Ministra Delegada de Cultura y Medios de Comunicación,

Señora Ministra Presidenta,

Señora y señores Embajadores:,                                                           

Señor director de la Villa Gillet, querido Guy Walter:

Señora Presidenta de la Fundación Genshagen,

Estimados miembros del jurado:

Queridos finalistas:

Queridos amigos:

 Es un gran placer para mí recibiros hoy en el Ministerio de Cultura y Comunicación, para este 4e Premio Franz Hessel que celebra la amistad literaria entre nuestros dos países.

No se podría haber encontrado mejor símbolo de las relaciones literarias entre Francia y Alemania que este mensajero de palabras que «vivía de París y de Berlín como se vive de los dos pulmones», como escribía Ernst von Salomon. Traductor de Proust y de Balzac, pero también figura novelesca inmortalizada en el cine por el Jules y Jim de Truffaut, Franz Hessel supo, como paseante inspirado en el París de preguerra y el Berlín de los años 20, unir duraderamente nuestros dos países por paseos que inmortalizaron las metamorfosis de nuestras capitales.

La amistad literaria entre Francia y Alemania se construyó gracias a los viajes, las correspondencias y las admiraciones mutuas de nuestros más grandes escritores. Como Thomas Mann apelando con sus votos al acercamiento franco-alemán fundado en la juventud o André Gide y Ernst Robert Curtius intercambiando en su correspondencia sobre la necesidad de «producir una comunidad de espíritu»los escritores franceses y alemanes siempre han hecho de la amistad literaria entre nuestros dos países la base para pensar la Europa de las ideas y de las culturas.

Reforzadas por esta herencia, Francia y Alemania comparten, más allá de una larga amistad literaria, una visión perenne para nuestras políticas culturales, especialmente en lo que se refiere al libro y al futuro del sector.

Convencidos de que la tecnología digital es una herramienta que conviene poner al servicio de los objetivos de una política cultural ambiciosa que sitúa la creación, la diversidad cultural y la accesibilidad de todos a las obras del espíritu en su centro, nuestros dos países han decidido llamar conjuntamente la atención de las instancias europeas sobre lo que debería ser el núcleo de una nueva política europea en favor del libro:

- una política de regulación del precio del libro que permita una red densa de librerías en todo el territorio nacional;

- neutralidad fiscal para los bienes culturales: la fiscalidad no puede diferenciar los libros o la prensa en función de su soporte;

- una fiscalidad que permita el acceso de todos a la cultura;

- una política fiscal adaptada a lo digital, que lejos de favorecer a los mayores actores de la distribución en línea, más movidos por opciones económicas que culturales, sea favorable a la emergencia de operadores culturales digitales europeos;

- un derecho de autor que tenga plenamente en cuenta los objetivos de protección de los derechos y de diversidad cultural;

- una política de apoyo a la transición digital para todos los actores de la cadena del libro.

Lucharemos por el libro y la diversidad cultural adoptando una declaración franco-alemana sobre el futuro del libro en Europa. Estos objetivos serán evocados mañana en el Consejo de Ministros franco-alemán, luego en los foros europeos y en el Foro de Chaillot, en París los días 4 y 5 de abril próximos. 

Por consiguiente, la Unión Europea debe dotarse de una estrategia cultural que establezca principios sólidos en materia de libertad y apoyo a la creación, de educación cultural y artística, de lugar de los artistas en nuestra sociedad, de diversidad y accesibilidad a la oferta cultural y que extrae las consecuencias económicas de estos principios.

A través de este premio Franz Hessel, celebramos hoy esta ambición compartida. Una ambición que hace de la amistad literaria franco-alemana un motor en la construcción de una política cultural ambiciosa a escala de Europa. 

Permitiendo el descubrimiento de un autor alemán en Francia y de un autor francés en Alemania y favoreciendo la traducción de los libros premiados por una publicación en el otro país, nuestros dos ministerios contribuyen con este premio a una mejor visibilidad editorial de las obras que participan en la construcción de nuestro paisaje literario y cultural común.

Me congratulo de la asociación entre las dos grandes instituciones culturales que son la Fundación Genshagen y la Villa Gillet, que ofrecerá una residencia común a los dos ganadores proponiéndoles un programa de encuentros culturales y de debates

En particular, quiero felicitar a los miembros del jurado por su compromiso y su exigencia. 

Después de Andreas Maier y Eric Vuillard el año pasado, son Jonas Lüscher para el Primavera de los bárbaros publicado por Beck y Frédéric Ciriez para Melodrama publicado en Verticales que son premiados este año. Quiero saludar a estos dos autores que contribuyen a interrogar nuestro mundo contemporáneo. Son ellos quienes escriben hoy las noticias de la amistad y de los ricos intercambios de pensamiento e ideas que han marcado la historia literaria y cultural de nuestros dos países.

Le doy las gracias.