Fleur Pellerin, ministra de Cultura y Comunicación, se congratula de la inscripción de los sitios «Coteaux, maisons et caves de Champagne» y «Climats du vignoble de Bourgogne» en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco por el Comité del Patrimonio Mundial, incluida la 39eme se reúne en Bonn (Alemania) desde el 28 de junio.

El Comité del Patrimonio Mundial ha reconocido el valor universal excepcional de Champagne, que constituye un verdadero paisaje cultural. Su tierra está moldeada por la producción y elaboración de un vino de excelencia cuya imagen está, en todo el mundo, asociada a Francia y a la alegría. La inscripción de las «Coteaux, maisons et caves de Champagne» en la lista del patrimonio mundial celebra así la expresión de la acción conjugada del hombre y de la naturaleza.

Otra región vitivinícola inestimable, Borgoña ve sus «climas», moldeados por el hombre desde hace dos mil años, consagrados por el Comité del Patrimonio Mundial. Los «climas de Borgoña» forman un modelo de viticultura de tierra sin igual, que irradia hoy en todo el mundo. A los diferentes «climas» se asocian los nombres de vinos de una inmensa variedad y de una fama excepcional.

El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco ha aportado así una consagración ampliamente merecida a estas dos regiones, que han sabido preservar y valorizar un patrimonio cultural y natural universal.

Estas dos nuevas inscripciones elevan a 41 el número de bienes franceses reconocidos como patrimonio mundial de la humanidad.

Fleur Pellerin desea saludar calurosamente a los equipos que han presentado estas candidaturas, en beneficio de estos territorios y de sus habitantes.