Gerard Violette nos dejó.
Fundador con Jean Mercure de la nueva aventura del teatro de la Ville, fue un incansable armador, un formidable vigía, compañero de ruta de los más grandes poetas del escenario, en todas las disciplinas.
Reveló al gran público las grandes figuras de la danza contemporánea, en primer lugar Pina Bausch que hizo descubrir al público francés y que le dedicó una amistad y una fidelidad inquebrantables.
Defendió incansablemente la creación contra todos los conservadurismos y no dejó de abrir su teatro al más amplio público.
A su esposa, a sus hijos, a sus familiares y al personal del teatro de la ciudad, quiero expresar mi emoción y saludar la memoria de un servidor ejemplar del teatro público.