiada por un rumbo: me propongo luchar contra lo que llamo «segregación cultural».
Es decir, el hecho de que algunos ciudadanos se enfrentan a barreras que les impiden acceder a actividades artísticas, a obras, a registros, a lugares culturales frecuentados por otros. Estas barreras son a veces materiales, a veces geográficas, a veces psicológicas, a veces al mismo tiempo.
Millones de ciudadanos los sufren. Sé que ustedes son plenamente conscientes de ello. Son barreras que los alejan de la creación de los artistas. Que les privan de las obras maestras y de los momentos de gracia llevados por el conjunto de vuestras profesiones.
Eso no es aceptable. Ya no es aceptable.
Debemos derribar esas barreras que encierran a millones de ciudadanos en una situación o en un sentimiento de exclusión.
Debemos luchar contra las fallas que dividen a nuestro país. Que se delinean alrededor de ciertos territorios - suburbios, zonas rurales, territorios en desamparo; alrededor de ciertas categorías sociales; alrededor de ciertas historias; alrededor de ciertas religiones.
Debemos hacer más por los que tienen menos.
Debemos reforzar nuestro compromiso en los territorios, en particular los más frágiles, los más alejados del corazón de las metrópolis.
Debemos abrir más claramente las puertas de nuestras instituciones, para que cada uno de nuestros conciudadanos se sienta autorizado a superarlas; debemos darles ganas de hacerlo y acompañarlos.
Para todo esto, vamos a necesitarte: vamos a apoyarnos en los artistas y en todos los profesionales.
Y por todo ello, considero que debemos cambiar nuestras prioridades, cambiar e inventar nuevas formas de hacer las cosas.
Mi convicción es que para transformar el país, debemos comenzar por transformarnos a nosotros mismos.
Este es el sentido de la iniciativa gubernamental Acción Pública 2022 que lanzamos en septiembre, con el conjunto del gobierno.
Tiene tres objetivos claros: mejorar el servicio público; mejorar las condiciones de trabajo de los equipos; y contribuir al control del gasto público.
Quiero dejar muy claro que el documento de trabajo que se hizo público a finales del año pasado sigue siendo un documento de trabajo no validado. Sé que causó preocupación.
No era mi hoja de ruta estratégica. Y en ningún caso se cuestiona nuestro método de reforma: transparencia y concertación.
Independientemente de todo, y cualesquiera que sean los proyectos que el Gobierno elija a finales de marzo en el marco del programa AP22, debemos transformarnos. Porque, profundamente, creo en la necesidad de avanzar juntos para adaptar nuestro servicio público a la urgencia de responder al desafío de la «segregación cultural», a las expectativas de nuestra sociedad y de los profesionales de nuestros sectores. En un esfuerzo de transparencia, presenté a los sindicatos del ministerio mi hoja de ruta de la transformación, el 4 de diciembre pasado, con cinco expedientes transversales: La transformación de nuestro ministerio mismo, de nuestro funcionamiento, para restablecer el margen de maniobra de los equipos y simplificar, agilizar las formas de hacer; la transformación de nuestra política en cuatro ámbitos de acción: dos que no le conciernen directamente en esta instancia del CNPS: los archivos y los museos; y dos que le conciernen: el audiovisual público, por una parte; por otra, el apoyo a la creación y, en particular, al espectáculo vivo.
Las Direcciones están encargadas de dirigir grupos de concertación para hacer remontar propuestas. Este período es para mí esencial. Se basa en los objetivos que he expuesto, la confrontación de diagnósticos y el intercambio de nuestras propuestas respectivas.
Porque en la base de todo está la voluntad de favorecer el tiempo y la creación, la difusión de las obras entre todos los públicos (en particular la juventud), la consideración de los nuevos usos, y el empleo - el empleo sostenible - estoy convencida de que tendremos un diálogo de gran calidad, inventivo y concreto, para avanzar.
En cuanto al espectáculo vivo: he confiado a la DGCA la misión de dirigir la concertación.
Ha comenzado. Se les ha propuesto un calendario de trabajo.
