Señora Prefiere, Estimada Danièle Polvé-Montmasson, Señor senador, Presidente del Consejo General, Estimado Michel Boutant, Señora Vicepresidenta del Consejo Regional, Estimada Joëlle Averlan, Señor Alcalde y Presidente de la Comunidad de Población, Estimado Philippe Lavaud, Señoras, señores, queridos amigos:

En primer lugar, quería deciros cuánto me alegra estar hoy aquí con vosotros para la 40ª edición del Festival internacional de la historieta y de la imagen de Angulema.

Porque es una aventura fuera de lo común que este Festival: apasionados de cómics, autores, lectores, libreros, dibujantes, editores que han hecho de Angulema la capital del cómic y un lugar ineludible para los profesionales. El Festival Internacional del Cómic y de la Imagen de Angulema es un lugar precioso donde, en el espesor de sus 40 años de existencia, de experiencia, la mediación y la creación se conjugan con el presente. El lugar que se concede a la juventud no es en vano en esta vitalidad preservada, y quiero saludar la política aplicada en la materia por el Festival.

La juventud está en el centro de mis preocupaciones y he hecho del acceso al arte y a la cultura un eje prioritario que atraviesa y articula el conjunto de las políticas de mi ministerio. Me propongo aplicarlo mediante una política concertada de generalización de la educación artística y cultural, para que cada niño pueda tener la oportunidad de entrar en contacto con los artistas y las obras.

En efecto, creo que tengo la convicción ampliamente compartida de que el encuentro vivo e inteligente con el arte permite la construcción de la personalidad, la apertura de lo imaginario y la reconciliación con el gusto y el deseo de aprender.

¿Y qué mejor trampolín para estos vuelos que el de los cómics? Es, al alcance de la mano, civilizaciones, continentes, galaxias por explorar; es el día a día cambiante, la aventura a la vuelta de la esquina.

¿Y qué nave más bonita para embarcar que la del Festival de Angulema? donde se le da a leer, a mirar y a descubrir, pero también a escuchar, a encontrar y a experimentar.

No puedo dejar de pensar en el camino recorrido por el cómic. Hace 40 años todavía se consideraba un género menor. Desde entonces se ha ganado sus galones literarios sin perder nada de su audacia y su diversidad. Hoy, el presidente del sindicato de editores, Vincent Montagne, es un gran editor de cómics: allí hay todo un símbolo.

La amplia encuesta nacional realizada por mi Ministerio en 2011 sobre la lectura de cómics, por primera vez, ha delimitado los contornos del lugar que ocupa el cómic en el paisaje de las prácticas culturales. En ella se pone de manifiesto que todos los franceses disponen ahora de un mínimo de conocimientos en la materia y que más de tres de cada cuatro declaran haber leído ya alguno. Esta proporción pasa a nueve de cada diez franceses para los menores de 30 años, y al 90% de los de 11 a 14 años. Esto demuestra, si fuera necesario, el fuerte vínculo entre la juventud y los cómics, y el creciente lugar que, por simple efecto generacional, la historieta está llamada a ocupar en las prácticas culturales.

Es también un sector que se encuentra bien económicamente, con ventas en ligera progresión (+0,5%) para 2012, contra una regresión para el libro en su conjunto (-2%), lo que no es nada en el contexto actual.

También quiero saludar la importancia de la red de librerías en Francia y, en particular, la red CANAL BD, que agrupa a un centenar de libreros especializados en cómics.

El aumento continuo de la producción de cómics observado durante la última década y confirmado en 2012 con más de 5.500 novedades es el signo del dinamismo de este sector, que contribuye a aumentar la diversidad de la producción editorial, dando una oportunidad a un número cada año mayor de obras creativas. Además, me parece que responde a una demanda del público, que se apresura en numerosas manifestaciones y festivales organizados en torno al cómic, en primer lugar el FIBD.

Deseo que el sector de los cómics conserve el dinamismo y la creatividad que conocemos y que explica el fuerte desarrollo que ha experimentado en los últimos años. Editores como la Asociación, Flblb, Cornelius, La burbuja y muchos otros hacen mucho por esta diversidad editorial y el descubrimiento de nuevos talentos.

Mis servicios también prestan especial atención a los problemas relacionados con la digitalización. El sector de los cómics es uno de los que supo abordar muy pronto esta curva. Así pues, hoy en día es capaz de ofrecer en versión digital una oferta de títulos abundante y diversificada, adaptada a una lectura en diversos soportes (tabletas, smartphones, etc).

El papel del Estado consiste en garantizar que esta transformación del mercado se produzca en condiciones que permitan mantener una remuneración justa de los diferentes actores de la cadena, y en particular de los accionistas, yderechos, con el fin de garantizar el despliegue de modelos económicos que permitan la producción y difusión de una oferta editorial diversificada.

Para construir este marco, ya se han adoptado diversas medidas: se trata, por supuesto, de la ley de 26 de mayo de 2011 relativa al precio del libro digital que garantiza la aplicación del principio del precio único del libro en el universo digital, o la aplicación del tipo reducido del IVA a los libros digitales, que pretende fomentar el desarrollo de este mercado.

Por otra parte, se están celebrando negociaciones entre autores y editores bajo los auspicios del MCC sobre el contrato de edición, y se aborda en particular la cuestión del contrato de edición en la hora digital. Sé que muchos autores de cómics los siguen con atención.

 Lo que me sorprende hoy, al ver reunidos a los más altos representantes de la ciudad, de la aglomeración, del departamento, de la Región y del Estado, es la apuesta acertada de un territorio. Son elegidos, socios, que han apostado por una estrategia que sitúa el arte y la cultura en el centro de su proyecto económico y social. Lo que veo en el éxito del Festival, pero también del Polo Imagen y de la Ciudad Internacional del Cómic y de la Imagen (CIBDI), es el éxito del diálogo y de la asociación entre poderes públicos, actores asociativos y privados.

Me alegra que mi ministerio tenga parte en esta asociación. Apoyamos la edición 2013 del Festival con 186.000 €. Ya lo hicimos en 2012. Este apoyo toma la forma, por una parte, de una ayuda proporcionada por el Centro Nacional del Libro, en el marco del apoyo prestado a la realización de manifestaciones literarias de envergadura y de calidad, a través de su comisión vida literaria. Es una prueba más del valor de la manifestación.

Por otra parte, estoy firmemente comprometida con la participación de la DRAC, que es signataria a su lado de una convención trienal de objetivos que vincula a los poderes públicos locales con los organizadores del Festival. Esta convención llega a su fin y me parece que será para todos nosotros la oportunidad de evocar colegialmente y serenamente, la mejor manera de acompañar, de manera adecuada, coherente y concertada, este Festival al que todos queremos.