Señoras y señores diputados, querida Françoise Descamps-Crosnier, querido Jean-Marie Tétard,
Señor alcalde de Flins, querido Pascal Chavigny:
Señora Directora delegada a la Presidencia de Renault, querida Mouna Sepehri,
Señora Directora de los Museos Nacionales del siglo XX de los Alpes Marítimos, querida Anne Dopffer,
Damas y caballeros, queridos amigos,
Me alegra estar hoy entre vosotros para saludar el retorno simbólico del célebre cuadro de Fernand Léger, Los Constructoresmuy cerca de los que lo inspiraron y en el mismo lugar donde el pintor había querido exponerlo. Fue en 1953, en la cantina de la fábrica Renault de Boulogne-Billancourt. Más de medio siglo después, nos reunimos en el sitio Renault de Flins, a pocos kilómetros de distancia, para celebrar de nuevo las bodas del arte y la industria.
Simbólica, esta exposición lo es también porque hace entrar el arte en el mundo del trabajo, porque crea un vínculo renovado entre la cultura y la empresa, los artistas y los asalariados. Es una fuente de orgullo para los empleados. Es también, para todos, una oportunidad única de dar una nueva mirada al mundo del trabajo y de la empresa.
He hecho del acceso a la cultura la primera de mis prioridades. Repensar el acceso a la cultura es volver a examinar la concepción misma de nuestras políticas culturales: nuestros conciudadanos ya no quieren una política cultural vertical y parisina, una cultura llave en mano cuyo perímetro habría sido detenido de una vez por todas. Para repensar el acceso a la cultura, debemos partir de sus prácticas y de los lugares que hacen vivir la cultura en todo nuestro territorio. Para crear en cada uno el sentimiento de igualdad frente a la emoción artística, debemos provocar el encuentro con los artistas y las obras en la vida cotidiana de cada uno.
Este encuentro con el arte cotidiano pasa por su presencia en el lugar de trabajo de nuestros conciudadanos. Este es el sentido de la Empresa en acción y más ampliamente del programa Arte y Empresa, lanzado en abril pasado por mi predecesor, en torno a residencias de artistas en los sitios industriales y de una convención-marco «Cultura y mundo del trabajo» entre el Ministerio de Cultura y Comunicación y más de 9.000 comités de empresa.
El retorno simbólico de los Constructores en Renault y sus empleados marca el inicio de una serie de exposiciones que se basa en la colaboración entre las colecciones públicas y varias empresas repartidas en el territorio nacional. Así podremos descubrir próximamente: Figuras femeninas en el arte asiático en Sothys en Brive en colaboración con el Museo Nacional de Arte Asiático-Guimet, El Retrato en el Renacimiento en el puerto marítimo de Ruan con el Museo Nacional del Renacimiento de Ecouen, Chagall grabador con el Museo Nacional Marc Chagall de Niza, La Luz en ERDF en Mérignac con el Centro Nacional de Artes Plásticas.
Tantas grandes citas que permiten a las obras maestras de nuestras colecciones ir al encuentro de los asalariados en una escenografía comparable a las mayores exposiciones - saludo a este respecto el trabajo notable del escenógrafo Jean-Julien Simonot - con un dispositivo de mediación adecuado, cuyo objetivo es hacer el arte accesible a todos.
Quiero agradecer a todos los actores de la Empresa en acción y todos los que permitieron que se renovara el acto ejemplar de 1953: todos los que, en Renault, se apoderaron de este proyecto para darle un eco, organizando en torno a esta exposición un concurso abierto a los artistas de Yvelines, en primer lugar Carlos Ghosn, así como los responsables de Renault y del sitio de Flins, pero también el museo nacional Fernand Léger en Biot, en los Alpes Marítimos, que aceptó prestar esta obra maestra de su colección, y en particular Maurice Fréchuret y Anne Dopffer, que le sucedió.
Saludo, por último, a la Reunión de los Museos Nacionales-Gran Palacio, operador de la Empresa en acciónDoy las gracias al presidente Jean-Paul Cluzel y al servicio de exposiciones. Este proyecto no habría podido nacer sin ellos y sin los equipos del Ministerio de Cultura y Comunicación que lo han llevado y defendido con fuerza: doy las gracias a la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Ile-de Francia y los servicios de la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Comunicación para su movilización.
Hoy escribimos juntos una nueva página de la historia del famoso cuadro de Fernand Léger: la del encuentro renovado del arte y de un artista con una empresa y sus empleados. Es un símbolo fuerte de la ambición que anima elEmpresa en marcha y que guía mi acción al frente de este Ministerio: acoger y reconocer el arte en la vida cotidiana de nuestros conciudadanos, reforzar el lugar que ocupa en nuestras vidas, permitir a cada uno crear con el arte y la cultura una relación íntima, fuente de desarrollo y ciudadanía.
Le doy las gracias.