El primer paso es hacer un diagnóstico con ustedes sobre lo que funciona, sobre lo que funciona peor; y ponerse de acuerdo sobre los objetivos de la política a favor del espectáculo vivo.
A continuación, habrá que determinar juntos las vías que permiten alcanzar estos objetivos: esperamos sus recomendaciones.
La reflexión debe tener dos vertientes. Es una doble misión que llevamos ante el espectáculo vivo: el apoyo a la creación, por una parte: sobre este punto, deseo que se pueda reforzar nuestro compromiso por las nuevas formas de creación, también; por las propuestas inéditas, innovadoras; para talentos emergentes; para experimentos. También deseo que podamos simplificar la vida y los trámites de los artistas volviendo a examinar nuestro sistema de ayudas.
Por otra parte, debemos tener una ambición reforzada en materia de difusión: para combatir la segregación cultural de la que hablaba en la introducción, no sólo hay que incitar a los ciudadanos a empujar las puertas de nuestras instituciones, hay que ir hacia ellos. Debemos desplegar las obras y los artistas en el espacio público, en las salas polivalentes, en las plazas de los pueblos, en los vestíbulos. La cultura y los artistas deben tomar posesión de todos estos lugares familiares de la vida cotidiana. El ministro debe acompañar esta conquista.
Quiero ayudar a todos los espectáculos que son el orgullo de Francia, el orgullo de una ministra de Cultura, el orgullo de los franceses, a ofrecerse a la mayoría.
Voy a presentar, en las próximas semanas, un amplio plan para la itinerancia: para que compañías, artistas y obras salgan a las carreteras de Francia.
Sé que compartimos esta preocupación por el alcance de la difusión y la conquista de nuevos públicos.
Necesitaré sus propias propuestas, su voluntarismo.
Eso es lo que espero de nuestra concertación.
La DGCA sintetizará los resultados, informándome de los puntos de consenso y de divergencia.
Sobre esta base, retendremos pistas de transformación.
En lo que respecta a los profesionales del sector audiovisual público, la DGMIC dirige la concertación.
Ustedes saben que en este sector aspiramos a una transformación muy ambiciosa, muy audaz - para reconquistar a la juventud, para seguir marcando la diferencia en el paisaje audiovisual que vive transformaciones muy profundas y rápidas.
En mi opinión, nos enfrentamos a una urgencia cuádruple:
Una urgencia tecnológica: La revolución digital trastorna los usos y hace que una parte cada vez mayor de la población caiga en un consumo desvinculado. Acelera la globalización y hace surgir gigantes de Internet que compiten con los medios tradicionales. Frente a las redes sociales o a las plataformas de vídeo, debemos reafirmar los medios de servicio público sobre sus misiones principales: información, programas culturales y educativos, grandes eventos federativos.
Una emergencia social: el audiovisual público sigue siendo el primer actor audiovisual francés, pero su público envejece, se constata un alejamiento del público joven y, por tanto, una dificultad del audiovisual público para ejercer sus misiones de educación y acceso a la cultura y a los saberes.
Una urgencia cultural: en un mundo dominado por los grandes actores digitales americanos, que invierten masivamente en los programas, el audiovisual público debe desempeñar plenamente su papel de financiación y promoción de la creación francesa. Francia es reconocida en todo el mundo por la calidad de sus dibujos animados o de sus documentales; las series francesas se exportan bien y ganan premios internacionales.
Pero el esfuerzo debe intensificarse, siguiendo una línea editorial claramente distinta de la de las cadenas privadas. Por último, el sector audiovisual exterior tiene una responsabilidad particular en la defensa y la valorización de la lengua francesa en todo el mundo.
Por último, una urgencia económica: los análisis convergen para decir la estructura de costes demasiado pesada de los medios de comunicación de servicio público.
Para responder a estas cuatro urgencias, he puesto a las empresas del audiovisual público en camino hacia una transformación profunda: estamos trabajando en ello. Les he pedido que me presenten nuevas propuestas en las próximas semanas.
