El conjunto de la Cordillera de los Puy-Faille de Limagne y la Gruta adornada del Puente de Arco, llamada gruta Chauvet-Pont d'Arc son los dos bienes que Francia desea que sean inscritos, en junio próximo, en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La decisión final será tomada en Doha, en junio próximo, por los 21 Estados que forman parte del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La candidatura de la Cadena de Puys-Falla de Limagne se basa en un trabajo riguroso de siete años y ha sido sometida al examen de los más grandes especialistas internacionales en vulcanología y tectónica. A lo largo de este proceso, numerosos dictámenes de expertos, científicos extranjeros y especialistas del Centro del Patrimonio Mundial han emitido análisis muy positivos sobre el valor universal excepcional del sitio, la calidad del trabajo realizado, la movilización de los agentes locales y los mecanismos de protección del lugar en vigor.
Para preservar el valor excepcional de los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, Francia se esforzará por convencer a sus asociados de la calidad de estas candidaturas, que presentará en la próxima reunión del Comité del Patrimonio Mundial en junio en Doha.