Con Jean-François Bauret desaparece un maestro de la fotografía. Conocido por sus desnudos luminosos y expresivos, como los de Serge Gainsbourg o Klaus Kinsky, uno de los primeros había revelado el cuerpo de la mujer embarazada, trastornando el enfoque tímido del retrato pero respetando siempre la dignidad del sujeto.
Presente en grandes colecciones públicas, su obra temeraria ha dado un gran salto a la publicidad moderna, en particular con la foto considerada escandalosa en 1967, que realizó para la marca Sélimaille. Era un artista que se preocupaba por el futuro de la profesión publicando sin cesar y animando numerosas prácticas. Es autor de la revista en línea Fotografía.com y de la Beca del Talento. Tenía 82 años.