Haremos un punto de paso a finales de mes y la DGMIC vendrá a presentarles estos avances en la oficina del CNPS a principios de febrero: por su parte, será la ocasión de comunicarnos sus posiciones.
Esta transformación del audiovisual público es un expediente importante. No podemos esperar más.
Y este quinquenio debe ser el que determine el futuro del sector.
Esto es por lo que respecta a los expedientes que nos movilizarán a muy corto plazo.
Repito, una vez más: está en juego la calidad del servicio público. Son transformaciones que «debemos» a nuestros conciudadanos. Sepan que lo haremos en el marco de un diálogo constante.
De manera más amplia, y dado que estos trabajos llevan, por supuesto, a cuestiones estructurales, quisiera decir algunas palabras sobre mis prioridades en el plano social.
Son muy simples: mejorar las condiciones de empleo, las condiciones de trabajo; y las condiciones de vida para todas vuestras profesiones.
Con respecto a las condiciones de servicio.
Conozco el trabajo realizado por los interlocutores sociales desde hace años para estructurar el sector, para innovar en materia de protección social, y quiero felicitarlo.
Pienso en los organismos de protección social que usted gestiona conjuntamente: AUDIENS para la jubilación y la salud, AFDAS para la formación profesional continua; pienso en el fondo de profesionalización para los asalariados intermitentes del espectáculo más frágiles; Pienso en los convenios colectivos que ustedes han negociado desde 2004. A este respecto, insisto en que se finalice lo antes posible el trabajo de cobertura por un convenio colectivo del sector de todas las empresas que dependen del espectáculo, en particular en el ámbito de la radiodifusión y la teledifusión, sin mencionar los videojuegos.
Hoy quisiera referirme a los cuatro temas principales que nos movilizan:
En 2016, usted negoció el acuerdo de seguro de desempleo para los intermitentes, que es un buen acuerdo: justo y equilibrado. Fue firmado unánimemente por los interlocutores sociales.
El Presidente de la República se comprometió a preservarlo, durante la campaña, y les reitero aquí, solemnemente, este compromiso.
Velaré por ello, en estrecha relación con la ministra de Trabajo Muriel PENICAUD.
Paralelamente a este acuerdo sobre el régimen de los intermitentes, también ha firmado, con el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Trabajo, un plan de acción en favor del empleo.
Tenemos una responsabilidad común en este acuerdo. Sé que tienen que hacer un balance el próximo 23 de enero en la Subcomisión de Empleo y Asuntos Sociales, y espero realmente que tomen las riendas del diálogo social en todo el ámbito del espectáculo.
También en 2016, usted asumió un compromiso importante con el fondo para el empleo, el FONPEPS.
Hay que constatar que el FONPEPS ha tenido dificultades para empezar; algunas medidas estaban, en un principio, poco adaptadas a la realidad del sector (pienso, en particular, del lado del espectáculo vivo); no ha alcanzado las ambiciones que nos fijábamos.
Por lo tanto, queremos modificar una serie de medidas para hacerlas más atractivas.
Ya hemos iniciado conversaciones con el Ministerio de Trabajo y los decretos de aplicación estarán listos dentro de unas semanas. Las últimas medidas pendientes se aplicarán en breve.
Tenemos una responsabilidad compartida con el FONPEPS: debe movilizarse lo antes posible.
Insisto especialmente en la prolongación de los contratos de trabajo de los artistas y técnicos en CDS. Esto coincide con mis prioridades: esta sostenibilidad del empleo es una necesidad para los actores, para la estructuración del empleo y de las empresas, y nuestra capacidad de llegar a nuevos públicos.
Por tanto, pediré a todos los DRAC que, en relación con los DIRECCTE, sean muy voluntaristas sobre el recurso al FONPEPS: por parte del conjunto de nuestros sellos, pero también de las compañías y conjuntos musicales concertados.
Por último, la última política de empleo que deseaba compartir con ustedes: los contratos subvencionados.
Actualmente trabajamos con el Ministerio de Trabajo en disposiciones específicas para los contratos subvencionados que podrán mantenerse en el sector cultural.
