En efecto, los medios del Ministerio de Cultura y Comunicación, fuera de los medios audiovisuales públicos, aumentarán ligeramente durante los tres próximos años, lo que, en el contexto actual de las finanzas públicas, confirma la prioridad que el Primer Ministro ha expresado en favor de la cultura.

Por su parte, los medios del audiovisual público se ven reforzados durante el período: la subvención presupuestaria, que constituye un freno objetivo a la independencia del audiovisual público, disminuirá considerablemente durante el período, para desaparecer en 2017 (excluida la financiación del fondo de apoyo a la expresión radiofónica que permanece); esta disminución se compensará globalmente por la dinámica espontánea de la contribución al audiovisual público (la tasa audiovisual)vinculada a su indexación automática y al aumento del número de focos en el territorio.

Así, la suma de los créditos presupuestarios y de los importes recaudados a través del canon movilizaba 3770 millones de euros en 2014; en 2015, este importe se estabiliza globalmente hasta 2017, lo que no eximirá a las empresas de proseguir los esfuerzos de control de sus costes, como todo el sector público.  El reparto de este recurso global entre empresas del sector audiovisual público se propondrá al Parlamento en el marco de las leyes de finanzas, teniendo en cuenta las necesidades de estos organismos y en coherencia con los contratos de objetivos y medios.