He pedido a los DRAC que estén en primera línea en las regiones, también con los DIRECCTE: para flexibilizar estos contratos allí donde las necesidades son más fuertes; y de manera más global, para acompañar a las empresas en la estructuración del empleo y de las competencias: a través de los contratos subvencionados, pero también el aprendizaje, los servicios cívicos.
Quisiera que juntos pudiéramos tener una reflexión «prospectiva» sobre estas cuestiones de empleo, de formación, de competencias: para anticipar las transformaciones y preparar el futuro. Queremos reflexionar sobre ello y avanzar con ustedes. En esta dinámica he confiado a Jean-Paul Guillot una misión para acompañarnos en todas estas obras.
Segunda prioridad: las condiciones de trabajo.
Tenemos que avanzar en dos cuestiones: la simplificación de los trámites a los que todas y todos se enfrentan en la vida cotidiana, por una parte, y la igualdad entre mujeres y hombres, por otra.
En cuanto a la simplificación.
Hemos iniciado una reforma de la licencia de empresario del espectáculo. Es absolutamente necesario simplificar el dispositivo tanto para las empresas como para la administración.
Lo haremos en el marco de la «ley para un Estado al servicio de una sociedad de confianza».
Esta ley se presentará al Parlamento dentro de unos días.
Los debates deben continuar para definir todas las modalidades de simplificación que deben incluirse en las futuras ordenanzas.
La igualdad entre hombres y mujeres.
El Presidente de la República lo ha convertido en una gran causa nacional.
El lugar de las mujeres en el espectáculo sigue siendo insuficiente: ustedes lo saben. No es representativo de la sociedad.
Para cambiar la situación a largo plazo, debemos actuar a nivel de nuestras escuelas de formación: para acompañar a las jóvenes, combatir la autocensura, cambiar las representaciones.
Me expresé en el seno de una escuela de arte sobre el tema, el ENSBA, y pedí a todas las escuelas superiores cultura que redactaran una carta ética: para proporcionar información diversificada a las estudiantes sobre los oficios y permitirles proyectarse en todas las carreras; para reforzar la presencia de artistas mujeres en el corpus de las obras estudiadas; y para velar por la paridad mujeres-hombres en los equipos educativos - porque estamos lejos de eso.
Para cambiar la situación, debemos actuar a nivel local, de las estructuras, de las organizaciones del espectáculo. Es imperativo que aumentemos la participación de las mujeres en la dirección de las instituciones y en la programación. Me ocuparé especialmente de ello en nuestros sellos, en particular en el sector de la música, donde el número de mujeres jefas de orquesta o compositoras es escandalosamente bajo.
También es necesario mejorar el lugar de la mujer en la producción cinematográfica y audiovisual.
Es responsabilidad de todos.
Por tanto, les pido a todas y a todos ustedes, en cada una de sus ramas, que prevean disposiciones particulares en materia de igualdad mujeres-hombres, en sus convenios colectivos, si aún no es así.
Tercera prioridad: sus condiciones de vida.
Estoy muy atenta a la justa remuneración de los artistas y de todos los profesionales de la cadena del espectáculo.
Este otoño tuve una batalla decisiva para proteger el poder adquisitivo de los artistas autores.
En el marco de la reforma de la protección social dirigida por el Gobierno, la situación de los artistas autores era particular. Había que encontrar una solución ad hoc para compensar, en su caso, el aumento de la CSG. Esta solución no era evidente. La encontramos para 2018. Luché para obtener y garantizar esa compensación.
Hemos confiado a las Inspecciones Generales de Asuntos Culturales y Sociales, IGAC e IGAS, una misión para encontrar una medida sostenible a partir de 2019.
Pueden contar conmigo para liderar y ganar las batallas de este tipo, para hacer oír las voces de los profesionales de la cultura en las reformas globales llevadas a cabo por el gobierno.
Estos son los grandes expedientes que quería evocar con ustedes.
Propongo que se deje la palabra.
Habida cuenta del gran número de participantes, les agradezco de antemano que tengan a bien hacer intervenciones breves, para que todos puedan expresarse.
Gracias por su atención.
Estoy a su disposición.